El recelo de los consumidores
Si las protestas de los agricultores radicales en Par¨ªs provoca que el Gobierno franc¨¦s haga naufragar el acuerdo global de comercio, como cada vez parece m¨¢s posible, los consumidores de la Comunidad Europea notar¨¢n inmediatamente el efecto en sus bolsillos.La gente normal suele quedar al margen cuando se discuten las pol¨ªticas comerciales porque, a pesar de su n¨²mero, no est¨¢n organizados en grupos de presi¨®n poderosos. Como resultado, las 40 libras (8.000 pesetas) extra que una familia de cuatro miembros paga por el az¨²car como consecuencia del proteccionismo de la CE pasa sin discusi¨®n de id¨¦ntica manera a la que lo hacen los costes extra de cientos de productos en las tiendas.
Los consumidores en Francia, igual que en el Reino Unido, tienen mucho que ganar con el acuerdo comercial, que conllevar¨ªa precios m¨¢s bajos para todo, desde un paquete de az¨²car hasta la ropa., Los equipos de m¨²sica, v¨ªdeos, compact discs y tel¨¦fonos m¨®viles cuestan mucho m¨¢s debido al proteccionismo, igual que los coches, las flores, los bolsos, los helados, las escobas, el zumo de naranja y los medicamentos.
Un acuerdo global de comercio cercenar¨ªa los costes para los consumidores de un conjunto de bienes que van desde los de farmacia, camiones, sillas de ruedas, acero, cerveza, muebles, aperos para la agricultura y bebidas alcoh¨®licas. El acuerdo propuesto para 111 pa¨ªses para reducir las barreras comerciales y abrir nuevos mercados puede traer beneficios de hasta 200.000 millones de libras, ayudando al mundo a escapar de la recesi¨®n.
Los consumidores perder¨¢n si la abigarrada colecci¨®n de agricultores franceses, intelectuales y pol¨ªticos arruinan el acuerdo bas¨¢ndose en que "alterar¨ªa profundamente la identidad de la naci¨®n".
Proteccionismo
Patrick Messerlin, del Instituto de Estudios Pol¨ªticos de Par¨ªs, es uno de los pocos economistas franceses que dice que el acuerdo del GATT ser¨ªa bueno para su pa¨ªs. "Los franceses est¨¢n peleando por una bagatela", dijo ayer, "y Francia est¨¢ en la dif¨ªcil situaci¨®n de elegir entre comercio libre y proteccionismo, algo que no tuvo que hacer nunca antes. La gente normal entiende que cerrar la puerta al comercio ser¨ªa un desastre, pero la cultura (pol¨ªtica) favorece cada vez m¨¢s el proteccionismo".
La OCDE se?ala que una familia brit¨¢nica de cuatro miembros paga 1.000 libras al a?o (197.000 pesetas) en subvenciones agr¨ªcolas a trav¨¦s del precio y subsidios exportadores.
"Los consumidores siguen penalizados por la pol¨ªtica agr¨ªcola que mantiene altos los precios," se?ala la OCDE. Las restricciones en las importaciones textiles de pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo le cuestan al consumidor brit¨¢nico una cantidad estimada en 500 millones de libras anuales. Productos como los v¨ªdeos, las televisiones, reproductores de compact disc y ordenadores personales cuestan a los consumidores de la CE 1.300 millones de libras al a?o gracias al proteccionismo.
Otra parte de protecci¨®n recae en las importaciones de coches. Los gobiernos de la CE han decid do que la Industria automovil¨ªsticas es una "industria estrat¨¦gica" que hay que proteger por medio de costosos acuerdos de "restricciones importadoras voluntarias". Estos acuerdos permiten a los exportadores poner precios m¨¢s altos a cambio de exportar menos coches. La pol¨ªtica de protecci¨®n a los fabricantes de coches de sus competidores japoneses le cuesta a los consumidores en torno a 4.600 libras al a?o en precos m¨¢s altos.
El Consejo Nacional de Consumidores se?ala que los coches japoneses cuestan el 70% de su preco en el Reino Unido. Un estudio de 1990 se?alaba que el precio medio de un coche entre peque?o y mediano japon¨¦s era de 5.227 libras frente a las 7.642 libras que costaba en Gran Breta?a.
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