Consejos a Cuba

En el editorial de este peri¨®dico del d¨ªa 26 de agosto se nos dec¨ªa que los gobernantes espa?oles desean contribuir a que el "inevitable" cambio que se le avecina a Cuba se opere gradualmente, sin violencia. F¨ªjense bien, el cambio (hacia el capitalismo, se sobreentiende) es inevitable. No conoce mos ning¨²n pronunciamiento del pueblo cubano a favor de ese cambio; s¨ª sabemos que durante 30 a?os EE UU ha ejercido un estricto embargo a esta isla, y que, ahora, junto a la desaparici¨®n de la URSS, la est¨¢ ahogando econ¨®micamente. El pueblo cubano, ?para qu¨¦ preguntarle? El cambio est¨¢ decidido, es inevitable. Qui¨¦n lo decidi¨® no importa. Hay que ser pragm¨¢tico. ?De qu¨¦ sirve lamentarse de la extorsi¨®n a que se somete a una peque?a isla hasta crearle una situaci¨®n angustiosa econ¨®micamente? ?Acaso el resto del mundo no se ha percatado yade la superioridad del capitalismo? Y ah¨ª intervienen nuestros gobernantes, con paciencia, en el papel de consejero amigo. Mientras el vecino del norte sigue apretando, la madre patria aconseja al hijo terco. Se trata de un trabajo compartido, sin sentido el uno sin el otro. Unos pegan, y otros aconsejan, por su propio bien. ?Quieren conservar los logros de la revoluci¨®n? ?Nadie se lo impide! -les dice Solchaga- No lo saben quiz¨¢ ustedes, pero Solchaga tiene una dilatada experiencia en conservar los logros de una revoluci¨®n. De todos es conocida su gran labor por las mejoras sociales en el Estado espa?ol. Su gran des cubrimiento (que hace falta una econom¨ªa capaz de financiar esos servicios p¨²blicos) puede que no le depare el Nobel de Econom¨ªa, pero es una excelente coartada para iniciar la retirada y ceder a la reinstauraci¨®n capitalista, que es por lo que siempre han estado presionando.- Un?versitat Aut¨®noma de Barcelona.