El Grupo de los Siete acent¨²a sus diferencias en la b¨²squeda de la reactivaci¨®n econ¨®mica

Los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del Grupo de los Siete (G-7) pusieron ayer de manifiesto las crecientes diferencias de fondo para definir una pol¨ªtica concertada que consolide la recuperaci¨®n econ¨®mica. Por primera vez en muchos a?os, el Grupo de los Siete no emiti¨® un comunicado tras celebrar la reuni¨®n, aunque esa falta evidente de compromisos fue suplida con declaraciones de buenas intenciones -y tambi¨¦n algunos reproches encubiertos- antes y despu¨¦s de la cumbre.

Los representantes de los pa¨ªses m¨¢s ricos de la Tierra analizaron tambi¨¦n la marcha de las negociaciones comerciales de la Ronda Uruguay y la situaci¨®n de los mercados cambiarios y discreparon sobre tipos de inter¨¦s."No esperen que saquemos ning¨²n conejo de la chistera". El comentario del secretario norteamericano del Tesoro, Lloyd Bentsen, antes de comenzar la reuni¨®n, era todo un presagio. Ya en el ¨²ltimo encuentro, en abril pasado, Bentsen hab¨ªa propuesto a sus colegas de Jap¨®n, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Canad¨¢, que acabaran con la costumbre de emitir un comunicado oficial.

La vaguedad del comunicado de abril, en el que se llegaba a afirmar que cada pa¨ªs deber¨ªa actuar de acuerdo a sus circunstancias -la vieja "doctrina Sinatra", basada en la canci¨®n My way-, ha aconsejado en esta ocasi¨®n acabar la reuni¨®n sin ¨¦l. Lo que equivale a evitar cualquier compromiso de acci¨®n concertada para impulsar la esperada reactivaci¨®n econ¨®mica, que el FMI prev¨¦ para mediados del pr¨®ximo a?o, siempre que se cumplan algunos requisitos: tipos de inter¨¦s m¨¢s bajos, ajuste fiscal y liberalizaci¨®n del comercio mundial.

Las diferencias de criterio dentro del G-7 se pusieron de manifiesto antes del encuentro, a pesar de algunos intentos de acercar posiciones. La crisis del Sistema Monetario Europeo (SME), la falta de acuerdo en la Ronda Uruguay, la inestabilidad persistente de los mercados de cambios y los distintos enfoques sobre los esfuerzos posibles en la consolidaci¨®n fiscal, se convirtieron en obst¨¢culos insalvables para definir una acci¨®n conjunta que estimule un desarrollo sostenido.Tipos de inter¨¦s

El secretario norteamericano del Tesoro, Lloyd Bentsen, apoyado por sus colegas de Canad¨¢ y Reino Unido, insisti¨® en la necesidad de que Alemania rebaje sus tipos de inter¨¦s. Y la respuesta de Alemania no se hizo esperar. Su ministro de Finanzas, Theo Waigel, y el presidente de Bundesbank (banco central alem¨¢n), Helmut Schlessinger, coincidieron en se?alar que su pa¨ªs no era responsable del estancamiento econ¨®mico europeo. "Los tipos de inter¨¦s en Alemania", comentaron al un¨ªsono, "est¨¢n hoy excepcionalmente bajos, m¨¢s que nunca, y adem¨¢s, el abaratamiento de los cr¨¦ditos no cura los males de la econom¨ªa".

Esa fue, al parecer, la t¨®nica del encuentro de - los responsables de Finanzas de los pa¨ªses m¨¢s ricos del planeta, cuyo crecimiento econ¨®mico no superar¨¢ este a?o el 1,1% -Jap¨®n, Alemania y Francia tendr¨¢n crecimientos negativos- y, con mucha suerte, se acercar¨¢ al 2,2% en 1994. La situaci¨®n del paro es todav¨ªa m¨¢s grave, con 24 millones de desempleados en el ¨¢rea del G-7 y 32 millones en los 21 pa¨ªses de la OCDE.

Tampoco hubo acuerdo aparente en cuanto a la estabilidad cambiaria. Jap¨®n reproch¨® a EE UU que haya dejado apreciarse tanto el yen frente al d¨®lar, en perjuicio de sus exportaciones, mientras que Francia y Alemania dejaron traslucir sus diferencias de fondo tras la pr¨¢ctica ruptura del SME, Y todos, en definitiva, pusieron de manifiesto la dificultad de actuar de forma unida cuando los problemas son tan distintos.Tareas pendientesEn lo que si hubo acuerdo es en la valoraci¨®n de que en los ¨²ltimos seis meses-desde el llamamiento de abril hacia una acci¨®n concertada-, cada uno de los tres bloques econ¨®micos ha avanzado en sus tareas pendientes. Estados Unidos ha sacado adelante el programa de reducci¨®n del d¨¦ficit presupuestario en m¨¢s de 500.000 millones de d¨®lares (67 billones de pesetas), Jap¨®n ha iniciado un proceso de desregulaci¨®n econ¨®mica y Europa ha reducido, aunque moderadamente, sus tipos de inter¨¦s. En este contexto, ministros y gobernadores de bancos centrales analizaron durante m¨¢s de cuatro horas la situaci¨®n econ¨®mica y buscaron, sin ¨¦xito aparente, un compromiso. Hoy est¨¢ convocada la reuni¨®n del G-10 -que en realidad son once: los siete grandes, Suiza, Suecia, B¨¦lgica y Holanda- y el Comit¨¦ Interino del FMI, en donde est¨¢ previsto que hagan uno nuevo intento de coordinar esfuerzos.