Gonz¨¢lez revela a los ministros su inquietud porque CiU y el PNV no asumen la gravedad de la crisis
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Felipe Gonz¨¢lez ha revelado a varios ministros y colaboradores que una de sus mayores preocupaciones la constituye la incomprensi¨®n que, a su juicio, muestran los nacionalistas ante la gravedad de la crisis por la que atraviesa Espa?a, calificada de "quiebra financiera" por las personas que informaron a este peri¨®dico. Gonz¨¢lez ha pedido a los ministros de Econom¨ªa, Pedro Solbes, y Administraciones P¨²blicas, Jer¨®nimo Saavedra, y al presidente del grupo socialista, Carlos Solchaga, que suspendan otras actividades y concentren sus esfuerzos en cerrar acuerdos con CiU y PNV.
El Gobierno aprob¨® el viernes los presupuestos sin saber si dispone del apoyo de CIU y PNV que le permita superar el tr¨¢mite parlamentario. Dentro del Ejecutivo son cada vez m¨¢s los ministros que reconocen que han abierto demasiados frentes a la vez, pues, adem¨¢s de no saber a¨²n si va a disponer del apoyo nacionalista para los presupuestos, mantiene abiertos el frente de la financiaci¨®n auton¨®mica y el de los sindicatos y patronal sin un horizonte de soluci¨®n. Todo ello, a?adieron las fuentes, en medio de una inusitada crisis econ¨®mica y financiera del Estado.El debate presupuestario de este a?o en Consejo de Ministros ha sido pac¨ªfico. "No hay un duro", se?ala un ministro como explicaci¨®n. Pero las negociaciones abiertas en varios frentes y con el reloj corriendo en contra est¨¢n suponiendo un desgaste r¨¢pido del capital acumulado por Gonz¨¢lez en las elecciones del pasado 6 de junio , reconocen dirigentes socialistas.
El Gobierno hab¨ªa creado la expectativa de alcanzar un acuerdo con los nacionalistas antes del Consejo de Ministros del viernes para poder contar con la garant¨ªa de su apoyo antes de aprobar los presupuestos.
No ha sido as¨ª, y ahora el plazo se alarga al 21 de octubre, en que se inicia el debate de los presupuestos en el Congreso. En esas condiciones, Gonz¨¢lez ha decidido apremiar a sus ministros a que aceleren las negociaciones con los nacionalistas y cierren acuerdos. Tanto Solbes como Saavedra han Cambiado sus agendas y anulado viajes para concentrarse en estas negociaciones.Cambio de estrategia
Hasta el 21 de octubre, pasando por la reuni¨®n del Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera del d¨ªa 7, en la que el Gobierno tratar¨¢ de cerrar un acuerdo con las comunidades para la cesi¨®n del 15% del IRPF, se abre una intensa etapa de negociaciones. Con la novedad de que Gobierno y nacionalistas van a cambiar de estrategia. Unos y otros han comprendido que sus conversaciones plantean "un problema de venta" y han optado por mantener sus reuniones en el mayor secreto posible. Nadie niega que tanto CiU como PNV, con diferencias, est¨¢n solicitando mayor capacidad financiera.
Los presupuestos en s¨ª mismos no presentan mayores problemas para los nacionalistas. Como recordaron el viernes los ministros de Econom¨ªa, Pedro Solbes, y de Presidencia, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, los presupuestos recogen las demandas nacionalistas de rigor en el d¨¦ficit p¨²blico, as¨ª como incentivos fiscales para las empresas.La cuesti¨®n de fondo est¨¢ en que los nacionalistas encuentr¨¢n ahora, como ellos mismos reconocen, una oportunidad de oro, con un Gobierno minoritario acuciado por la necesidad de aprobar los presupuestos, para tratar de satisfacer algunas de sus demandas.
El problema se plantea en las demandas de financiaci¨®n auton¨®mica. CiU pretende conseguirlas a trav¨¦s de una f¨®rmula de cesi¨®n del 15% del IRPF que le permita disponer de mayor capacidad financiera. El ministro de Econom¨ªa va a tener que hacer un aut¨¦ntico encaje de bolillos el d¨ªa 7 para conciliar las demandas catalana y andaluza. Esta ¨²ltima, convertida ahora en punta de lanza de las "comunidades pobres", que abogan por una neutralidad del sistema.
El PNV sigue una estrategia distinta a la de CiU. Frente a la pol¨ªtica de los acuerdos concretos de los nacionalistas catalanes, el PNV est¨¢ tratando de comprometer al Gobierno en un pacto global en su pol¨ªtica econ¨®mica y auton¨®mica. La reuni¨®n del jueves por la noche de las delegaciones de ambos partidos finaliz¨® con la promesa de la representaci¨®n del Gobierno de entrar por esa v¨ªa y no limitar las conversaciones al pacto presupuestario.
La dificultad de un pacto de estas caracter¨ªsticas la reconocen el Gobierno y el PNV. Este partido trata de conseguir del Gobierno el compromiso de cesi¨®n de 54 transferencias en la legislatura. Fuentes gubernamentales aseguran que "esa demanda se traduce en la reforma de algunas leyes org¨¢nicas del Estado, como la del Poder Judicial, y algunas de las leyes b¨¢sicas de la econom¨ªa, lo que resulta complicado y plantear¨ªa la demanda de las dem¨¢s comunidades".
El PNV, por su parte, reclama que detr¨¢s de esta demanda hay un mandato del Parlamento vasco, respaldado tambi¨¦n por los socialistas y populares vascos. Junto a ello, el PNV insiste en que "el estatuto vasco tiene sus propias peculiaridades y estamos asistiendo aqu¨ª a la autonom¨ªa de la envidia".
Pese a estos escarceos negociadores, el Gobierno conf¨ªa en contar con el apoyo parlamentario de los nacionalistas durante el tr¨¢mite parlamentario. "Estamos en una fase de tir¨®n negociador, pero al final los nacionalistas no pueden negarse a apoyar unos presupuestos con los que est¨¢n b¨¢sicamente de acuerdo. Tiene para ellos muy dif¨ªcil venta impedir la gobernabilidad por causas diferentes a los presupuestos, cuando adem¨¢s no hay dinero para repartir. Hemos entrado en la cultura del pacto y ¨¦ste necesita un aprendizaje para nosotros", se?ala un ministro.
Los reproches a Madrid
Los nacionalistas catalanes y vascos reprochan al Gobierno haber desaprovechado el tiempo desde su formaci¨®n, en julio, y haberles colocado a ellos ante la responsabilidad de aprobar contrarreloj los presupuestos. Admiten que el Gobierno ha necesitado un tiempo de adaptaci¨®n por los cambios en Econom¨ªa y Administraciones P¨²blicas, as¨ª como en el Grupo Socialista. A juicio de los nacionalistas, el Gobierno se ha embarcado en muchos frentes a la vez, no ha establecido jerarqu¨ªas y no se ha planteado a fondo un pacto estable para toda la legislatura. La conclusi¨®n que obtienen los nacionalistas de las reuniones con el Gobierno es que ¨¦ste no cuenta con un proyecto pol¨ªtico para la legislatura.Los nacionalistas, especialmente los vascos del PNV, creen que Felipe Gonz¨¢lez debe liderar un compromiso con los gobiernos catal¨¢n y vasco', y establecer una estrategia clara de gobernabilidad en Espa?a con ellos.
El presidente del PNY, Xabier Arzalluz, y los dirigentes de su formaci¨®n opinan que "el Gobierno debe establecer con claridad su pol¨ªtica de alianzas y asumir los riesgos".
Sobre su propia experiencia, los peneuvistas creen que, "si el Gobierno establece con claridad su pol¨ªtica, podr¨¢ resolver con m¨¢s facilidad sus problemas de partidos".
"Nosotros resolvimos la crisis interna del PNV desde el pacto de gobierno con los socialistas en el Pa¨ªs Vasco", recuerda un dirigente nacionalista.
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