Dineros aut¨®nomos.
LA POL?MICA sobre la cesi¨®n del 15% del IRPF est¨¢ siendo utilizada, con notables excepciones, antes para intentar reventar el posible pacto entre el PSOE y los nacionalistas catalanes que para profundizar en el tema de la financiaci¨®n auton¨®mica. La propuesta, que fue inicialmente lanzada por el propio Gobierno socialista, y s¨®lo m¨¢s tarde asumida por Pujol, pretend¨ªa en su origen introducir un factor de corresponsabilidad de las comunidades aut¨®nomas en la fiscalidad, de manera que sus decisiones de gasto se fundamentasen no solamente en las necesidades, sino en las perspectivas de recaudaci¨®n.La facilidad con que las comunidades han ido aumentando sus presupuestos tiene uno de sus or¨ªgenes en el absoluto desentendimiento de los Ejecutivos aut¨®nomos sobre la evoluci¨®n de las recaudaciones fiscales, porque las subidas o bajadas de impuestos no tienen ning¨²n coste pol¨ªtico para ellos. La cesi¨®n parcial del IRPF persigue tambi¨¦n reducir las partidas finalistas -destinadas a cubrir gastos predeterminados- y aumentar as¨ª la autonom¨ªa financiera. Por ello pretender introducir el IRPF en el sistema de financiaci¨®n y que al mismo tiempo sus efectos sean irrelevantes no tiene mucho sentido. Una cosa es que sean neutrales en el sentido de no perjudicar a ninguna autonom¨ªa, esto es, asegurando que todas reciban un suelo de ingresos equivalente al del antiguo sistema. Y otra es pretender que la mayor autonom¨ªa no redunde en la mejora financiera de las comunidades que ampl¨ªen sus recaudaciones, como sucede en los Estados federales.?sa ha de ser la filosof¨ªa general, que est¨¢ muy lejos de significar una discriminaci¨®n de las autonom¨ªas pobres respecto a las ricas. Implica una igualdad de partida, pero no una uniformidad completa, porque proporcionalmente beneficia m¨¢s a quienes manejan mayores ingresos, y eso depende de la riqueza de una comunidad, cierto, pero tambi¨¦n de su poblaci¨®n, un factor que casi nunca se tiene en cuenta al abordar esta pol¨¦mica. Y oponerse a algo que no te perjudica simplemente porque puede beneficiar m¨¢s al vecino es actuar como el perro del hortelano.
La verdadera discriminaci¨®n que se ha de evitar es aquella que premia a una comunidad a costa de la otra: pero eso est¨¢ garantizado desde el momento en que es el Gobierno quien cede a la comunidad premiada una parte de los ingresos que en principio est¨¢n destinados al Estado. Y ello no significa que el Gobierno pierda, porque lo que hace es ceder a una comunidad una parte -el 15% de los aumentos de recaudaci¨®n que se supone que han sido generados por la aplicaci¨®n del nuevo sistema, que nace como un incentivo para que las comunidades aut¨®nomas sientan como beneficio propio la erradicaci¨®n del fraude fiscal en su territorio. Y retiene el 85% restante: si sube la recaudaci¨®n correspondiente al 15%, tambi¨¦n subir¨¢ la correspondiente al resto.
La Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE) recomendaba, en su ¨²ltimo informe sobre Espa?a, poner en marcha mecanismos de corresponsabilidad fiscal como instrumento para reducir el d¨¦ficit presupuestario y mejorar la eficiencia del sector p¨²blico. El consejo se basaba en la comprobaci¨®n de la mayor eficacia de las comunidades aut¨®nomas en la gesti¨®n de los impuestos cedidos -la recaudaci¨®n en ese tramo creci¨® un 20% por encima de lo previsto-, y en la inviabilidad pr¨¢ctica, por motivos electorales, de recurrir a impuestos suplementarios. Pero el informe llamaba la atenci¨®n tambi¨¦n sobre el crecimiento del d¨¦ficit p¨²blico de las autonom¨ªas, que en muy poco tiempo hab¨ªa pasado de suponer el 0,3% del PIB a m¨¢s del 1,5%. La b¨²squeda de un equilibrio entre la mayor autonom¨ªa y corresponsabilidad recaudatoria y la responsabilidad en el gasto deber¨ªa ser el marco del debate. Por el contrario, el de los agravios comparativos s¨®lo conduce al barullo y la. confusi¨®n.
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