Cuerpos, miradas y canciones

?Perra, lagarta!", chillaba, Emma, con voz de jovencita, emocionada. Con cumplidos que sub¨ªan gradualmente de tono, Emma y el resto de la audiencia del estadio Wembley (Londres) recibieron ayer con mucha excitaci¨®n a Madonna, su estrella americana favorita.Porque Madonna Louise Vernon Ciccione fue directamente al grano en su actuaci¨®n londinense, que marc¨® la inaugurac¨ª¨®n de su gira mundial. Su Girlie show -espect¨¢culo de las chicas- se centr¨® de inmediato en una exhibici¨®n de cuerpos semidesnudos, poses er¨®ticas y miradas insinuantes que encajaban con el esp¨ªritu de la m¨²sica.

Una vez m¨¢s, a sus 35 a?os, la sex symboI americana ha demostrado que se encuentra a sus anchas provocando sensualmente a sus bailarines tanto como a sus fans. Los m¨¢s atrevidos montajes de amor, pasi¨®n y odio llegan a su cima entre los decorados del Girlie show.

Con un impresionante conjunto de sujetador de lentejuelas y pantal¨®n corto negro brillante, Madonna deja en repetidas ocasiones que los bailarines toqueteen su cuerpo macizo. La estrella se divierte y, en un acto sin precedentes, introduce un simulacro de org¨ªa sexual. Al menos seis cuerpos se abrazan entre s¨ª en el suelo del escenario. Ni corta ni perezosa, Madonna se revuelve cari?osamente entre ellos dej¨¢ndose agarrar, acariciar y besar. Todo est¨¢ permitido en esta especie de musical porno cargado de pasi¨®n. De repente, presintiendo quiz¨¢ que el ambiente no est¨¢ excesivamente caldeado, Madonna se enfrenta directamente con su audiencia: "?Os gusta mi espect¨¢culo?", pregunta. Si hasta ese momento nadie quitaba ojo a la diva de Michigan, su desliz de inseguridad tuvo grandes efectos. El estadio se convirti¨® en un alboroto general, en una pista de baile de la que nadie pod¨ªa escapar. "No tir¨¦is vuestras prendas al escenario", protestaba una Madonna radiante de energ¨ªa.

Tras la serie de bailes er¨®ticos y sensuales, lleg¨® el turno de mostrar el grado de madurez de la m¨²sica y espect¨¢culo en directo de Madonna. La estrella fue regresando en el tiempo con cada nuevo n¨²mero o coreograf¨ªa. Imitando a James Brown, sus bailarines pusieron en escena un juego en el que obligaban a salir del escenario a una Madonna cada vez m¨¢s reacia. Los a?os hippies salieron a relucir con temas como Spanish lulaby, La isla bonita o Holiday.

Poco despu¨¦s, el tono circense del decorado del Girlie show -con grandes telones rojos carm¨ªn y pedestales m¨®viles que se erigen por encima de las llamas del fuego- alcanza el m¨¢ximo grado de estilizaci¨®n merced a un juego de luces blancas y negras. La representaci¨®n de Justify my love recuerda a una boda de alto rango. Paralelamente, la elegancia y profes¨ªonalidad en los movimientos de los bailarines deja pasmada a la audiencia.

Madonna no olvid¨® tampoco hacer alusiones sobre la mala prensa que le brindan los profesionales brit¨¢nicos en los ¨²ltimos meses. Busc¨® y se gan¨® la respuesta satisfactoria del p¨²blico: sus fans demostraron ayer que est¨¢n con Madonna, a pesar de que los profesionales de la comunicaci¨®n especulen sobre una presunta saturaci¨®n de la diosa del pop.

Gracias al respaldo incondicional de su audiencia, Madonna se atrevi¨® a dirigir por fin un mensaje a la prensa: "Quiz¨¢, en unos cuantos a?os, me tome unas vacaciones", anunci¨® en Wembley.