El pulcro sistema de Floro

Demasiado perfecto, demasiado equilibrado, demasiado pulcro para que salga bien. Sanchis coge la pelota, en corto sobre Hierro, ¨¦ste a Mart¨ªn V¨¢zquez, que inicia la distribuci¨®n del juego de forma tan te¨®rica que expresa fielmente sobre el campo lo que ha visto en la pizarra: cuatro balones a Vitor, cuatro a Lasa, nueve a Michel, ocho a Dubosvky; uno a Zamorano, tres a Butrague?o.Mart¨ªn V¨¢zquez es el nuevo canalizador designado por Floro para desplegar el juego. Ocup¨® el centro del campo y toc¨® el bal¨®n m¨¢s veces que nadie (89), con una administraci¨®n equitativa, en la que no hab¨ªa lugar para la inspiraci¨®n.

La consigna se cumpli¨® fielmente. De otra manera no se explica que el juego transcurriera una y otra vez por el eje Sanchis-Hierro-Mart¨ªn V¨¢zquez. Y una vez el bal¨®n en poder de ¨¦ste, las entregas que realiz¨® fueron mayontariamente hacia atr¨¢s a los defensas o en paralelo a sus compa?eros del centro del campo; para los hombres en punta, s¨®lo el 8,5% de su juego.

Por eso la insistencia en amanerar el juego con el tuya-m¨ªa para no perder el bal¨®n. Pero de tanto ir y venir acaba en las piernas del contrario, como ocurri¨® el pasado domingo: Mart¨ªn V¨¢zquez recogi¨® fuera del ¨¢rea el despeje de Berto y quiso jugar en corto con Luis Enrique, Maqueda intercept¨® el paso, organiz¨® el contragolpe y se produjo el 0-1.

Fue el noveno bal¨®n que perd¨ªa Mart¨ªn V¨¢zquez en un pase inocen sus compa?eros (incluidos dos a Luis Enrique y uno a Alfonso, sustitutos de Hierro y Butrague?o), de los que ¨²nicamente tres llevaron intenci¨®n y dos de ¨¦stos provocaron ocasiones de gol.

Estas acciones de riesgo fueron realizadas con cuentagotas. El sistema no permite trazar jugadas que s¨®lo puede dibujar la genialidad. Las combinaciones el¨¦ctricas M¨ªchel-Butrague?o hace dos a?os que desaparecieron y Mart¨ªn V¨¢zquez, en su regreso, no ha aportado m¨¢s que rigor te¨®rico. Del chaval que buscaba la jugada m¨¢s efectiva para triunfar, s¨®lo queda el disciplinado centrocampista que de 89 balones que toca, env¨ªa s¨®lo cinco al hueco, buscando la espalda a los defensas.