Ni?os, ni?as y adolescentes
Una econom¨ªa que no crece lo suficiente, como ocurre en Chile desde hace cerca de una d¨¦cada, va generando pesados bolsones que alimentan un c¨ªrculo vicioso de vulnerabilidad al cual ingresan cada vez m¨¢s chilenos
Entre enero y septiembre de 2024 cerca de 29.000 menores de edad fueron consignados como infractores de la ley por el Ministerio P¨²blico chileno. La cifra al tercer trimestre fue, seg¨²n la versi¨®n de prensa, 12,7% superior a la del mismo per¨ªodo del a?o anterior, gan¨¢ndose ese dato un lugar destacado en el pante¨®n de cifras oficiales que peri¨®dicamente escandalizan por dar cuenta de una tragedia de profundas imbricaciones sociales, pol¨ªticas y econ¨®micas.
Si se considera que esta estad¨ªstica parcial del a?o 2024 entregada por la Fiscal¨ªa registra solo a aquellos ni?os, ni?as y adolescentes que el sistema logr¨® identificar como infractores de la ley y que, muy probablemente, el dato verdadero de menores que est¨¢n empantan¨¢ndose en una encrucijada de vida al margen de la ley es mucho mayor, se podr¨¢ comenzar a aquilatar la verdadera magnitud de esta falla sist¨¦mica que supone una tremenda hipoteca social.
Habr¨ªa que agregar que las cifras de deserci¨®n escolar del ¨²ltimo tiempo ya eran una luz de alerta, probablemente conectadas con el mercado laboral¡± lleno de ¡°oportunidades¡± que les presenta a estos menores el submundo del crimen, sin que el Estado y la sociedad como un todo est¨¦n haciendo esfuerzos que permitan ver con esperanzas que este fen¨®meno se contendr¨¢ y, ojal¨¢, revertir¨¢.
Una econom¨ªa que no crece lo suficiente, como ocurre en Chile desde hace cerca de una d¨¦cada, va generando estos pesados bolsones que, por el s¨®lo efecto de la gravedad, como ocurre en un molino de agua, alimentan un c¨ªrculo vicioso al cual ingresan cada vez m¨¢s chilenos.
La informalidad laboral es, evidentemente, una de las facetas de esta tragedia, la que, puesta en fr¨ªos n¨²meros, abarca a m¨¢s de 2,5 millones de personas, es decir cerca de un 28% de las personas ocupadas. Se trata de una situaci¨®n contingente y de una acumulaci¨®n de pasivos, si se permite la expresi¨®n, que tarde o temprano le pasar¨¢ una rotunda cuenta al pa¨ªs.
Los ni?os, ni?as y adolescentes que caen presas de las redes del crimen organizado, las drogas, la marginalidad educacional o la informalidad laboral, son personas para las cuales la probabilidad de reinsertarse es baja o relativamente menos atractiva, dados los esfuerzos que les supone tratar de salir de esa trampa, m¨¢xime cuando lo que les espera del otro lado es una situaci¨®n precaria.
Cuando se ponen sobre la mesa estas realidades, resulta pertinente recordar que como en tantas ¨¢reas los diagn¨®sticos abundan desde hace mucho, como el que en 2018 realiz¨® el Ministerio de Desarrollo Social cuando lanz¨® la campa?a Compromiso Pa¨ªs, la que a partir de un amplio mapa de 16 vulnerabilidades sociales identificadas invitaba a distintos estamentos a sumarse a una cruzada nacional para tratar de resolver esos grandes problemas. Entre ellas estaban los m¨¢s de 6.600 menores que en ese entonces estaban en residencias del Sename y los cinco millones de chilenos mayores de 18 a?os (s¨ª, cinco millones) que no hab¨ªan terminado su educaci¨®n escolar completa. El anuncio ministerial se hizo en octubre de 2018 y logr¨® cierta tracci¨®n, pero es bien sabido qu¨¦ pas¨® en octubre de 2019 y c¨®mo, desde entonces, han evolucionado las cosas.
As¨ª, muchas de esas deudas-pa¨ªs que entonces se calific¨® como vulnerabilidades no han hecho m¨¢s que aumentar y mutar en complejidad, lo que inevitablemente lleva a reflexionar sobre qu¨¦ se ha estado haciendo y qu¨¦ se puede hacer para resolver de manera m¨¢s clara esos problemas.
Y ah¨ª nuevamente es donde el tema del crecimiento vuelve a levantar la mano en un aula pol¨ªtica donde reina el silencio o un desorden de malas ideas, mientras la expansi¨®n del PIB sigue empantanada en torno al 2%, es decir por debajo del nivel suficiente para absorber las necesidades sociales. ?Puede un Estado, que est¨¢ al l¨ªmite del endeudamiento recomendable, abordar estos retos? ?Puede el sector privado, donde empujar una inversi¨®n toma ocho a?os, ofrecer m¨¢s oportunidades?
La magnitud del problema es enorme y la presi¨®n que se est¨¢ acumulando no es menor. Cada a?o en que la expectativa del pa¨ªs es caer o permanecer igual de mal que el anterior, es un a?o que inyecta m¨¢s presi¨®n al sistema, al cual muy pocos lo est¨¢n monitoreando con el man¨®metro adecuado.
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