El estreno de 'Germinal' se convierte en un homenaje a la clase obrera
La 'gauche caviar' festeja en Lille el filme franc¨¦s mas caro
Tambi¨¦n en este caso el j¨²bilo, como dir¨ªa Juan Gil Albert, coincide con la jubilaci¨®n. Un siglo y pico despu¨¦s de la publicaci¨®n de Germinal, el cine franc¨¦s consagra a esta novela de Emile Zola el m¨¢s alto presupuesto de su historia, un reparto en el que figura su principal estrella, G¨¦rard Depardieu, y una promoci¨®n de lujo. Pero en Francia casi no quedan mineros, el socialismo que los defendi¨® busca el modo de renacer de sus cenizas y los intelectuales, el grupo de presi¨®n fundado por Zola, est¨¢n muy malitos.
El realismo social de Zola triunfa en la gran pantalla cuando la ¨¦poca que describi¨® ha muerto. La pel¨ªcula Germinal es un homenaje p¨®stumo a la clase obrera.Germinal, filme dirigido por Claude Berri, se estrena hoy en Francia. En la noche del pasado lunes, los n¨¢ufragos del socialismo franc¨¦s, y al frente de ellos el presidente Francois Mitterrand y su inseparable Jack Lang, tuvieron ocasi¨®n de verlo en Lille. La mayor¨ªa de los invitados -el periodista Serge July, la ecologista Dominique Voynet, los actores Isabelle Adjani y Frabice Lucchini y otras figuras del Tout Paris de izquierdas- viajaron hasta la anta?o industriosa y hoy deprimida Lille en el tren de alta velocidad que la une con la capital francesa.
Los invitados, seg¨²n relataban ayer los diarios parisienses, aprovecharon la hora de trayecto para ponerse ciegos de langosta, foie gras y caviar, y vaciar 150 botellas del mejor champagne. El coste del refrigerio ascendi¨® a 15.000 pesetas por cabeza; el de toda la velada a unos 42 millones de pesetas.
Y es que en los a?os ochenta el socialismo franc¨¦s termin¨® convirti¨¦ndose en la gauche caviar, no sin haber tenido que realizar la dolorosa reconversi¨®n industrial que cerr¨® las minas de la regi¨®n del Norte-Paso de Calais, esas kilom¨¦tricas cavernas en las que extra¨ªan hierro y carb¨®n los gueules noires, los rostros negros protagonistas de Germinal. La d¨¦cada de poder socialista en Francia fue la del final de la clase obrera. El grupo social destinado a dirigir el porvenir radiante de la humanidad se descompuso entre parados y empleados de los servicios.
Aunque Zola fuera tambi¨¦n un poco gauche caviar -le encantaba ganar dinero y vivir como un pach¨¢-, el autor de Germinal siempre fue fiel a su divisa: "Vivir indignado". Zola cre¨® la moderna noci¨®n de intelectual, el escritor o artista comprometido con la libertad y la justicia. Lo hizo el 13 de enero de 1898, al publicar en el peri¨®dico L'Aurore su c¨¦lebre J'acusse, vibrante alegato en defensa del capit¨¢n Dreyfus, detenido bajo la acusaci¨®n de espiar para los alemanes. Dreyfus era jud¨ªo y, como subray¨® Zola, esa era la principal prueba en su contra. El escritor pag¨® su gesto con el exilio, pero Dreyfus, tras doce a?os de detenci¨®n, termin¨® siendo rehabilitado.
Noticias dolorosas
Hoy, los intelectuales tampoco existen como grupo de presi¨®n en Francia. Atiborrada de noticias dolorosas en directo, la opini¨®n p¨²blica no hace el menor caso a sus cada vez m¨¢s raros y menos motivados escritos de denuncia en los diarios y revistas. Tambi¨¦n aqu¨ª puede hablarse del final de una ¨¦poca.Zola profundiz¨® el realismo de sus maestros Stendhal, Flaubert y Balzac. Si ellos contaron historias individuales, Zola narr¨® peripecias colectivas. Su ¨¦poca, el ¨²ltimo tramo del siglo XIX, fue la del triunfo de la industrializaci¨®n y el nacimiento de la sociedad de masas. Zola supo contarlo con minuciosa precisi¨®n en obras como Germinal o La bestia humana. Para preparar sus novelas, Zola utilizaba los m¨¦todos del soci¨®logo y del periodista. Germinal es todo un estudio sobre los gueules noires del noroeste de Francia, sobre sus luchas para mejorar sus atroces condiciones de vida y de trabajo, para crear sindicatos y conquistar el derecho de huelga. Zola estuvo con ellos, en plena huelga de los mineros de Anzin, una de las m¨¢s largas del siglo XIX. Y con ellos descendi¨® a 700 metros por debajo de la tierra.
Demasiado larga
La pel¨ªcula de Claude Berri, la s¨¦ptima adaptaci¨®n al cine de Germinal, ha costado 165 millones de francos (m¨¢s de 3.600 millones de pesetas). Como le ocurre a tantos productos franceses, es hermosa, bien interpretada, rigurosa en los detalles hist¨®ricos y demasiado larga: nada menos que dos horas y media.El cantante anarquista Renaud encarna el papel principal, el del combativo Lantier; el insaciable Depardieu es su camarada Maheu; la vivaracha Miou-Miou da vida a la Maheude. Pero el alma del filme son los 600 ex mineros y familiares de ex mineros que hacen de figurantes. Ellos aportan una verdad que empieza a pertenecer al pasado: las colas ante la oficina del paro han sustituido a las colas para entrar en el pozo minero.
Germinal resulta ser una pel¨ªcula de adi¨®s al movimiento obrero, pero tiene raz¨®n Depardieu cuando dice: "Puestos a cultivar la nostalgia, tiene m¨¢s sentido hacerlo con los mineros que con los dinosaurios".
Babelia
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