Aire espa?ol y color jamaicano en la clausura de la Pasarela Cibeles

La Pasarela Cibeles de Madrid termin¨® con sabor espa?ol y color jamaicano. Los sevillanos Victorio y Luchino y la modelo Naomi Campbell fueron las estrellas de la clausura, el jueves por la noche, aunque s¨®lo fuera por el optimismo que crearon a su alrededor. Los gruesos labios y la mirada chulesca de Naomi Campbell, enfundada en un bello traje de volantes -versi¨®n en alta costura del tradicional vestido de faralaes con lujoso mant¨®n de seda bordada incorporado-, fueron el eje del desfile.

Victorio y Lucchino escucharon sonoros pitidos por el retraso del comienzo del desfile, que se convirtieron, a su salida en pasarela entre el frufr¨² de cancanes y tules, en calurosos aplausos por parte de un p¨²blico que les brind¨® claveles rojos como si de dos toreros se tratara.La Pasarela Cibeles cerr¨® con color tras unas jornadas caracterizadas por los tonos neutros. Y lo hizo de la mano de Victorio y Lucchino, con una colecci¨®n cada vez m¨¢s arraigada en las ra¨ªces espa?olas. Por una mujer ce?ida, con volantes, mantones y velos de tul, apostaron los dise?adores sevillanos para el pr¨®ximo verano.

Siguiendo con su tradici¨®n de sacar a flote el sabor de nuestra tierra, como ellos mismos dicen, Victorio y Lucchino mostraron una colecci¨®n trabajada en una alegre paleta de colores: rojos, amarillos, verdes y a?iles combinados en grandes cuadros o fluidos estampados, sin olvidar los blancos y los negros. Como elementos primordiales de sus modelos figuran los mantones -bordados, lisos, estampados, rematados en flecos- y los volantes.

Ausencia de pantalones

Ni un solo pantal¨®n desfil¨® en la pasarela de Vitorino y Lucchino. Vestidos superce?idos hasta casi la rodilla y rematados por una cascada de volantes, o faldas repletas de volantes de diferentes estampados que recordaban un baile z¨ªngaro fueron algunas de las propuestas presentadas por los sevillanos, con tejidos de linos, gasas, crespones y punto.Destacar los modelos a base de vestidos negros pegados al cuerpo y hasta el suelo, con grandes aberturas laterales y centrales y con tiras bordadas blancas, todo ello complementado con unos mantones de tul negro tambi¨¦n bordados en blanco.

Inmediatamente antes del desfile de Vitorio y Lucchino, el turno fue para Javier Larra¨ªnzar, hijo del sastre del Rey, quien, a pesar de sus 25 a?os, apost¨® por una l¨ªnea de un clasicismo sin fisuras. La infanta Elena quiso mostrar con su presencia el apoyo a este dise?ador, que presentaba por primera vez colecci¨®n en solitario en la Pasarela Cibeles. Tejidos vaporosos y de una gran calidad, con pinta de costar muchos miles de pesetas el metro; estampados que semejan dibujos de cer¨¢mica sevillana, y pinceladas de color marcan el perfil de su colecci¨®n, en el que se apuesta de una manera decidida por los pantalones, los hombros desnudos y los mandiles.

Javier Larra¨ªnzar cont¨® tambi¨¦n con el apoyo de otra top model: Kate Moss, tambi¨¦n brit¨¢nica, de 20 a?os, y con un aire tranquilo e infantil que contrast¨® con la chuler¨ªa y las prisas mostradas por Naomi Campbell, cuatro a?os mayor. De lo que no se puede quejar Naomi Campbell, famosa por sus arranques de mal humor, es de los dos millones y medio de pesetas que cobr¨® por los cuatro trajes que mostr¨® de la colecci¨®n de los sevillanos.