Resistencia de los vieneses a recoger sus basuras en nueve bolsas diferentes

Un m¨ªnimo de dos horas a la semana y una buena dosis de concentraci¨®n mental tendr¨¢n que ocupar las amas de casa austriacas para separar la basura dom¨¦stica en nueve categor¨ªas distintas, si deciden acatar un nuevo y complicad¨ªsimo decreto que entr¨® en rigor el viernes pasado. Las nuevas regulaciones de la ministra de Medio Ambiente, Maria Rauch-Kallat, que obligan a una estricta divisi¨®n de los desechos, han causado abierta resistencia en todo el espectro pol¨ªtico del pa¨ªs. La Sociedad de Protecci¨®n al Consumidor ha llamado a la "desobediencia civil" a la poblaci¨®n, aunque el decreto incluye los controles de inspectores, que pueden imponer multas del equivalente hasta 400.000 pesetas.A pesar del empe?o del Ministerio de Medio Ambiente, que inici¨® una campa?a de publicidad para motivar y explicar a la poblaci¨®n las nuevas regulaciones, muchos de los afectados reconocen que a¨²n no entienden c¨®mo y d¨®nde tendr¨¢n que tirar la basura.

El s¨¢bado por la ma?ana se ve¨ªa en Viena a hombres y mujeres con aires de confusi¨®n cargados con bolsas y cajas ecol¨®gicas para depositarlas en unos enormes contenedores industriales de color verde situados en las esquinas de las calles. Hasta ayer no se hab¨ªan instalado a¨²n la totalidad de los dep¨®sitos para los restos pl¨¢sticos, por lo que muchos, a pesar de sus buenas intenciones, se vieron obligados a regresar a sus casas con los paquetes de restos.

Familias con miembros motivados por grupos ecologistas colocaron en. los portales de sus viviendas diversas cajas para depositar los desechos dom¨¦sticos. Seg¨²n el decreto, las basuras se dividir¨¢n en: vidrio blanco, vidrio verde, papel y cart¨®n, metal, pl¨¢sticos livianos (botellas de gaseosas, bolsas, envases de yogur), tetra-brik, basura bio (restos de comidas), metales con restos qu¨ªmicos (pinturas, lacas ... ) y, finalmente, basura de los restos que incluyen todos los materiales que no entran en las categor¨ªas anteriores.

La mayor cr¨ªtica al decreto es que no incluyen normas para los fabricantes que podr¨ªan cambiar sus envases por otros menos da?inos al medio ambiente. "Hay que evitar la basura, no dividirla", dijo el encargado socialdem¨®crata para Asuntos Ecol¨®gicos en Viena, Michael H?upl. En Austria existe una infraestructura deficiente para el reciclaje de desechos, y muchos temen que el destino de la basura dividida ser¨¢ finalmente mezclarse en un solo dep¨®sito.