Un regreso lastrado por los desaf¨ªos econ¨®micos
Esperanza. El pueblo griego se ha volcado mayoritariamente a favor de una palabra m¨¢gica. Esperanza ha sido el lema de la campa?a que ha dado el triunfo al Movimiento Socialista Panhel¨¦nico (PASOK) y a su carism¨¢tico l¨ªder, el veterano Andreas Papandreu. Pero la tarea a la que se enfrenta el nuevo Gobierno griego no es balad¨ª. Los indicadores econ¨®micos sit¨²an Grecia como el pa¨ªs m¨¢s pobre de la Comunidad Europea (CE), al punto de que jam¨¢s se plante¨® la posibilidad de incorporar la moneda nacional, la dracma, al Sistema Monetario Europeo.Pacto social ha sido la segunda palabra m¨¢gica del vocabulario de la campa?a socialista. Seg¨²n han reiterado hasta la saciedad los candidatos del PASOK en todos los actos electorales, el acuerdo entre empresarios y asalariados generar¨¢ las condiciones de estabilidad y confianza que exigen los inversores extranjeros para arriesgar su capital en el flanco sur de los Balcanes. Fuentes del PASOK aseguran que la sociedad griega est¨¢ madura para el pacto y que los sondeos preeliminares entre los agentes econ¨®micos inducen al optimismo. El principal sindicato CGT, de filiaci¨®n socialista, es, en principio, aliado del PASOK.
El ex primer ministro conservador, Constantino Mitsotakis, ha culpado a los magnates econ¨®micos de haber provocado su ca¨ªda. Pero el hecho de que los grandes empresarios hayan retirado su apoyo a Nueva Democracia no implica que se lo vayan a otorgar al PASOK. Una revisi¨®n prudente de la pol¨ªtica de privatizaciones, que dif¨ªcilmente podr¨¢n abandonar los; socialistas si de verdad pretenden reducir el impresionante d¨¦ficit p¨²blico, puede dar cr¨¦dito al :nuevo Gobierno, pero la negocitaci¨®n promete ser dura.
Acceso de prudencia.
Papandreu, en un acceso de prudencia, ha asegurado que los sueldos de los trabajadores s¨®lo podr¨¢n subir en funci¨®n de las mejoras en la productividad, pero se ha mostrado magn¨¢nimo con relaci¨®n a los funcionarios. El Gobierno consevador despidi¨® a unos 45.000 empleados del servicio p¨²blico y ha mantenido congelados sus salarios durante el pasado a?o y medio, un periodo en el que los precios han subido m¨¢s de un 20%.
El PASOK ha prometido que no consentir¨¢ una devaluaci¨®n de la dracma, que ha perdido un 30% de su valor frente al marco alem¨¢n en los ¨²ltimos tres a?os. Y asegura que la lucha contra la deuda p¨²blica y contra la inflaci¨®n son una y la misma. La contenci¨®n de la inflaci¨®n a trav¨¦s del incremento de los tipos de inter¨¦s repercute negativamente sobre el coste de la deuda p¨²blica, mientras que la reducci¨®n del precio del dinero influye directamente en el consumo y genera el indeseado incremento de los precios. Es s¨®lo una muestra m¨¢s del dif¨ªcil equilibrio entre los bolsillos p¨²blico y privado a que debe enfrentarse el nuevo Gobierno socialista.
Uno de los pocos puntos de coincidencia de los programas consevador y socialista es el referido a la mejora de la gesti¨®n de la Hacienda p¨²blica. La escasa responsabilidad de los ciudadanos griegos en cuanto a sus obligaciones fiscales es uno de los principales objetivos a batir por la futura Administraci¨®n si realmente pretende convertir Grecia en un pa¨ªs moderno capaz de cumplir rigurosamente con la pol¨ªtica de convergencia dictada desde Bruselas.
La dif¨ªcil situaci¨®n geogr¨¢fica de Grecia tambi¨¦n exige algo m¨¢s que palabra m¨¢gicas. El PASOK ya ha anunciado que a finales de este mes se reanudar¨¢n en las Naciones Unidas las conversaciones con los representantes de la rep¨²blica ex yugoslava de Macedonia, suspendidas a finales de septiembre.
Largas jornadas
La tarea de Papandreu no es f¨¢cil. A sus 74 a?os, debilitado por su paso por el quir¨®fano en 1989, sus colaboradores reconocen sin ambages que no es capaz de soportar las largas jornadas de trabajo que le exigir¨¢ la inminente presidencia de turno de la CE. Pero Papandreu se ha condenado a s¨ª mismo a llevar hasta la modernidad la pesada carga que representa la Grecia actual y entrar en el mundo occidental.
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