El embalse de Itoiz enciende la pol¨¦mica

La construcci¨®n del embalse de Itoiz, a 30 kil¨®metros de Pamplona, va camino de convertirse en otra importante bronca. Las obras comenzaron en primavera, pero han avanzado muy poco. Tienen un presupuesto total de 16.406 millones de pesetas. Asociaciones ecologistas nacionales, como la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental (CODA) y Greenpeace, y asociaciones navarras, como la propia Coordinadora de Itoiz, se oponen al proyecto. El asunto se complica, porque dos partidos parlamentarios navarros, Izquierda Unida y Herri Batasuna, tambi¨¦n opinan que el embalse no deber¨ªa hacerse. La secretaria de Estado de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha anunciado que va a estudiar de nuevo el impacto ambiental de la obra.La CODA incluy¨® a Itoiz, junto con Oma?a y Vidrieros, en la lista de los nuevos embalses m¨¢s nefastos para el medio ambiente. Oma?a y Vidrieros fueron prohibidos por su impacto ambiental. El embalse, con brazos en forma de V de m¨¢s de 5 y 10 kil¨®metros, anegar¨¢ 1. 100 hect¨¢reas de terreno con los caudales de los r¨ªos Irati y Urrobi, sujetos por una presa de 130 metros de altura. Itoiz, que fue adjudicado en abril del a?o pasado, cubrir¨¢ total o parcialmente 10 pueblos y obligar¨¢ a 60 vecinos de Nagore, ArtozquI, Itoiz y Usoz a abandonar sus casas para siempre.

La obra afectar¨¢ directamente a una zona prepirenaica de especial valor porque en ella confluyen los ecosistemas atl¨¢ntico y mediterr¨¢neo. Incidir¨¢ en tres espacios declarados reservas naturales por el Gobierno de Navarra en 1986: El Poche de Txintxurrinea y las foces de I?arbe y Gaztelu. Adem¨¢s, afectar¨¢ a dos zonas de especial protecci¨®n para las aves (ZEPA), ubicadas en las sierras de Artmiba y Zariquieta y en los Montes de Areta, ¨¢reas de protecci¨®n de la CE en las que habitan m¨¢s de cien especies de fauna protegida y que fueron declaradas en 1990. Entre las especies amenazadas figuran el ¨¢guila real, el quebrantahuesos, el alimoche, el gato mont¨¦s, el tur¨®n, el desm¨¢n de los Pirineos, la marta, el buitre, b¨²ho real, halc¨®n peregrino, zorro, tej¨®n, gardu?a, mirlo, ruise?or y curruca.

En diciembre de 1985, la empresa madrile?a Dendros, SA, efectu¨® un estudio de impacto ambiental (EIA) por encargo del Gobierno navarro que sirvi¨® de base para conocer las repercusiones ecol¨®gicas del proyecto. El vicepresidente del Gobierno navarro, Miguel Sariz, reconoci¨® ante una comisi¨®n parlamentaria celebrada en Pamplona el pasado 10 de junio que tal estudio se realiz¨® sobre el anteproyecto de embalse, que databa de 1975.

Despu¨¦s, en febrero de 1989, el estudio se ampli¨®, si bien en esa fecha a¨²n no se hab¨ªa aprobado siquiera el proyecto t¨¦cnico de la obra, que recibi¨® luz verde en noviembre de 1990. Ni el primer estudio pudo tener en cuenta el car¨¢cter de las tres reservas naturales, que fueron declaradas al a?o siguiente, ni la revisi¨®n posterior pudo atender a las dos ZEPA, pues volvi¨® a ocurrir lo mismo, fueron declaradas al siguiente a?o.

El propio Instituto para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (Icona) elev¨® en junio de 1990 a la Direcci¨®n General de Medio Ambiente del Ministerio de Obras P¨²blicas varias alegaciones destacando no s¨®lo los efectos que producir¨ªa la obra del embalse sino los que se derivar¨ªan en 30 enclaves naturales situados aguas abajo del mismo. Ahora, todo ha dado un giro. Recientemente, Cristina Narbona, secretaria de Estado de Medio Ambiente y Vivienda reconoci¨® que la evaluaci¨®n de impacto ambiental no se hizo "en las condiciones perfectas" y anunci¨® que ha pedido que se revise el impacto ambiental de la obra.

El Gobierno aut¨®nomo no niega que se vayan a producir impactos "cr¨ªticos" y "severos", pero estima que todos ellos son "asumibles" y, por tanto, el embalse es "realizable". Como explicaci¨®n, Miguel Sanz ha aludido a lo dif¨ªcil que es establecer la barrera de lo asumible y afirma que ¨¦sta depende siempre de la escala social de valores y de la sensibilidad ambiental de la poblaci¨®n. El Gobierno navarro, el Ministerio de Obras P¨²blicas y la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Ebro han estimado hasta ahora que los costes naturales son asumibles, las ¨¢reas protegidas no se ven afectadas, y que existe un programa de correcci¨®n y vigilancia ambiental con un presupuesto de m¨¢s de 600 millones de pesetas.

Regad¨ªo

El objetivo oficial del embalse es llevar el regad¨ªo a 57.000 hect¨¢reas de Navarra. Sin embargo, para que eso pueda hacerse efectivo, el embalse necesita un cord¨®n umbilical, el canal de Navarra, que con una longitud de unos cien kil¨®metros y unos costes superiores a Itoiz -que cubrir¨ªan el Gobierno aut¨®nomo y el central- fcruzar¨ªa Navarra con unos da?os medioambientales que a muchos les hace llevarse las manos a la cabeza. Los cr¨ªticos con el embalse ven como una barbaridad que se construya el canal, pero tambi¨¦n que no se llegue a hacer: "Entonces, ?para qu¨¦ servir¨¢ el embalse? Ser¨¢ un destrozo, y encima in¨²tfl", dicen. Las cifras de v¨¦rtigo -miles y miles ?le millones complican a¨²n m¨¢s el proyecto.La Coordinadora de Itoiz ha interpuesto una queja ante la Direcci¨®n General XI de Medio Ambiente de la CE en Bruselas y presentado un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid impugnando el procedimiento de elaboraci¨®n del estudio de impacto ambiental. El Gobierno de Navarra sostiene que los reg¨ªmenes legales de protecci¨®n de las ZEPA no son de aplicaci¨®n en este caso, porque se constituyeron despu¨¦s de aprobado el proyecto.