El derecho a ejercer
La futura regulaci¨®n del acceso a la abogac¨ªa abre el debate sobre la formaci¨®n pr¨¢ctica de los letrados
"El licenciado que sale de la Facultad de Derecho no tiene ni idea de c¨®mo defender". Lo dicen los abogados y lo reconocen los propios estudiantes de Derecho, que personalmente ser¨¢n los m¨¢s afectados por la regulaci¨®n que prepara Justicia y el Consejo General de la Abogac¨ªa para el acceso de los licenciados al ejercicio de la profesi¨®n, que hoy s¨®lo requiere colegiarse. Menos acuerdo hay sobre las soluciones a esa situaci¨®n. Unos abogados piden formaci¨®n pr¨¢ctica a la Universidad, porque desconf¨ªan de la pasant¨ªa, "¨²nica soluci¨®n", seg¨²n otros. Algunos estudiantes comienzan a movilizarse, preocupados, mientras que otros, expectantes, dicen que "todo depende de c¨®mo se haga".La noticia se estaba gestando desde hace tiempo, pero estall¨® la semana pasada cuando, al mismo tiempo que el nuevo ministro de Justicia, Juan Alberto Belloch, ped¨ªa al Parlamento un pacto de Estado para la reforma de la justicia, el presidente del Consejo General de la Abogac¨ªa, Eugeni Gay, informaba de la preparaci¨®n de una norma que impedir¨¢ acceder al ejercicio profesional a los licenciados en Derecho que no hayan demostrado su capacitaci¨®n. Gay asegur¨® que Espa?a es el ¨²nico pa¨ªs de la CE donde basta el t¨ªtulo de licenciado en Derecho para ejercer como abogado.
Gay puso el acento en el enorme" n¨²mero de abogados que hay en Espa?a, 80.000, mientras que en una naci¨®n como Francia, que nos supera en 18 millones de habitantes, s¨®lo hay 25.000. Otro dato que ofreci¨® fue que en 1992 se colegiaron en Espa?a 3.700 nuevos abogados, es decir, m¨¢s de la mitad del total de letrados con que cuenta Holanda. En el Ministerio de Justicia consideran que la regulaci¨®n es inexorable, porque la impone una directiva de la CE, y es necesario que los abogados de los restantes pa¨ªses de la comunidad tengan que demostrar su capacidad para defender en Espa?a, requisito que no se les puede exigir mientras a los espa?oles les baste la licenciatura.
Al margen de la necesidad de establecer una situaci¨®n de reciprocidad respecto a los abogados espa?oles que pretenden ejercer en pa¨ªses de la CE -a quienes les exigen acreditar su capacidad-, fuentes de Justicia se?alaron, que los licenciados espa?oles "no est¨¢n en condiciones de hacerse cargo de la defensa de un ciudadano al d¨ªa siguiente de obtener la licenciatura". Desde Justicia se estima que la nueva normativa dignificar¨¢ la profesi¨®n de abogado y el servicio prestado a los ciudadanos. Entre las f¨®rmulas que se barajan figura una que permita optar entre un examen o un periodo de capacitaci¨®n -que Gay desea de dos a?os- en una Escuela de Pr¨¢ctica Jur¨ªdica.
La primera alarma se ha producido en los ¨²ltimos cursos de las facultades de Derecho. Desde La Laguna (Tenerife), en donde han comenzado a hacerse asambleas y se preparan movilizaciones, Sergio Armas, de 23 a?os, estudiante de cuarto de Derecho, considera que la medida "es injusta hacia nosotros, aunque pueda tener parte de raz¨®n hacia la sociedad, ya que es verdad que nos hacen falta m¨¢s conocimientos para ejercer la profesi¨®n". Armas pide tajantemente que no se siga adelante con ese proyecto. "Lo que buscan es cerrarnos el camino, porque un joven se come el mundo y les quita trabajo a ellos", asegura.
Javier Moreno, estudiante de quinto de Derecho en la Universidad Aut¨®noma de Madrid y directivo de la Asociaci¨®n de Estudiantes de Derecho (AED), piensa que la medida "no es buena ni mala, porque depender¨¢ de c¨®mo se haga". Para ¨¦l, existe el peligro de que se pretenda "una cooptaci¨®n del mercado" pero cree que tambi¨¦n puede producirse "una institucionalizaci¨®n de las pr¨¢cticas", en cuyo caso, siempre que no resulten gravosas ni excesivamente largas, se den facilidades y no se limiten las plazas, podr¨ªa resultar aceptable.
Tanto para Moreno como para otra compa?era de curso y de asociaci¨®n, Sira Montero, lo mejor ser¨ªa aprovechar que en el nuevo plan de estudios, de cuatro a?os, los seis ¨²ltimos meses se dedican a pr¨¢cticas. "Bien hechas podr¨ªan servir para preparar de cara al ejercicio profesional, porque las pr¨¢cticas no est¨¢n al alcance de todo el mundo", razona Montero. Otros alumnos exigen que no duren m¨¢s de un a?o y sean gratuitas.
Entre los abogados las opiniones son muy diversas. Fernando Oliete, presidente de la Asociaci¨®n Libre de Abogados (ALA), piensa que "esto ser¨ªa una dificultad m¨¢s para los abogados que empiezan". Jos¨¦ Luis Gal¨¢n, tambi¨¦n de ALA, apuesta por la soluci¨®n universitaria, "hacer hincapi¨¦ en los planes de estudios", porque considera que "la pasant¨ªa es una explotaci¨®n".
En cambio, Jos¨¦ Ignacio Montejo, de la Asociaci¨®n Cr¨ªtica del Derecho, cree que la soluci¨®n es "organizar bien la pasant¨ªa, con desgravaciones fiscales a cambio de comprometerse a formar un abogado, porque lo que no puede ser", explica, "es que se aprenda a base de hacer desmanes al ciudadano". Niega que pueda confiarse en la Universidad, porque asegura que "la pr¨¢ctica profesional s¨®lo se aprende en un despacho". En todo caso considera "irresponsable mantener la situaci¨®n actual". "Es responsabilidad de los colegios", afirma, "respetar al ciudadano, en lugar de proteger al abogado, y ocuparse de la formaci¨®n profesional".
Fernando G¨®mez-Chaparro D¨ªaz, directivo del Grupo de Abogados J¨®venes, desconf¨ªa de la formaci¨®n universitaria y de la que pueda darse en cursos o en escuelas de pr¨¢cticas, de las que "lo m¨¢s probable", dice "es que se salga en la misma situaci¨®n que se entr¨®". Para G¨®mez-Chaparro, "la de abogado es una profesi¨®n basada en la confianza y que s¨®lo se aprende siendo abogado". Insiste: "Se aprende en la calle, peleando, o no se aprende. Poner m¨¢s trabas a los licenciados me parece muy mal".
En cambio, el ex presidente del mismo grupo, Javier Barrilero Y¨¢rnoz, es "partidario de alg¨²n tipo de especializaci¨®n posterior a la licenciatura, ya sea una pasant¨ªa, un examen o determinados a?os de pr¨¢cticas".
El debate est¨¢ servido.
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