Clinton dice que EE UU no ser¨¢ el dictador mundial
Los recientes conflictos de Somalia y Hait¨ª, unidos a la crisis pendiente en Bosnia y las frecuentes discrepancias con las Naciones Unidas y con los aliados europeos, han obligado al presidente norteamericano, Bill Clinton, a reconsiderar su pol¨ªtica exterior. Clinton cree que Estados Unidos -inmerso en un proceso de reconstrucci¨®n nacional- debe compartir con otras naciones las responsabilidades internacionales, y advierte que su pa¨ªs no va a convertirse en "dictador del mundo" ni en el polic¨ªa al que se acuda cada vez que un conflicto estalle. Al contrario, el presidente norteamericano sostiene que su Gobierno tiene que actuar, primero y fundamentalmente, en defensa de sus propios intereses pol¨ªticos y econ¨®micos.
"Creo que hay dos cosas que para m¨ª son evidentes en este momento: n¨²mero uno, que Estados Unidos no puede resolver todos los problemas. N¨²mero dos, que una vez que decidimos buscar una soluci¨®n junto a otros pa¨ªses, no podemos esperar que ellos hagan simplemente lo que nosotros queremos. Incluso aunque queramos que lo hagan, no lo van a hacer", afirma Clinton en una entrevista con The Washington Post. El diario tambi¨¦n habl¨® con el secretario de Estado, Warren Christopher, y con varios congresistas y expertos para presentar un amplio informe sobre los conflictos internacionales a los que ha tenido que hacer frente la Administraci¨®n dem¨®crata en sus primeros 10 meses.Clinton reconoce en esas declaraciones haber cometido errores en la direcci¨®n de su pol¨ªtica exterior. Principalmente admite que ha dedicado poco tiempo a los problemas internacionales y que tard¨® mucho en abrir el debate que tuvo que encarar tras la muerte de 18 soldados norteamericano en Somalia. "Parte de mi trabajo es crear un debate nacional, y quiz¨¢ deb¨ªa haberlo empezado mucho antes y con mayor intensidad", afirma. Clinton admite que, cuando conoci¨® la informaci¨®n sobre los combates de Mogadiscio, ni siquiera sab¨ªa que las tropas norteamericanas estaban todav¨ªa persiguiendo a Mohamed Far¨¢ Aidid.
Colapso
En Hait¨ª, el presidente norteamericano no admite errores. Considera que ¨¦se es un caso t¨ªpico extremo en el que, sin estar en juego intereses norteamericanos, Estados Unidos tiene que asumir responsabilidades de acuerdo a sus principios: "Si nosotros no restauramos la democracia, todo el pa¨ªs sufrir¨¢ un colapso".
En Bosnia, seg¨²n Clinton, el ¨²nico error fue creer que EE UU podr¨ªa imponer su plan contra la voluntad de los europeos. Tanto Christopher como Clinton se quejan de que los europeos "utilizan una ret¨®rica antinorteamecana para culpar a EE UU de los errores que Europa ha cometido" [Christopher]. El presidente norteamericano a?ade sobre ese asunto: "Yo todav¨ªa creo que perd¨ªmos una gran oportunidad de ser m¨¢s agresivos [en Bosnia]. Estoy convencido de que la ONU cometi¨® un gran error al incluir a los bosnios en el embargo de armas. No lo pude entender y todav¨ªa no lo entiendo. Pero los pa¨ªses que ten¨ªan tropas sobre el terreno pensaban diferente. Me criticaron por no presionar m¨¢s fuertemente a Francia y al Reino Unido... Pero yo comprend¨ª que ning¨²n Gobierno [europeo] iba a poner en riesgo sus propios intereses, por muy fuerte que fuese la presi¨®n de Estados Unidos. Creo que sobreestimamos nuestra capacidad de presionar a Europa".
Los casos de Bosnia y Somalia son ejemplos para Clinton del tipo de pol¨ªtica exterior, coordinada y limitada, que Estados Unidos tiene que construir en esta era. "El final de la guerra fr¨ªa no convierte a Estados Unidos en el dictador del mundo", sostiene, "ni el pueblo norteamericano est¨¢ dispuesto a asumir los sacrificios humanos y econ¨®micos que supone ese papel".
"Desde un punto de vista estrictamente militar", a?ade, "no hay duda de que nosotros Podr¨ªamos haber ido a los barrios del sur de Mogadiscio [el territorio de Aidid], haber sacado a todo el mundo de sus casas y haber tomado esa zona. Pero no lo hicimos porque no fuimos all¨ª a matar gente o a colaborar con un grupo en contra de otro".
Bill Clinton considera que la ¨¦poca en la que Estados Unidos impon¨ªa su voluntad en el mundo ha pasado. Seg¨²n su criterio, durante la guerra fr¨ªa, la opini¨®n p¨²blica norteamericana respaldaba las intervenciones en el exterior porque estaba claro que, en un mundo bipolar, en cada conflicto estaba en juego la seguridad de Estados Unidos. Esa ¨¦poca pertenece al pasado, explica Clinton: "Yo pienso que nunca m¨¢s el pueblo norteamericano va a mirar hacia el exterior, excepto cuando vean claramente que sus intereses est¨¢n en juego"
Desconcierto
?sta es la raz¨®n, a?ade, por la que la pol¨ªtica de la Casa Blanca respecto a Rusia, Oriente Pr¨®ximo, las armas nucleares o el Grupo de los Siete ha tenido m¨¢s ¨¦xito, porque en esos temas el inter¨¦s norteamericano es inmediato y palpable.
Bill Clinton cree que el mundo actual presenta un aspecto de indefinici¨®n y desconcierto similar al que se conoc¨ª¨® durante la post II Guerra Mundial. "No creo que sea un mundo sin reglas", dice, "pero s¨ª creo que es un mundo en el que tenemos que crear nuevas normas basadas en principios y en una forma realista de ver nuestros propios intereses".
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