"El sistema de cambios actual no es saludable para las econom¨ªas"
El avance de la uni¨®n europea y del tratado de libre comercio entre EE UU y M¨¦xico (Nafta), y la Ronda Uruguay, despejar¨¢n las incertidumbres financieras. Es la opini¨®n de Akio Morita, el presidente de Sony, uno de los empresarios m¨¢s carism¨¢ticos de este siglo, formado en la Universidad Imperial de Osaka, cuando todav¨ªa resonaba en el Pac¨ªfico la artiller¨ªa de Mac Arthur. Las tres grandes regiones, EE UU, Jap¨®n y la CE, presentan maneras de hacer los negocios distintas y reglamentos muy diversos. "Yo propongo fundar las bases para una econom¨ªa global armonizando las leyes de la competencia y los impuestos", sentencia.Pregunta. En su d¨ªa, la Comisi¨®n Trilateral, que usted preside en Jap¨®n, influy¨® para formar el Grupo de los Siete. ?Trata ahora de refundar el FMI?
Respuesta. En la sesi¨®n plenaria de la Trilateral celebrada en abril en Lisboa, yo propuse armonizar las reglas econ¨®micas en el seno del G-7. En abril del 94 acabaremos la primera fase y entraremos en el tema monetario.
P. Por debajo de las intenciones la confrontaci¨®n comercial entre las regiones se endurece. ?Hemos entrado en una guerra comercial?
R. No hay guerra comercial. Todos los pa¨ªses, entre ellos Jap¨®n, tratan de ceder. En diciembre est¨¢ previsto el cierre de la Ronda Uruguay y se alcanzar¨¢ alguna conclusi¨®n positiva.
P. La percepci¨®n del ciudadano medio en EE UU y en Europa es que la inversi¨®n japonesa es un caballo de Troya, una argucia t¨¢ctica para dominar estos mercados. ?Usted qu¨¦ dice?
R. Que Estados Unidos invierte en todo el mundo.
P. Al participar en el libro The Japan that can say no, escrito por el ultranacionalista japon¨¦s Shintaro Ishihara, hizo pensar que tiraba la piedra y escond¨ªa la mano.
R. Percibo que nadie ha le¨ªdo el libro con suficiente atenci¨®n. Ishihara tiene una posici¨®n nacionalista; yo tengo otro punto de vista, que, por otra parte, es el mismo de siempre. Le recuerdo que el libro no fue escrito conjuntamente. Se elaboraron por separado las dos posiciones -Y luego se trasladaron al texto. Desde luego, Ishihara y yo discrepamos.
P. ?Es usted beligerante con la reforma del Estado del Bienestar y las relaciones laborales?
R. No estoy familiarizado con el sistema de relaciones laborales en Europa.
P. ?Jap¨®n atraviesa la peor crisis econ¨®mica en 50 a?os?
R. La recesi¨®n mundial afecta especialmente a Jap¨®n porque adem¨¢s inciden muy negativamente los ¨²ltimos esc¨¢ndalos en torno a la Bolsa de Tokio.
P. ?Se ha quebrado la confianza en la estricta moralidad tradicional de los hombres de negocio japoneses?
R. Jap¨®n no es una excepci¨®n en cuanto a esc¨¢ndalos, que, por otra parte, se dan en todo el mundo. Lo que se ha quebrado es la confianza del p¨²blico, del peque?o ahorrador. Yo pienso ahora que el nuevo Gobierno aplicar¨¢ medidas correctoras.
P. ?Por qu¨¦ el yen est¨¢ tan alto?
R. Es una fluctuaci¨®n, y le dir¨¦ que yo, b¨¢sicamente, estoy en contra del sistema de cambios libres. En el mundo el total de dinero que cambia de manos al d¨ªa es del orden de un bill¨®n de d¨®lares; de este total, menos del 2% es fruto de intercambios comerciales. Es decir, la mayor parte es dinero caliente, se intercambia con ¨¢nimo especulativo, y pa¨ªses como Espa?a, Inglaterra e Italia saben de esto porque fueron atacados fuertemente por las corrientes especuladoras. El sistema de cambios actual no es saludable para las econom¨ªas.
P. Las fuertes subidas del yen son fruto de una corriente compradora cuyo resultado, al reforzar la divisa, reduce la competitividad exterior de su pa¨ªs. ?Existe una acci¨®n concertada contra el super¨¢vit japon¨¦s?
R. No lo s¨¦. Se lo dir¨¦ muy claro: todo el mundo sufre con la especulaci¨®n y, desde luego, Espa?a deber¨ªa sentirse muy poco satisfecha con esta situaci¨®n.
P. Usted enlaza la primera electr¨®nica de consumo y la era de las comunicaciones.
R. La electr¨®nica es la tecnolog¨ªa m¨¢s importante de que dispone la humanidad. Desde el punto de vista econ¨®mico, lo m¨¢s importante es la fabricaci¨®n; dicho de otro modo, lo que cuenta es el valor a?adido en la cadena mundial de producci¨®n. Los m¨¢ximos esfuerzos deben centrarse en el campo industrial, porque las operaciones monetarias mueven dinero pero no crean riqueza.
P. ?El equilibrio econ¨®mico est¨¢ supeditado a la voluntad de las multinacionales?
R. Las compa?¨ªas globales, adem¨¢s de tecnolog¨ªa y producto, transfieren cultura. Esta transferencia, en un planeta interconectado, es el mejor negocio y tambi¨¦n el mejor servicio.
P. Los analistas advierten de la influencia de los hombres de negocios y de los lobbies sobre los estados y las superestructuas internacionales.
R. Yo tengo clientes en todo el mundo y, por tanto, mis par¨¢metros son mundiales. Los pol¨ªticos pueden tener diferentes actitudes, pero en general sus par¨¢metros son nacionales.
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