"Si la ONU no quiere pacificar la periferia de Rusia, que d¨¦ competencias a otros"

PILAR BONET, La ONU gasta enormes medios y esfuerzos en Somalia y descuida los conflictos vitales para Europa que asolan la periferia de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica, seg¨²n declar¨® el jueves el primer viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Anatoli Adamishin, n¨²mero dos de la diplomacia rusa, en su despacho del ministerio. Adamishin cree, adem¨¢s, que algunos pol¨ªticos estadounidenses se niegan a reconocer los intereses estrat¨¦gicos de Rusia.
Pregunta. ?Cu¨¢l es su actitud ante la posible integraci¨®n de pa¨ªses de Europa del Este en la OTAN?
Respuesta. No debe haber una nueva divisi¨®n de Europa. El muro de Berl¨ªn, que fue empujado desde el Este y desde el Oeste, no se derrib¨® para que ahora levantemos otros nuevos. La seguridad en Europa debe ser com¨²n, no debe basarse en la divisi¨®n y el enfrentamiento. La OTAN debe efectuar alg¨²n cambio si se reconoce que perdi¨® su contrincante, y ya estamos de acuerdo en que somos socios y no rivales. La aceptaci¨®n de nuevos miembros debe responder a criterios de seguridad general. No podemos decir a los pa¨ªses de Europa del Este que no entren en Europa. ?se es su derecho soberano. Otra cosa es si nos gusta o no, porque eso significa de nuevo dejar a Rusia fuera de juego, lo que puede tener importantes consecuencias en la pol¨ªtica interna rusa, si nos sentimos de nuevo como una fortaleza asediada, aislados tras un cord¨®n sanitario.
P. ?Qu¨¦ puede hacer Rusia para que los pa¨ªses de Europa Central se sientan m¨¢s seguros?
R. La seguridad de Rusia, que consiste en la transici¨®n lo m¨¢s r¨¢pida posible a una forma democr¨¢tica de direcci¨®n y a la reforma econ¨®mica, es la seguridad de esos pa¨ªses. Muchos problemas de la seguridad de Europa se resuelven en el interior de Rusia. Me gustar¨ªa ver m¨¢s autodisciplina en los pa¨ªses de Europa del Este, que se atropellan para entrar en la OTAN.
Yo digo que esperen, que se tranquilicen, que examinemos conjuntamente c¨®mo hacerlo, porque pueden satisfacer los intereses inmediatos y echar a perder unos intereses m¨¢s serios a largo plazo. La situaci¨®n de los pa¨ªses miembros de la Comunidad de Estados Independientes [CEI] no es la misma que la de Polonia o la de Hungr¨ªa, con los que mantenemos s¨®lo relaciones bilaterales. La afilaci¨®n a la CEI impone cierta conducta en el campo de la seguridad.
Por ejemplo, no veo nada claro c¨®mo podr¨ªa Ucrania entrar a ser miembro de esta organizaci¨®n y de la OTAN a la vez, sobre todo si Rusia se queda fuera de la OTAN. En este tema hay que encontrar un techo com¨²n.
P. Rusia quiso revisar el Acuerdo de Reducci¨®n de Armamentos en Europa para emplazar sus tanques en el C¨¢ucaso. ?Qu¨¦ peligro supone el C¨¢ucaso para Rusia?
R. Los acuerdos internacionales de la antigua URSS deben ser redistribuidos entre las rep¨²blicas que ya son Estados independientes. Por eso pedimos que se examinaran algunos puntos de aquel acuerdo. Creo que es prematuro hablar de esto, porque parece que nuestra petici¨®n no encuentra buena acogida.
P. ?Cu¨¢l es la principal amenaza para Rusia hoy?
R. Los conflictos en el per¨ªmetro de la frontera de la antigua URSS. Junto con los conflictos internos de Rusia, las principales amenazas para nuestra seguridad surgen, por ejemplo, de la situaci¨®n en la frontera tayiko-afgana. Nuestra seguridad depende tambi¨¦n de c¨®mo se resolver¨¢n las cosas entre Armenia y Azerbaiy¨¢n y de c¨®mo evolucionar¨¢ la situaci¨®n en Georgia. De las relaciones con Ucracia puede depender la supervivencia misma de Rusia. Y en un pa¨ªs tan peque?o como Estonia, se puede llegar a un serio conflicto que afecte a nuestros intereses nacionales de no mediar un comportamiento inteligente. La prioridad n¨²mero uno de la pol¨ªtica exterior rusa es la CEI y las ex rep¨²blicas de la antigua URSS en su conjunto.
P. ?Cu¨¢l de los muchos conflictos de la periferia rusa es m¨¢s candente?
R. Ahora lo m¨¢s peligroso para los intereses rusos es la situaci¨®n en el C¨¢ucaso. Eso y Tayiskist¨¢n exige nuestra intervenci¨®n constante, pero eso no significa que no debamos prestar atenci¨®n a Ucracia, Moldova o el B¨¢ltico.
P. ?Podr¨ªa Rusia adoptar una posici¨®n m¨¢s activa en Georgia y tratar de separar all¨ª a las partes en conflicto?
R. Hay que distinguir el conflicto georgiano-abjazo y la situaci¨®n entre los combatientes georgianos. En el primero, se puede acusar a Rusia de no haber enviado suficientes tropas pacificadoras para separar a las partes, pero las dificultades con las que nos hubi¨¦ramos topado hubieran sido muy fuertes y, adem¨¢s, la comunidad internacional no nos hubiera apoyado. En Somalia y en Bosnia, las fuerzas pacificadoras act¨²an bajo la bandera de la ONU. Aqu¨ª, la ONU no nos da rango de fuerzas pacificadoras para intentar solucionar un conflicto interno de tanta dificultad. ?ste es un reproche que podemos dirigir a la comunidad internacional.
En lo que se refiere al conflicto interno georgiano, lo m¨¢s importante y pr¨¢cticamente lo ¨²nico que pod¨ªa hacer Rusia era tomar bajo su control la ruta de ferrocarril desde los puertos del mar Negro hasta Armenia y Azerbaiy¨¢n, pasando por el interior de Georgia. No nos inmiscuimos en los asuntos internos de Georgia, no enviamos fuerzas suplementarias, sino que actuamos con lo que hay all¨ª, que no es mucho.
P. ?Puede Rusia limitarse al control del ferrocarril, cuando el pa¨ªs y el r¨¦gimen de Edvard Shevardnadze caen en la anarqu¨ªa?
R-Del ferrocarril depende no s¨®lo la poblaci¨®n de Georgia, que puede pasar hambre, sino tambi¨¦n la poblaci¨®n armenia y azerbaiyana, la poblaci¨®n rusohablante, y las tropas rusas en Georgia. No podemos dejarlos a la ventura.
. P. ?Es la defensa del ferrocarril la m¨¢xima intervenci¨®n que puede esperarse de Rusia?
R. No podemos permanecer al margen de lo que pasa en Georgia, pero las posibilidades de nuestra injerencia son limitadas, porque si nos mezclamos en los enfrentamientos entre georgianos, luego, como sucede a menudo, los georgianos se unir¨¢n contra el intruso. Hay gente que dice que sellemos el C¨¢ucaso y que dejemos que se maten a su gusto, pero no debemos hacerles caso. No podemos renunciar a nuestros intereses. Creo que debe haber una presencia rusa pol¨ªtica, econ¨®mica y, si es preciso, militar. La frontera all¨ª es una frontera com¨²n.
P. ?Puede Rusia desempe?ar en solitario el papel pacificador en el espacio ex sovi¨¦tico?
R. No tenemos objeciones a que la ONU mande contingentes pacificadores. En el Alto Karabaj se necesitan fuerzas de interposici¨®n, y nosotros proponemos que vengan las fuerzas de las Naciones Unidas. Si la ONU no quiere venir a pacificar, que d¨¦ competencias a otras fuerzas o a fuerzas de otros pa¨ªses de dentro de la CEI para hacerlo. No quiero infravalorar la importancia de Somalia, pero mientras all¨ª se han gastado muchas energ¨ªas y medios, aqu¨ª no se presta atenci¨®n a conflictos que pueden tener seria importancia para Europa. Y no puedo callar que existe la tendencia a no reconocer nuestros intereses geoestrat¨¦gicos. Quienes aprobaban la desintegraci¨®n [de la URSSI consideran que la tendencia a la reintegraci¨®n son vestigios del imperio o que el Ej¨¦rcito quiere volver a formar otra vez la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Esta tendencia se da en algunos pol¨ªticos de Estados Unidos y Europa Occidental, sobre todo de Estados Unidos. Por ejemplo, en Alto Karabaj hemos empezado a dar pasos para reconciliar a los armenios y a los azerbaiyanos y nos han empezado a poner problemas. Algunos representantes norteamericanos piensan que abarcamos demasiado y quieren que lo hagamos todo a trav¨¦s del Grupo de Minsk de la CSNE [Conferencia de Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa], pero luego, a la hora de mandar tropas, ?qui¨¦n ir¨¢? No quiero dramatizar, pero existen estas tendencias, y nosotros tenemos nuestros intereses geoestrat¨¦gicos, nuestro patio trasero. Comprendemos los intereses de los norteamericanos en su patio trasero, pero no hemos visto que ellos hayan reaccionado de forma semejante ante nuestras acciones en nuestra periferia.
P. ?Se ha incrementado en alguna medida el papel del Ej¨¦rcito en la pol¨ªtica exterior de Rusia a ra¨ªz de los ¨²ltimos acontecimientos?
R. Creo que la pol¨ªtica exterior debe continuar firmemente en manos del presidente, el Gobierno y el Ministerio de Exteriores. Tenemos diferencias con el Ministerio de Defensa, pero no creo que hayan aumentado. Son cuestiones concretas, no una tendencia general. En lo que se refiere a Georgia, precisamente ahora nos entendemos mejor con el Ministerio de Defensa. Los militares no quieren mandar tropas a los puntos candentes porque cuando muere gente culpan a Defensa.
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