Entradas caras para el gran Zukerman
Un p¨²blico numeroso y vario que no llen¨® el Auditorio Nacional asisti¨® al concierto de Pinchas Zukerman y Marc Neikrug presentado el viernes noche por la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid para inaugurar su nuevo curso musical. Aunque pueda existir cierta liberalidad en la concesi¨®n de descuentos y hasta en las invitaciones, cosa que ignoro, el precio marcado de 6.000 pesetas butaca me parece elevado para una sesi¨®n universitaria. Lo anoto porque puede ser la ¨²nica explicaci¨®n para que un violinista joven todav¨ªa pero ya legendario no abarrotase la sala grande del Auditorio de Pr¨ªncipe de Vergara.Pinchas Zukerman (Tel Aviv, 1948) forma en el grupo significativo de quienes fueron disc¨ªpulos de Iv¨¢n Galamian, como PerIman, Friedman, Laredo, Zukowsky o el tempranamente desaparecido Michael Rabin (1936-1972), pero al mismo tiempo conecta con otro gran apol¨ªneo del viol¨ªn, el ruso-americano Isaac Stern, por la calidad de un sonido de transparente belleza, la t¨¦cnica de gran virtuosismo y de aparente naturalidad y el concepto expresivo carente de toda ret¨®rica.
Pinchas Zukerman
P. Zukerman, viol¨ªn, y M. Neikrug, piano. Obras de Mozart, Beethoven y Mendelssohn. Universidad Polit¨¦cnica de Madrid. Auditorio Nacional. Madrid. 22 de octubre.
Con la excelente colaboraci¨®n del pianista y compositor neoyorquino Marc Neikrug, dos a?os mayor que el violinista, Zukerman nos llev¨® por un camino de luces a trav¨¦s de una triple lecci¨®n clasicista: Mozart, Beethoven y Mendelssohn.
Las Sonatas en mi bemol (1785), de Mozart, la N¨²mero 6 en la mayor, de Beethoven, escrita en 1802, y la en fa mayor de Mendelssohn, sonaron en manos de Zukerman y Neikrug con la emoci¨®n perfecta que dimana de lo magistral, de todo aquel que hace arte vivo y a la vez pedagog¨ªa porque esclarece, explica. y analiza cuanto encierran todos y cada uno de los pentagramas interpretados.
Una audiencia entusiasta aplaudi¨® largamente a los concertistas y sigui¨® con atenci¨®n e inter¨¦s ese sonar concertado de la sonata a d¨²o, a esa s¨ªntesis de la m¨²sica de c¨¢mara en la que se funden ¨ªntimamente dos instrumentos tan dispares como un viol¨ªn y un piano, un Guarnerius o un Stradivarius y un gran Steinway.
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