El 600
En Brasil han decidido reanudar la fabricaci¨®n del viejo escarabajo VW. Un coche dise?ado hace m¨¢s de medio siglo vuelve a los escaparates por exigencia del p¨²blico, en una ¨¦poca en la que las innovaciones duran menos que un caramelo a la puerta del colegio. Vuelve por barato y por bueno, por simp¨¢tico y, qu¨¦ caramba, por bonito. Con lo que se demuestra que no todas las modernidades denostadas (sillas inc¨®modas, cafeteras disparatadas, tel¨¦fonos de baquelita) expuestas en los museos de Arte Moderno son horrores inservibles.?Y el 600? Por Dios, en el 600 nos han pedido la documentaci¨®n, nos ha hervido el agua, se nos ha roto un manguito, hemos ligado con la novia, hemos hecho viajes inveros¨ªmiles, hemos abierto o cerrado el termostato y, los m¨¢s aventureros (es decir, la mayor¨ªa), le hemos rebajado la culata, operaci¨®n. extra?a por la cual aumentaba el ruido del motor, se calentaba m¨¢s el radiador y el coche no iba mucho m¨¢s deprisa. Pero fardaba por la diferencia de "estatus".
?Por qu¨¦ no vuelve el 600 por demanda popular? ?Si ha sido el exponente del paso de los espa?oles del siglo XIX a un modesto XX! Hoy todo est¨¢ m¨¢s caro; el tr¨¢fico es imposible; el aparcamiento, no digamos. ?Por qu¨¦ no resucitamos aquella peque?a y anacr¨®nica maravilla? Despu¨¦s de todo, la gente se mataba menos rodando a 75 por hora.
Hoy, la Seat de la Zona Franca, cuna del 600 y del sindicato, de la modernizaci¨®n y del antifranquismo, est¨¢ a punto de irse al garete, de marchar al limbo de las cosas grandes que nos ayudaron entonces a convertirnos en lo que somos. hoy. La Zona y el 600 deben ser expuestos en el Museo de Arte Moderno como ejemplos de dise?o y de alma. Y, a poco que nos descuidemos, deben regresar por exigencia del p¨²blico.
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