La "cesi¨®n del 15%"
Hemos asistido, en los ¨²ltimos meses, al debate m¨¢s impropio que haya podido concebirse sobre el desarrollo de nuestro Estado auton¨®mico: la mal llamada "cesi¨®n del 15% del IRPF".Lo que se pretende implantar no es la cesi¨®n de la principal figura del sistema fiscal espa?ol, sino atribuir a las comunidades aut¨®nomas una participaci¨®n en dicho impuesto, logrando al mismo tiempo un mayor protagonismo en la autogeneraci¨®n de sus ingresos.
Ambas ideas son err¨®neas. Las comunidades aut¨®nomas participan, desde siempre, en la recaudaci¨®n del IRPF, pues la LOFCA [Ley Org¨¢nica de Financiaci¨®n de las Comunidades Aut¨®nomas] les reconoce la participaci¨®n en los tributos que recauda el Estado; es decir, esa participaci¨®n existe ya. No hay pues ninguna novedad y no parece que la f¨®rmula aprobada vaya a propiciar una mayor capacidad en la autogeneraci¨®n de ingresos, ya que el Estado se reserva toda la capacidad normativa y de gesti¨®n del IRPF. Las comunidades aut¨®nomas se quedan, desde este punto de vista, tan pasivas, tan convidadas de piedra, como antes.
El origen del problema no es otro que la incapacidad del llamado "Sistema LOFCA" para proveer recursos suficientes a las comunidades aut¨®nomas de r¨¦gimen com¨²n y sobre todo para reducir las diferencias derivadas del sistema foral de Navarra y Pa¨ªs Vasco que, como es sabido, gozan de una aut¨¦ntica holgura financiera, con un diferencial de financiaci¨®n en pesetas por habitantes y a?o de un 30% o 40% m¨¢s, para techos competenciales similares.
Para remediar esta deficiencia, unos invocan el principio de autonom¨ªa y otros el de solidaridad, ambos con rango constitucional, con la esperanza de aumentar su capacidad financiera. Los cabezas de fila son Catalu?a y Extremadura.
Ha sido Catalu?a la que reiteradamente ha puesto sobre la mesa la discriminaci¨®n que origina la LOFCA exigiendo respuestas concretas, que se han ido saldando con unos platos de lentejas, suculentos como nada, y que remediaron el hambre de momento. Alguna vez hab¨ªa que abandonar esa dieta, para pasar a un r¨¦gimen m¨¢s acorde con los tiempos que corren, tanto en la cuant¨ªa de las calor¨ªas como en la originalidad del men¨².
Fue el PSC-PSOE quien elabor¨® una receta que r¨¢pidamente fue fagocitada por los nacionalistas catalanes. A partir de ah¨ª, Solchaga-Borrell la editan (Libro Blanco de la reforma del IRPF), Zabalza la precocina y la hiberna (documento de 2 de marzo de 1993), Mart¨ªnez Robles la descongela y sazona, y, Solbes, con la aprobaci¨®n de Gonz¨¢lez, la sirve a la mesa en la reuni¨®n del Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera del pasado d¨ªa 7 de octubre. La finalidad no era otra que el apoyo de CiU a los Presupuestos Generales del Estado. Se aborda un problema estructural con una soluci¨®n de coyuntura.
El Libro Blanco de la reforma del IRPF dedic¨® un cap¨ªtulo a la participaci¨®n, entonces solamente posible, de las comunidades aut¨®nomas en la recaudaci¨®n obtenida en el territorio respectivo, con la finalidad de aumentar la corresponsabilizaci¨®n fiscal, hasta entonces inexistente, de las comunidades aut¨®nomas y que hoy, despu¨¦s del acuerdo del 7 de octubre, sigue sin existir.
En el documento elaborado por Zabalza y que lleva por t¨ªtulo Propuesta para elevar la corresponsabilidad fiscal y garantizar la prestaci¨®n de servicios m¨ªnimos de las comunidades aut¨®nomas, se propone un sistema parecido al de recargo que prev¨¦ la LOFCA: se establece una especie de recargo uniforme de entrega para todas las comunidades aut¨®nomas, rebajando la presi¨®n fiscal impuesta por el Estado, implantando al mismo tiempo un mecanismo de garant¨ªa de servicios m¨ªnimos en desarrollo del art¨ªculo 15 de la LOFCA, para compensar las posibles p¨¦rdidas de recursos que determinadas comunidades aut¨®nomas iban a experimentar.
El apoyo "necesario" de CiU al PSOE ha exigido abordar como cuesti¨®n previa la cesi¨®n del 15% del IRPF, olvid¨¢ndose de desarrollar el art¨ªculo 15 de la LOFCA, que garantiza unos servicios m¨ªnimos.
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