Las plusmarquistas chinas llegan lesionadas
Las atletas Junxia Wang y Yunxia Qu, plusmarquistas mundiales de 10.000, 3.000 y 1.500 metros, presentan lesiones que hacen dudosa su participaci¨®n en la Copa del Mundo de marat¨®n, que se disputa ma?ana en San Seibasti¨¢n. Ma Junren, preparador del equipo chino, declar¨® ayer que Wang tiene lesionada su pierna izquierda, mientras que Qu tiene molestias en su pie derecho. "La situaci¨®n de Qu es mas problem¨¢tica que la de Wang. Es muy posible que no pueda terminar la carrera", se?al¨® Ma. Con respecto a Wang, que bati¨® en septiembre los r¨¦cords mundiales de 3.000 y 10.000 metros, su entrenador dijo que "su lesi¨®n no afectar¨¢ demasiado a su rendimiento".La organizaci¨®n ha previsto que los hombres lleguen a la meta de Anoeta antes que las mujeres, dos minutos antes exactamente. ?stas saldr¨¢n a las 9 de la ma?ana y los hombres, un cuarto de hora despu¨¦s. Ir¨¢n por el mismo recorrido y la cabeza de la prueba masculina tendr¨ªa que coger a la de la carrera femenina en los ¨²ltimos kil¨®metros. Pero estos c¨¢lculos han sido realizados sin tener en cuenta que Junxia Wang, en sus ¨²ltimas competiciones, ha corrido por debajo del anterior r¨¦cord mundial de 1.500 Metros, ha mejorado el de 3.000 en 16 segundos y el de 10.000, en 42. Es decir, que si en los 42 kil¨®metros mantiene su progresi¨®n, llegar¨¢ al estadio, ella, o alguna de sus compa?eras, o todas, antes de las 11.25 minutos. Para los hombres se ha calculado un ritmo de 2.08 horas y para las mujeres, de 2.25.
Las chinas se encargar¨¢n de romper todos los esquemas. Ya lo han hecho desde que llegaron el jueves. "?Donde est¨¢n las chinas? Ah¨ª s¨®lo veo una", se pregunta la gente. "Oiga, no, est¨¢n las cinco. Son mujeres todas". Y nadie sale de su asombro, ni siquiera despu¨¦s del minucioso examen que se les realiza para comprobar si es verdad. No son sus cuerpos lo que llama la atenci¨®n, sino sus rostros de muchacho, llenos de acn¨¦, con rasgos donde la feminidad no existe.
Su preparaci¨®n es el secreto mejor guardado. Aparentemente todo es cuesti¨®n de selecci¨®n natural. Concentran a los j¨®venes m¨¢s aptos para el deporte en el centro de Chengyang y desde los 12 a?os comienzan a prepararse para traspasar el umbral de lo conocido. Suben a correr a las monta?as, reciben sobrealimentaci¨®n, pasan continuos controles m¨¦dicos y les ense?an a que no existen los l¨ªmites haci¨¦ndoles trotar hasta que llega un momento en que no se cansan.
Pero hay cosas que no cuadran. Los mejores atletas que salen de esta f¨¢brica son chicas, exactamente como suced¨ªa en los centros de la extinta RDA, donde se somet¨ªa a las deportistas a complejos procesos hormonales que les mejoraba el rendimiento.
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