Pistoleros golpistas paralizan la capital de Hait¨ª
ENVIADO ESPECIAL Hait¨ª estuvo ayer paralizada por una huelga salvaje convocada por los grupos neoduvalieristas que se apoyan en los pistoleros y matones del coronel Xtichel Fran?ois, el sanguinario jefe de polic¨ªa de Puerto Pr¨ªncipe. La gente apenas pod¨ªa salir de sus casas salvo en casos excepcionales. El fracaso de los acuerdos de la Isla de los Gobernadores, que ha impedido la vuelta hoy del presidente Jean-Bertrand Aristide, una victoria del min¨²sculo grupo golpista que, con el terror, a¨²n controla todo Hait¨ª.
El emisario de la ONU, Dante Caputo, anunci¨® que insistir¨¢ en la necesidad de reabrir el di¨¢logo con las Fuerzas Armadas, mientras que el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, acus¨® a los militares de impedir el retorno a la democracia con su "obstrucci¨®n persistente", pero tambi¨¦n se inclin¨® por el di¨¢logo antes que por la presi¨®n armada para salir del callej¨®n sin salida en que ha entrado la crisis haitiana.En Puerto Pr¨ªncipe, entretanto, ayer imperaban el miedo y la confusi¨®n. Los comercios estaban cerrados y las calles pr¨¢cticamente vac¨ªas. No hab¨ªa apenas tr¨¢nsito rodado. La huelga fue convocada para rechazar el bloqueo internacional de parte del Frente para el Avance y el Progreso de Hait¨ª (FRAPH), que es la cara organizada del neoduvalierismo que manda en este pa¨ªs en los ¨²ltimos dos a?os. Los dos centros activos ayer en Puerto Pr¨ªncipe eran la sede del FRAPH y el cuartel de la polic¨ªa, pero por el movimiento de individuos armados que se trasladaban de uno a otro lugar.
Esto ocurr¨ªa al d¨ªa siguiente de que el general Raoul C¨¦dras, jefe del Ej¨¦rcito, se dirigiera por radio al pa¨ªs. Su tono moderado volv¨ªa a confundir porque se presentaba nuevamente como un hombre de di¨¢logo. Era falso. C¨¦dras, responsable junto al coronel FranQois de m¨¢s de 3.000 asesinatos en estos dos ¨²ltimos a?os, volv¨ªa a repetir que no dejar¨¢ el mando militar hasta que no le garanticen una amnist¨ªa. Tambi¨¦n negaba su vinculaci¨®n con el narcotr¨¢fico y el enriquecimiento il¨ªcito.
C¨¦dras respond¨ªa as¨ª a Aristide, quien horas antes hab¨ªa comparecido ante la Asamblea General de la ONU para exigir a la comunidad internacional un mayor embargo contra el r¨¦gimen golpista de su pa¨ªs. Tambi¨¦n se pronunci¨®. en contra de la amnist¨ªa mientras no se vaya el actual Estado Mayor del Ej¨¦rcito. Ahora no s¨®lo exige la salida del general C¨¦dras, sino tambi¨¦n la de toda la c¨²pula militar.
C¨¦dras acusa a Aristide
Esto ten¨ªa ayer irritado al mando del Ej¨¦rcito y a los terror¨ªficos attach¨¦s dependientes del coronel Frano?ois, que llegaron a increpar a algunos periodistas extranjeros, unas veces por el color blanco de su piel y otras por su vinculaci¨®n a pa¨ªses occidentales que le brindan en estos momentos su apoyo a Aristide. En su intervenci¨®n radiada, C¨¦dras lleg¨® a acusar a Aristide de haber violado los acuerdos al extender al Estado Mayor del Ej¨¦rcito su exigencia de dimisiones.
Las posiciones de C¨¦dras y Aristide se presentan ahora m¨¢s encontradas que nunca. Los intentos por parte del Comisionado de Naciones Unidas, Dante Caputo, porque dieran ambos sus brazos a torcer en aras de una salida pol¨ªtica al conflicto, hab¨ªan fracasado estrepitosamente d¨ªas pasados, como qued¨® demostrado en la falta de qu¨®rum en la Asamblea Nacional para debatir las leyes de amnist¨ªa y de separaci¨®n de la polic¨ªa del Ej¨¦rcito.
Pese a que Aristide tiene la legalidad democr¨¢tica y la raz¨®n, lo que se pretende desde la ONU es que la restituci¨®n del orden constitucional no provoque un ba?o de sangre.
Sin embargo, Aristide es demasiado intransigente y no est¨¢ dispuesto a hacer la m¨ªnima concesi¨®n a los golpistas. Contrariamente a la posici¨®n de su primer ministro, Robert Malval, que apenas puede salir de su casa de Puerto Pr¨ªncipe porque sus funciones han sido enajenadas por los militares, el presidente no ha dado la impresi¨®n de que desee perdonar.
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