Atentados y negociaci¨®n
SON YA 16 los muertos en e Ulster desde el atentado del Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s (IRA) del s¨¢bado pasado. La bomba colocada por los republicanos caus¨® 10 muertes y desde entonces los otros terroristas, los protestantes de los Luchadores por la Libertad del Ulster (UFF), han asesinado a seis cat¨®licos. La tragedia de estos asesinatos parece haber despertado el ansia de buscar una salida del t¨²nel. Todo parece indicar que se refuerza el deseo de encontrar soluciones pol¨ªticas que ayuden al Ulster a salir del pozo en que se halla inmerso desde hace d¨¦cadas.. Un dato a destacar es que el atentado del s¨¢bado pasado no correspond¨ªa en absoluto a la orientaci¨®n que Gerry Adams, presidente del Sinn Fein (la organizaci¨®n pol¨ªtica que siempre ha apoyado a los terror¨ªstas), hab¨ªa adoptado en los ¨²ltimos tiempos. Adams ha iniciado una negociaci¨®n con John Hume -el l¨ªder del Partido Socialdem¨®crata y Laborista de Irlanda, un partido cat¨®lico partidario de la fusi¨®n con Irlanda, pero contrario a los m¨¦todos terroristas- para buscar una soluci¨®n que permita poner fin a la violencia. La novedad de la negociaci¨®n es que las dos organizaciones est¨¢n en polos opuestos en el tema decisivo de la violencia. Adams, con'e1 IRA; Hume, contra ellos. Los encuentros han desembocado en una propuesta concertada entre los dos partidos que John Hume transmiti¨® al Gobierno de Dubl¨ªn.
?Por qu¨¦ ocurre el salvaje atentado del IRA del d¨ªa 23 cuando estaban en marcha esas gestiones? Una de las explicaciones es que dentro del propio IRA puede haber divisiones y que una de las facciones ha querido obstaculizar con sangre los esfuerzos para buscar unas bases de negociaci¨®n. Las reacciones de los dos l¨ªderes ante el b¨¢rbaro hecho fueron claras y r¨¢pidas: Adanis lo conden¨® sin paliativos, lo consider¨¦ un injustificable error. En cuanto a John Hume, public¨® un art¨ªculo en The Independent de Londres del 27 de octubre anunciando que seguir¨ªa adelante con sus esfuerzos de negociaci¨®n con Gerry Adams. "Me extra?ar¨ªa", escribi¨®, "que el Gobierno brit¨¢nico no aproveche la oportunidad que se le ofrece. Yo s¨¦ que el Gobierno irland¨¦s ha considerado con toda seriedad las propuestas y que las juzga positivas".
Las cosas han ido deprisa. El 29 de octubre, el Gobierno de Dubl¨ªn hizo p¨²blico un texto con seis propuestas concretas para encauzar la resoluci¨®n del problema del Ulster. La reacci¨®n del Gobierno de Londres ha sido positiva y el tema fue abordado en Bruselas en una reuni¨®n de los dos jefes de Gobierno al margen de la cumbre comunitaria. La propuesta irlandesa (en la que, cabe suponer, se tienen en cuenta las negociaciones entre Gerry Adams y John Hume) ofrece modificar la Constituci¨®n -en la que hasta ahora figura la demanda de integraci¨®n del Ulster en Irlanda- e insiste en la necesaria aproximaci¨®n de las dos comunidades del Ulster, unionistas y cat¨®licos, para vivir en un marco pol¨ªtico mutuamente acordado y sin que ning¨²n sector imponga sus ideas al otro.
La historia del Ulster es un cementerio de intentos de negociaci¨®n fracasados. ?Ocurrir¨¢ lo mismo esta vez? Ya los unionistas radicales de lan Pasley han declarado que la propuesta irlandesa es un enga?o, que la rechazan. John Major, por su parte, necesita a los unionistas en los Comunes para tener la mayor¨ªa. A ello hay que a?adir la facci¨®n del IRA que no renuncia a la lucha armada. Es cierto que la negociaci¨®n parece disponer esta vez de mejores cartas, pero las inc¨®gnitas siguen siendo muy serias.
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