Un pa¨ªs dividido en dos
Tras la votaci¨®n del domingo, Per¨² es un pa¨ªs dividido por la polarizaci¨®n planteada por el presidente Alberto Fujimori en torno a su persona, a la que se a?ade la diferencia entre los resultados electorales de Lima y del resto del pa¨ªs.La Constituci¨®n, cortada a la medida de Fujimori, ha conseguido un apoyo de aproximadamente un 60% en Lima, pero ha sido rechazada en 14 de los 25 departamentos de Per¨². En los mapas coloreados que presentaban ayer los diarios lime?os se advierte que el rechazo a la Constituci¨®n, atenaza desde el norte y el sur a Lima y la zona de irradiaci¨®n de la metr¨®poli.
Las provincias se han rebelado contra un proyecto de Constituci¨®n que consagra el centralismo lime?o. La nueva Carta Magna peruana crea un Parlamento unicameral de 120 congresistas, que se elegir¨¢n a trav¨¦s de una lista nacional y no distrital como hasta ahora.
Adem¨¢s, la nueva Constituci¨®n establece la reelecci¨®n inmediata de presidente, ampl¨ªa los supuestos de pena de muerte al delito de terrorismo, restringe la gratuidad de la ense?anza superior en los centros estatales, elimina el papel planificador del Estado en la econom¨ªa y ya no consagra el principio de la estabilidad laboral, sino que se limita a otorgar protecci¨®n al trabajador contra el despido arbitario.
Seg¨²n los c¨¢lculos de Fujimori y su Gobierno, con esta Constituci¨®n de corte neoliberal se atraer¨¢ la inversi¨®n extranjera gracias al nuevo marco jur¨ªdico que crea la nueva ley. Esto mejorar¨¢ la condici¨®n de los trabajadores y pobres peruanos, porque entrar¨¢ en funcionamiento la ecuaci¨®n "m¨¢s seguridad jur¨ªdica, m¨¢s inversi¨®n extranjera, m¨¢s trabajo y en consecuencia menos pobreza".
El resultado del domingo indica que al presidente Fujimori se le ha reducido el margen de maniobra y le queda poco m¨¢s de un a?o para demostrar que su r¨¦gimen es capaz de mejorar la situaci¨®n econ¨®mica de Per¨². Si no lo consigue en ese plazo, la reforma constitucional habr¨¢ sido en vano, por lo menos en el aspecto relativo a sus ambiciones de ser reelegido presidente en 1995.
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