El dinero de la droga

LA LEGISLACI?N represiva contra la droga definida en los convenios internacionales de Basilea y Viena, y en la correspondiente directiva europea en el ¨¢mbito de la CE, encuentra su mayor rechazo o, al menos, las dificultades m¨¢s arduas para su aplicaci¨®n all¨ª donde estar¨ªa m¨¢s justificada: en aquellos h¨¢bitos de la actividad econ¨®mica donde -el dinero del narcotr¨¢fico puede camuflarse m¨¢s f¨¢cilmente para luego emerger a la legalidad. Las vicisitudes que acompa?an la tramitaci¨®n parlamentaria del proyecto de ley de prevenci¨®n del blanqueo de capitales procedentes del narcotr¨¢fico son prueba de ello. Las presiones ejercidas por los sectores econ¨®micos afectados para que se suavicen los mecanismos de control previstos en la futura ley se suman a las reservas expresadas en su d¨ªa por el Partido Popular a causa de la posible vulneraci¨®n de determinados derechos fundamentales de la persona.No parece que la vulneraci¨®n temida se produzca de acuerdo con los t¨¦rminos del proyecto, aunque no hay que descartarla en la pr¨¢ctica, dadas las dificultades que entra?a indagar en zonas oscuras de la delincuencia, emboscada a veces en negocios de indudable marchamo legal. Pero este riesgo, que, por lo dem¨¢s, acecha al ciudadano en otros ¨¢mbitos, no es raz¨®n para oponerse a una norma que pretende bloquear los mecanismos de blanqueo del dinero del narcotr¨¢fico. En todo caso, el problema de la norma puede estar en la dificultad de aplicarla en sus propios t¨¦rminos: es lo que, en resumen, han se?alado al Parlamento algunos de los sectores econ¨®micos afectados -casinos y seguros, entre otros- al afirmar que la colaboraci¨®n que se se les pide (en definitiva, la identificaci¨®n de sus clientes y el control de sus operaciones) llevar¨ªa al colapso de sus negocios.

En realidad, estos sectores, al margen de posibles, y por otra parte l¨®gicas, exageraciones en defensa de sus intereses, ponen el dedo en una de las m¨¢s flagrantes contradicciones en que descansa la lucha contra el narcotr¨¢fico: acabar con ¨¦l supondr¨ªa poco menos que matar la econom¨ªa, a la que inyecta 37 billones de pesetas al a?o en todo el mundo (medio bill¨®n en Espa?a). Pero como ser¨ªa absurdo aplicar al paciente una medicina de caballo, con el riesgo de mandarle al otro mundo, lo probable es que se suavice en unos casos o que no se aplique en otros.

Es el riesgo que corre, a pesar de la bondad de sus prop¨®sitos, la legislaci¨®n para "prevenir e impedir la utilizaci¨®n del sistema. financiero, as¨ª como de otros sectores de la actividad econ¨®mica, para el blanqueo de capitales procedentes del narcotr¨¢fico". En Espa?a y en el resto de pa¨ªses empe?ados en la represi¨®n a ultranza del comercio de la droga a todos sus niveles. Ya es sintom¨¢tico que antes de entrar en vigor este tipo de legislaci¨®n se dejen o¨ªr voces tan poderosas se?alando los problemas, por otra parte reales, que plantea su aplicaci¨®n.

Y es que, ante la posibilidad de que en determinados ¨¢mbitos la lucha contra el narcotr¨¢fico sea poco menos que irrealizable, lo l¨®gico ser¨ªa abordarla con criterios m¨¢s realistas y menos dogm¨¢ticos. Seguramente se ganar¨ªa en eficacia.