Homenaje gris a Montsalvatge
El a?o pasado cumpli¨® Montsalvatge 80 a?os y recibi¨® muchos e importantes homenajes. Al mismo tiempo, los jueces del concurso de composici¨®n Reina Sof¨ªa, al no encontrar una partitura digna del galard¨®n, hicieron uso de la posibilidad abierta por el reglamento y lo concedieron a Montsalvatge por el conjunto de su obra. Ahora, la Sinf¨®nica de RTVE, que mantiene desde el primer d¨ªa el compromiso con la fundaci¨®n catalana de estrenar las obras premiadas, dedica al m¨²sico de Gerona el centro de su programa semanal. No se llen¨® el jueves el teatro Monumental, pero la nutrida asistencia hizo objeto de largas ovaciones a Montsalvatge, siempre joven aunque haya sustituido su habitual tocado deportivo, como hombre de Costa Brava que es, por un sombrero a lo Rusi?ol, en versi¨®n moderada.En esas ovaciones termina lo m¨¢s brillante del homenaje, pues lo dem¨¢s fue tan gris como el tiempo. Ni las Canciones negras, uno de los grandes triunfos mundiales de nuestra m¨²sica y almedra del antillanismo de Montsalvatge en los a?os cuarenta, ni el Concierto-capricho para arpa, estrenado por la ONE, con Fr¨¹beck y Nicanor Zabaleta, en abril de 1975, nos llegaron en todos sus valores, ni mucho menos.
Orquesta Sinf¨®nica de RTVE
Director, J. Pons; solista, J. Borr¨¢s, soprano, y M. R. Calvo Manzano, arpa. Obras de Stravinski, Montsalvatge y Ravel. Teatro Monumental. Madrid, 4 de noviembre.
La joven soprano tarraconense Judith Borr¨¢s, que posee un bello color vocal y refinada expresividad, no parec¨ªa encontrarse c¨®moda en las evocadoras melod¨ªas sobre Alberti, Luj¨¢n, Pereda Vald¨¦s y Nicol¨¢s Guill¨¦n. Tampoco el maestro Josep Pons dio con el secreto de esta gran m¨²sica peque?a. Ni siquiera la Nana para dormir a un negrito, que tan alto entusiasmo provoca all¨ª donde suena, movi¨® demasiado el ¨¢nimo de los oyentes. La orquesta son¨® fuerte y no bien cohesionada. No parec¨ªa la misma de la pasada semana.
Mar¨ªa Rosa Calvo Manzano protagoniz¨® el Capricho para arpa con m¨¢s seguridad que poes¨ªa. En la orquesta, parte del bello e imaginario color del m¨²sico palideci¨®, como en las canciones. Palideci¨® la fascinante instrumentaci¨®n del Scherzo fant¨¢stico, de Stravinski, y s¨®lo en Dafnis y Cloe, de Ravel, las cosas volvieron al camino recto, con la aportaci¨®n del coro de RTVE. No una versi¨®n magistral, pero s¨ª perfectamente admisible.
[Ayer la Reina entreg¨® en Madrid el galard¨®n al m¨²sico catal¨¢n.]
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