Recetas, fraudes y defraudadores

Tengo en la mano una receta (de pensionista, color rojo, que me ha hecho mi m¨¦dico porque tengo cartilla de pensionista) de la Seguridad Social y me dispon¨ªa a ir a la farmacia, pero, de pronto, me asalta una terrible duda: ?estar¨¦ cometiendo un fraude?, ?ser¨¦ perseguido por ello? Si nos atenemos a las recientes declaraciones de la directora general de Farmacia, es muy posible que si. Resulta que, sin sospecharlo siquiera, cientos de miles de ciudadanos que somos pensionistas, pero no jubilados, y a los que se nos ha dado, sin pedirla y sin utilizar ninguna triqui?uela, la cartilla de pensionista somos c¨®mplices, junto con los m¨¦dicos que nos hacen las recetas, de un gran fraude contra los dineros del Estado. Ya s¨¦ que este asuntillo es una chorrada ante los grandes problemas que tienen que resolver nuestros gobernantes, pero ser¨ªa un detalle si esta mujer rectificara estas declaraciones. ?Por favor! Llamemos las cosas por su nombre y no culpemos a otros de nuestros errores. Que consideran que es una prestaci¨®n socialmente injusta y debe ser suprimida, pues muy bien, que lo hagan, lo reconozcan as¨ª p¨²blicamente y no hablen de fraudes que s¨®lo existen en su imaginaci¨®n.-