Misterios de Argel
EL SALVAMENTO de los tres funcionarios consulares franceses secuestrados por los terroristas isl¨¢micos ha sido acogido con satisfacci¨®n, y cierta sorpresa, especialmente en los medios extranjeros de Argelia, entre los cuales existe una fuerte tendencia a abandonar el pa¨ªs a la vista de los atentados que vienen padeciendo en las ¨²ltimas semanas. Esa corriente ha afectado a la numerosa colonia espa?ola. Ahora hay m¨¢s calma, aunque no se sabe cu¨¢nto tiempo durar¨¢.La alegr¨ªa por la liberaci¨®n de los tres funcionarios franceses no ha impedido, sin embargo, que se planteen algunos interrogantes respecto de las condiciones en que han recuperado la libertad. La tard¨ªa explicaci¨®n del Gobierno argelino esconde contradicciones. Si la polic¨ªa tuvo que atacar a tiros a los secuestradores de Jean-Claude-Th¨¦venot y de Alain Fressier, caus¨¢ndoles bastantes bajas, no se entiende que los terroristas no ejecutasen a sus rehenes, sino que los entregasen a las fuerzas que ven¨ªan a liberarlos. Por otra parte, la mujer del primero, Michele Th¨¦venot, guardada en otro lugar, fue liberada al d¨ªa siguiente cerca de la Embajada francesa.
No ha habido respuesta a las preguntas expresadas en la prensa francesa: ?hubo negociaci¨®n con los terroristas? En caso afirmativo, ?qu¨¦ trato se estableci¨® con ellos? El problema es importante porque, al margen del caso de esos tres rehenes, puede indicar que existen divisiones dentro del extremismo isl¨¢mico, con unos sectores dispuestos a atentar contra los, intereses de los pa¨ªses occidentales (para interrumpir la relaci¨®n de ¨¦stos con el Gobierno argelino), y otros, en cambio, deseosos de evitar un terrorismo de ese tipo.
Todo esto ocurre en el momento en que la Comisi¨®n del Di¨¢logo (con fuerte presencia de los militares) ultima los preparativos para la conferencia de "todas las fuerzas", que debe celebrarse este mes para preparar una nueva estructura pol¨ªtica, ya que la funci¨®n del Alto Comit¨¦ de Estado (actual jefe de Estado colectivo) concluye, en principio, en diciembre. ?Hasta d¨®nde ha alcanzado el esfuerzo de di¨¢logo de la comisi¨®n? El peri¨®dico oficioso El Massa anunci¨® que un miembro de la misma se reuni¨® con el dirigen" te del Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS) Abdelkader Hachani en la c¨¢rcel donde se encuentra. Luego la noticia fue desmentida, sin ulterior explicaci¨®n. A todas luces se evita toda publicidad en cuanto se trata de contactos con el FIS. Sin embargo, para restablecer la paz es obvio que el dilema que hay que resolver es ¨¦ste: ?se negociar¨¢ o no con los integristas?
La tesis de que no se negocia con terroristas en acci¨®n es irrebatible. Pero el caso argelino es muy especial. El FIS gan¨® las elecciones en diciembre de 1991; es, pues, una organizaci¨®n con una gran fuerza pol¨ªtica que no se puede identificar con los grupos terroristas, aunque ¨¦stos se reclamen de igual ideolog¨ªa. En el di¨¢logo nacional participan ya sectores como el Frente de Fuerzas Socialistas de Ait Ahmed, muy cr¨ªtico con el Gobierno y que ha estado emigrado durante el ¨²ltimo a?o. Pero si el cambio pol¨ªtico que se prepara debe abrir un nuevo horizonte, alguna forma de presencia de los fundamentalistas parece necesaria.
El Ej¨¦rcito, que desde a?os es la fuerza decisiva en la pol¨ªtica argelina, ha comprobado tr¨¢gicamente que no es posible poner fin a la rebeli¨®n isl¨¢mica por m¨¦todos de violencia. El terrorismo se extiende, y las cifras de muertes, en los dos campos, son pavorosas: se calcula que en 20 meses se han producido no menos de 3.000 muertos. Si se sigue por ese camino, la existencia misma de Argelia se pondr¨¢ en entredicho.
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