Hormonas inyectadas en el cerebro pueden alterar conductas seg¨²n el Nobel Guillemin
La administraci¨®n de oxitocina provoca comportamientos amorosos
La administraci¨®n de determinadas mol¨¦culas hormonales puede modificar conductas en cuesti¨®n de segundos. E incluso rejuvenecer m¨²sculos y huesos a partir de determinadas edades. La oxitocina, por ejemplo, que se utiliza en ginecolog¨ªa para desencadenar o acelerar el parto, inyectada en el cerebro es capaz de desencadenar intensos sentimientos maternos y pulsiones amorosas, seg¨²n han demostrado recientes experimentos en animales. El cient¨ªfico norteamericano Roger Guillemin puso ayer en L¨¦rida el ejemplo de la oxitocina, para ilustrar sobre los sorprendentes hallazgos que se derivan de los descubrimientos cient¨ªficos por los que obtuvo el Premio Nobel de Medicina en 1977.
Guillemin obtuvo el premio Nobel por haber descubierto una serie de mol¨¦culas producidas por el cerebro cuya funci¨®n es controlar y estimular la secreci¨®n de las hormonas. El cient¨ªfico de origen franc¨¦s descubri¨® que exist¨ªa un v¨ªnculo entre la hip¨®fisis, la gl¨¢ndula que controla toda la secreci¨®n hormonal, y una regi¨®n del cerebro, el hipot¨¢lamo. Guillemin y sus sucesores han identificado y sintetizado varias de las mol¨¦culas producidas por el hipot¨¢lamo, responsables o precursoras de la producci¨®n de las hormonas. Estas mol¨¦culas pueden producirse por biotecnolog¨ªa y algunas han demostrado ser capaces de modificar conductas.El experimento de la oxitocina, una hormona producida por la pituitaria, se ha efectuado en ratas y monos, y en ambos ha producido los mismos sorprendentes efectos: los animales desbordaban de instintos amorosos. Con ellos se demuestra, seg¨²n Guillemin, la relaci¨®n que existe entre los precursores hormonales producidos por el cerebro y la conducta humana.
Varios experimentos han corroborado, seg¨²n Guillemin, esa relaci¨®n: "Por ejemplo, si inyectamos vasopresina a un rat¨®n, el animal empieza a beber agua desesperadamente. La vasopresina es una mol¨¦cula que produce el cerebro para regular el metabolismo de reabsorci¨®n del agua. Los ratones del experimento beben tanta agua que llegan a doblar su peso
Rejuvenecer
Tambi¨¦n la mol¨¦cula precursora de la hormona del crecimiento est¨¢ demostrando tener propiedades inesperadas. Seg¨²n Guillemin, se ha demostrado que aumenta la masa ¨®sea, refuerza los tejidos musculares, y provoca una sensaci¨®n de bienestar.
La investigaci¨®n est¨¢ ya en fase de ensayo cl¨ªnico en humanos y Guillemin vaticin¨® que ser¨ªa una sustancia id¨®nea para tratar la osteoporosis, un proceso de p¨¦rdida de masa ¨®sea que afecta al 26% de las mujeres de m¨¢s de 65 a?os.
Pero no es dif¨ªcil adivinar que el principal inter¨¦s por la mol¨¦cula se debe al potencial rejuvenecedor que parece tener. Est¨¢ demostrado que a partir de los 40 a?os desciende la producci¨®n natural de hormona del crecimiento. La biotecnolog¨ªa puede producir la mol¨¦cula que estimula la secreci¨®n de esta hormona y aumentar as¨ª la vitalidad y la fortaleza f¨ªsica del organismo.
No se le oculta a Guillemin que el uso de estas sustancias para alterar conductas puede plantear problemas ¨¦ticos. "Como todo en medicina, depende del uso que se quiera dar. Pero estas sustancias, inyectadas en sangre, no son capaces de alterar conductas". Guillemin pone el ejemplo de las endorfinas, sintetizadas por primera vez en su laboratorio: "Tienen un potencial 100 veces superior a la morfina.
Si inyectamos un microgramo de endorfina en una parte muy precisa del cerebro -y eso es algo muy complejo- podemos inducir cambios de la conducta. Pero si inyectamos endorfina en sangre, no ocurre nada, porque el cerebro tiene un sistema de protecci¨®n que impide que penetre en su interior".
En cualquier caso, prevalecen las aplicaciones constructivas, seg¨²n Guillemin: "Estoy seguro de que en pocos a?os podremos curar la diabetes mediante trasplantes de islotes de tejidos fetales, previamente modificados por ingenier¨ªa gen¨¦tica. Estas mol¨¦culas estimular¨¢n la secreci¨®n de insulina por el p¨¢ncreas". LAD
Crecer mientras dormimos
Todos estos experimentos tienen un origen com¨²n: los descubrimientos de Guillemin. La panor¨¢mica que el cient¨ªfico efectu¨® ayer sobre las derivaciones actuales de su trabajo encandil¨® a la audiencia del Estudio General de L¨¦rida donde la Fundacion Joan Or¨® ha reunido durante dos d¨ªas a una docena de eminentes cient¨ªficos para tratar sobre los m¨¢s recientes avances en biomedicina.
Y los encandil¨® tanto por las certezas como por las inc¨®gnitas. "Por ejemplo", se pregunt¨®, "?qu¨¦ relaci¨®n existe entre el sue?o, el sistema hormonal y el sistema inmunol¨®gico?". Tenemos algunos indicios. Por ejemplo, hemos observado que la secreci¨®n de la hormona del crecimiento aumenta durante el sue?o.
Es decir, que crecemos mientras dorminos. ?por qu¨¦ ese incremento? Tambi¨¦n hemos comprobado que si mantenemos a un animal sin dormir, muere al cabo de dos meses por las alteraciones de su sistema inmunol¨®gico. Averiguar porqu¨¦ es un reto fascinante", concluy¨® Guillemin.
Marcador del c¨¢ncer
La excesiva presencia de una prote¨ªna vinculada al crecimiento celular puede ser un indicador prematuro de determinados tipos de c¨¢ncer, seg¨²n el cient¨ªfico espa?ol Carlos Cord¨®n-Cardo, que investiga en el Memorial Sloan-KetteringCenter de Estados Unidos. Su conferencia centr¨® la atenci¨®n de la primera sesi¨®n del simposio internacional sobre biomedicina que la Fundaci¨®n Joan Or¨® ha organizado en L¨¦rida por la posibilidad de obtener un marcador capaz de descubrir un proceso tumoral en su fase m¨¢s incipiente.
Cord¨®n-Cardo investiga una prote¨ªna, denominada p53, que tienen funciones de vigilancia en el sistema de crecimiento celular. La mayor¨ªa de los tumores est¨¢n relacionados con alguna carencia de tipo gen¨¦tico. Que se exprese o no esta alteraci¨®n en forma de c¨¢ncer depende a veces de desencadenantes externos, como ciertos t¨®xicos -el tabaco por ejemplo, en el c¨¢ncer de pulm¨®n - o por las deficiencias o alteraciones de determinados genes. En cualquier caso, el proceso cancer¨ªgeno se caracteriza por un crecimiento desordenado y exponencial de las c¨¦lulas. La prote¨ªna p-53 parece tener la misi¨®n de frenar ese crecimiento an¨®malo. La aparici¨®n del c¨¢ncer no se debe, seg¨²n Cord¨®n-Cardo a la falta de prote¨ªna p53. Al contrario, una excesiva presencia de esta proteina indica que el organismo ha desencadenado un mecanismo de defensa frente a un incipiente proceso tumoral. La posibilidad de descubrir mediante un an¨¢lisis la presencia an¨®mala de esta prote¨ªna abre la posibilidad de tener un diagn¨®stico muy prematuro de algunos tipos de c¨¢ncer, entre ellos los de colon, pr¨®stata, vejiga o mama.
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