Todo sigue igual para la colonia dominicana al a?o de morir Lucrecia
Los dominicanos de Madrid sienten que, a punto de cumplirse el primer aniversario del asesinato de Lucrecia P¨¦rez, sus problemas siguen siendo los mismos. Sus compatriotas siguen reuni¨¦ndose, aunque en menor n¨²mero, en una plaza de Aravaca: a¨²n no disponen de un local propio en la zona, pese a las promesas de la Delegaci¨®n del Gobierno. Algo consiguieron: un centro de acogida para los peticionarios de refugio y asilo de inmigrantes de multitud de pa¨ªses, casi ninguno dominicano. El juicio contra el homicida -un joven guardia civil- a¨²n est¨¢ pendiente de fijar la fecha.Vecinos y asociaciones caribe?as coinciden en se?alar que los problemas no se han resuelto, si bien la mayor¨ªa advierte una mejor disposici¨®n. "Hay sensibilidad en la Administraci¨®n, pero de buenas intenciones est¨¢ empedrado el infierno", indican los dominicanos. Entre los vecinos, hay quien sigue hablando de las "molestias" que causan estos inmigrantes.
Jueves por la tarde. Decenas de caribe?os se re¨²nen en la plaza Corona Boreal, de Aravaca. A poca distancia, la discoteca Four Roses, donde fue asesinada Lucrecia P¨¦rez el 13 de noviembre de 1992, es puro escombros; su recuerdo, no. Esta mujer de 33 a?os, que su patrona despidi¨® por no saber lo que era un grifo, est¨¢ en la memoria de las pieles oscuras.
El homenaje est¨¢ en marcha. No se han previsto actos para el aniversario porque cae en s¨¢bado y es jornada laboral para los dom¨¦sticos dominicanos, seg¨²n explican los organizadores. Para el domingo por la ma?ana, partidos y asociaciones preparan una entrega de flores en el lugar del crimen. Los grupos de dominicanos convocan para la tarde una ceremonia religiosa aut¨®ctona.
PASA A LA P?GINA 3
Las asociaciones piden una mayor integraci¨®n para los inmigrantes
VIENE DE LA P?GINA 1Un a?o despu¨¦s del crimen, a¨²n no tiene fecha el juicio contra el guardia civil Luis Merino y los tres menores procesados por liarse a tiros en la discoteca. Aquel asesinato racista y xen¨®fobo desat¨® una ola de malestar y solidaridad, tambi¨¦n una pelea pol¨ªtica entre socialistas y populares, pero no ha servido para borrar los problemas.
"Un a?o despu¨¦s del asesinato de Lucrecia, la situaci¨®n del colectivo dominicano no ha cambiado y nuestra presencia sigue siendo una molestia en Aravacas', afirma Mar¨ªa Paredes, de la Asociaci¨®n de Mujeres Dominicanas.
La Asociaci¨®n de Comerciantes del barrio le da la raz¨®n, pero desde otro ¨¢ngulo. "?se grupo de inmigrantes, esa masificaci¨®n tan grande, perjudica los intereses de los vecinos y de los comerciantes, porque la gente no puede pasar. Es injusto que tengamos que cargar con una responsabilidad que no es nuestra", manifiesta Pedro Fern¨¢ndez.
"Las autoridades no han hecho nada en este a?o. La prostituci¨®n sigue in crescendo. Nosotros no somos racistas, pero la Administraci¨®n deja a los dominicanos en la calle", a?ade.
Desde la Asociaci¨®n de Vecinos Osa Mayor, Meli Romero ve el panorama de otra manera. "Las autoridades, incluido el Ayuntamiento, han mejorado su actitud. Parece que ya hay dinero para un local para los dominicanos en Aravaca", afirma. Destaca tambi¨¦n la integraci¨®n creciente de los caribe?os en el barrio. "La situaci¨®n ha mejorado aunque sigue habiendo gente a la que no les gusta verlos".
El Ayuntamiento derrib¨® con celeridad la sala de fiestas que albergaba a los dominicanos. Los cascotes siguen ah¨ª, y los problemas tambi¨¦n. Seg¨²n distintas fuentes, las iniciativas de integraci¨®n del municipio y la Comunidad a¨²n no han cristalizado.
Por culpa de la piel
Mar¨ªa Paredes pone el dedo en la llaga: dificultades para legalizar la estancia, falta de sensibilizaci¨®n del Gobierno y represi¨®n policial. "A la gente de color se le pide la documentaci¨®n por culpa de su piel", explica, "el asesinato de Lucrecia toc¨® a la sociedad espa?ola, que se pregunt¨® si se puede matar a alguien por ser negra y pobre, pero no ha cambiado nada".
La Asociaci¨®n de Mujeres Dominicanas reconoce una mejor disposici¨®n de la Administraci¨®n, pero lamenta que no se concrete en medidas. El mismo punto de vista mantiene la Asociaci¨®n de Dominicanos Residentes en Espa?a. En la Embajada dominicana, satisfechos con el visado de entrada, hacen un balance positivo: "Las cosas se han humanizado bastante".
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