Cuando el fr¨ªo se suma a la guerra

FRANCESC RELEA, "En pr¨¢cticamente todas las regiones de Bosnia-Herzegovina la comida escasea y la gente est¨¢ hambrienta", puede leerse en un informe del Fondo Internacional de las Naciones Unidas para la Ayuda a la Infancia (Unicef) de finales de octubre. Con el invierno en ciernes, el problema de la poblaci¨®n bosnia no es ya s¨®lo de alimentos, sino de supervivencia. El a?o pasado, la llegada del invierno, con la guerra en pleno apogeo, presagiaba una cat¨¢strofe humana de grandes dimensiones, que finalmente no se produjo. La estaci¨®n fr¨ªa result¨® inusualmente suave en los parajes bosnios y la poblaci¨®n civil pudo sobrevivir gracias a las reservas de divisas y comida. En Sarajevo pocos ¨¢rboles pudieron florecer la pasada primavera. Se hab¨ªan consumido en el fuego de las casas para combatir las bajas temperaturas. Hoy la poblaci¨®n se ve obligada a cortar las ra¨ªces.

Diecinueve meses despu¨¦s del comienzo de la guerra en Bosnia-Herzegovina, 2,7 millones de personas afrontan un segundo invierno a merced de la ayuda humanitaria, con riesgo de sus vidas (un mill¨®n m¨¢s que el a?o pasado). Antes del estallido de las hostilidades, la rep¨²blica ten¨ªa 4,3 millones de habitantes. Diversas organizaciones que trabajan sobre el terreno sostienen que el n¨²mero de personas que morir¨¢n en los pr¨®ximos meses no depender¨¢ tanto de la ayuda como del comportamiento de los propios bosnios. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) dispone de almacenes bien abastecidos en los puertos de Rijeka, Split y Ploce y en la localidad de Metkovic, en la frontera entre Croacia y Herzegovina.

Un largo calvario

La dificultad m¨¢s sobresaliente es el traslado de la ayuda a las zonas rurales de la antigua rep¨²blica yugoslava, a trav¨¦s de pistas de monta?a perfectas para las emboscadas, que cuando no son bombardeadas quedan inundadas por las avalanchas. En el camino, los responsables de los convoyes humanitarios deben demostrar su habilidad negociadora con el caudillo local, el jefe del puesto de control o el individuo que maneja el mercado negro en la zona. Todo ello, a lo largo de una l¨ªnea del frente que cambia d¨ªa a d¨ªa, lo que, en opini¨®n del comandante espa?ol Cabezas, uno de los portavoces de los cascos azules en Sarajevo, es la mayor dificultad para el movimiento de los convoyes humanitarios. La comida debe llegar antes de que sus destinatarios sucumban a la anemia, a la deshidrataci¨®n o al fr¨ªo polar.

Durante los ¨²ltimos 18 meses, el peso perdido por los habitantes de Sarajevo es, por t¨¦rmino medio, de 17 kilos por persona. Los habitantes de la capital bosnia se alimentan ¨²nicamente de los productos que llegan a trav¨¦s del puente a¨¦reo humanitario. Las toneladas de alimentos descargadas suponen un promedio de 300 gramos por persona y d¨ªa. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) calcula en 600 a 650 gramos el m¨ªnimo para subsistir. La consecuencia l¨®gica es un adelgazamieto acentuado, que comporta una p¨¦rdida de energ¨ªa y fuerza. La gente est¨¢ m¨¢s d¨¦bil y con menor capacidad de resistencia que: hace un a?o. La obesidad es poco recomendable en Sarajevo, porque puede ser interpretada como una consecuencia del flirteo con el mercado negro que opera en la ciudad.

Sarajevo ha evitado el colapso completo gracias al puente a¨¦reo humanitario internacional, que durante el primer a?o distribuy¨® 45.500 toneladas de alimentos y medicinas. Sin embargo, los datos de Naciones Unidas ilustran la importancia de mantener abierta la ruta humanitaria terrestre Split-Metkovic-Mostar-Sarajevo. En enero pasado, 4.225 toneladas de ayuda llegaron a la capital bnosnia por carretera y 4.393 toneladas llegaron por v¨ªa a¨¦rea. En julio, cuando los combates entre musulmanes y croatas alcanzaron su punto ¨¢lgido, s¨®lo llegaron 414 toneladas, comparadas con las 4.471 toneladas que llegaron por v¨ªa a¨¦rea. Actualmente, unos 20 aviones de ACNUR y de las Fuerzas de Protecci¨®n de la ONU (Unprofor) aterrizan cada d¨ªa en el aeropuerto de la capital bosnia.

La regi¨®n de Bosnia central, en la que habita un mill¨®n y medio de personas, es la que presenta un perfil m¨¢s dram¨¢tico. La ruta principal a Bosnia central es todav¨ªa la carretera de monta?a entre Lipa y Prozor, pero la ONU suspendi¨® la utilizaci¨®n de esta v¨ªa de comunicaci¨®n tras la muerte de un ch¨®fer dan¨¦s de un cami¨®n de ACNUR por los disparos de un francotirador en las proximidades de Novi Travnik, un enclave croata rodeado por las fuerzas musulmanas. La ruta del Neretva, custodiada por los cascos azules espa?oles, que permit¨ªa la llegada de la ayuda humanitaria por v¨ªa terrestre a Sarajevo y a Bosnia central, est¨¢ cortada en dos puntos: en Mostar, a causa de los combates entre croatas y musulmanes, y 20 kil¨®metros m¨¢s al norte, donde el puente de Bijela ha sido volado. Su reparaci¨®n requerir¨ªa seis semanas de trabajos de ingenier¨ªa bajo una tregua total. Un sue?o en estos momentos. El comandante Cabezas considera "muy dif¨ªcil" que este a?o se logre la reapertura de la ruta del Neretva, esencial para la circulaci¨®n de los convoyes humanitarios procedentes del Adri¨¢tico.

La guerra y el bandidaje han aislado a miles de personas en peque?as comunidades cercadas por sus enemigos. Los pueblos est¨¢n en ruinas. Los civiles est¨¢n a merced de las bandas de asesinos y las milicias. Larry Hollingworth, jefe de ACNUR en Sarajevo, se refiere a aquellos que han visto arder un pueblo, despu¨¦s otro, y un tercero y un cuarto. "Cada vez pierden un poco m¨¢s de las pocas posesiones que les quedan". En Bosnia central, las caravanas humanitarias llegan a su destino siempre que las milicias serbias lo permiten. Los enclaves musulmanes de Srebrenica, Gorazde y Zepa, rodeados por fuerzas enemigas, siguen dependiendo, en buena medida, de los lanzamientos de alimentos y medicinas en paraca¨ªdas desde aviones de la OTAN.

El mismo m¨¦todo de suministro de ayuda se sigue estos d¨ªas en las localidades musulmanas de Maglaj y Tesanj, al norte.

Un ¨²ltimo corredor humanitario tiene su origen en Zagreb y se dirige al enclave musulm¨¢n noroccidental de Bihac. Los enfrentamientos entre fuerzas leales al Gobierno de Sarajevo y secesionistas dificultan aqu¨ª el movimiento de las caravanas.