Los estudiantes franceses protestan contra "la agon¨ªa de la Universidad
Reclaman menos gastos en Ej¨¦rcito y m¨¢s aulas y profesores
La manifestaci¨®n arranc¨® de la Sorbona, continu¨® por el bulevar Saint-Michel y se dirigi¨® hacia una Asamblea Nacional custodiada por centenares de polic¨ªas. Todo un s¨ªmbolo, pero s¨®lo un s¨ªmbolo. Los aproximadamente 5.000 estudiantes universitarios, muchos menos que los previstos por los organizadores, que se manifestaron ayer en Par¨ªs ten¨ªan poco que ver con los de Mayo del 68. Tan s¨®lo denunciaban la "agon¨ªa de la Universidad" y ped¨ªan m¨¢s profesores y m¨¢s aulas para unos centros sobresaturados.
Su c¨®lera, no obstante, era tan aut¨¦ntica como la que hace un cuarto de siglo convirti¨® el Barrio Latino en un campo de batalla. Y, como sabe muy bien el primer ministro conservador, ministro de Ense?anza Superior e Investigaci¨®n: "Hay que evitar el enfrentamiento".Fillon ya hab¨ªa cometido la torpeza de calificar la protesta de "manipulaci¨®n que no tiene nada que ver con los intereses universitarios". "Nadie ten¨ªa necesidad de echarnos a la calle porque ya estamos en la calle", le respondi¨® Marcel Fourcade en plena manifestaci¨®n parisiense. Alud¨ªa este estudiante de la Sorbona a las aulas sobrecargadas de las universidades francesas, que obligan a los estudiantes a sentarse en los pasillos o alrededor del estrado del profesor.
La pancarta que abr¨ªa la marcha estudiantil dec¨ªa: "Nanterre, la c¨®lera. No sacrifiqu¨¦is la Universidad". No es que a los manifestantes les gustara la sociedad en la que viven, no. De "deprimente" la calific¨® una chavala llamada D¨¦lphine, con la aprobaci¨®n de sus camaradas. Y desde luego, no parec¨ªan encantados con sus facultades.
Futuro sombr¨ªo
La jornada de manifestaciones hab¨ªa sido convocada por los dos grandes sindicatos estudiantiles de Francia, reconciliados por primera vez desde 1971. Las dos ramas de la Uni¨®n Nacional de Estudiantes de Francia (UNEF), la comunista y la socialista, quer¨ªan dar salida a la creciente efervescencia de los universitarios. Una efervescencia provocada por factores materiales y psicol¨®gicos. Entre los primeros, la escasez de profesores y la estrechez de las aulas; entre los segundos, la depresi¨®n que provoca en los estudiantes su sombr¨ªo futuro.En ese contexto, la discusi¨®n ayer en la Asamblea Nacional del presupuesto de la ense?anza superior para 1994 sirvi¨® de detonante. El ministro Fillon subray¨® que los fondos para la ense?anza superior se incrementaran en un 6%, un porcentaje, dijo, "superior al de otros sectores mucho m¨¢s afectados por el rigor en los gastos que se ha impuesto el Estado". Pero a los manifestantes ese 6% les parec¨ªa "rid¨ªculo". Aseguraban que el Gobierno de Balladur "prefiere gastarse el dinero en el Ej¨¦rcito y la polic¨ªa". Y contaban c¨®mo tienen que abrirse camino a bofetadas para conseguir entrar en la sala 205 de la Sorbona.
El problema est¨¢ en que, en el reci¨¦n comenzado curso escolar, Francia ha superado la cifra de dos millones de j¨®venes inscritos en la ense?anza superior, de los cuales 1,2 millones en las universidades p¨²blicas. Son cifras que casi triplican a las de mayo de 1968.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.