Un partido que parece una guerra
Irlanda necesita ganar para asegurarse la clasificaci¨®n
No es la guerra, pero puede parecerlo. Hay rutas protegidas, v¨ªas prohibidas, ¨¢reas neutrales y puntos de m¨¢ximo riesgo. Las tanquetas militares se han concentrado en la zona sur, en cada una de cuyas esquinas habr¨¢ soldados. Los periodistas, como es habitual en este tipo de conflictos, no son bien venidos. Todo est¨¢ listo para el choque, esta noche, entre las dos Irlandas.
La Federaci¨®n de F¨²tbol Irlandesa (del norte) se ha impuesto a la Federaci¨®n de F¨²tbol de Irlanda (del sur) en la primera escaramuza. La selecci¨®n de la rep¨²blica no pudo viajar, como ten¨ªa planeado, en autob¨²s y a ¨²ltima hora, justo antes del encuentro. Tuvo que desplazarse a Belfast ayer tarde y en avi¨®n, para cumplir con los estrictos requisitos del plan de seguridad. La federaci¨®n del norte, que ha preparado el partido en estrecha cooperaci¨®n con la polic¨ªa y el Ej¨¦rcito, cree que los momentos previos e inmediatamente posteriores al mismo ser¨¢n los de m¨¢ximo riesgo.El principal temor se centra en los grupos unionistas m¨¢s radicales, cuyo odio ancestral a la rep¨²blica del sur est¨¢ estos d¨ªas m¨¢s inflamado que nunca por la posibilidad de una negociaci¨®n indirecta del gobierno brit¨¢nico con el IRA. El Ministerio para Irlanda del Norte "conf¨ªa", oficialmente, en que: al final "se impondr¨¢ el buen sentido" y no, se producir¨¢n agresiones entre los locales y el p¨²blico procedente del sur.
Pero en este pa¨ªs de apostadores, las apuestas dicen que s¨ª, que habr¨¢ problemas. La inc¨®gnita es si ser¨¢n graves o no. En la atormentada Belfast, cualquier tumulto que acabe sin hospitalizaciones no merece el calificativo de "problema". A, la guerra entre el IRA y las bandas protestantes, que ha costado casi 3.500 muertos en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, se la llama, precisamente, "los problemas". Las autoridades han emitido instrucciones detalladas para todo el mundo. La selecci¨®n de la rep¨²blica, como ya se ha dicho, ha tenido que variar sus planes de viaje. En cuanto aterriz¨® su avi¨®n, ayer tarde, la expedici¨®n embarc¨® en un autob¨²s que, protegido por seis veh¨ªculos militares, fue directamente hacia el hotel.
El p¨²blico local ha recibido cuatro consignas espec¨ªficas: debe acudir al estadio de Windsor Park con mucha antelaci¨®n, para que cada espectador pueda ser registrado a la entrada; debe ocupar su localidad sin entretenerse por los pasillos; debe denunciar a cualquiera que intente introducir bengalas; y ha de evitar "el mal lenguaje y la provocaci¨®n".
Con todo este ambiente en la calle, la tensi¨®n puramente deportiva queda muy relativizada. A¨²n as¨ª, el encuentro es muy importante para ambas selecciones. El equipo del norte ya no puede clasificarse para viajar a Estados Unidos, pero quiere despedir con una victoria a su seleccionador, el veteran¨ªsimo Billy Bingham, que ha anunciado su jubilaci¨®n. El equipo del sur necesita la victoria para estar seguro de clasificarse, y el seleccionador, Jackie Charlton, se toma el partido como "el m¨¢s importante" de su carrera.
Para dar idea de su preocupaci¨®n, basta se?alar un detalle: por primera vez desde que est¨¢ al frente de la selecci¨®n, ha prohibido las habituales cervezas previas al partido. En su lugar, habr¨¢ t¨¦.
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