Las orejas de El Lobo
Una red de espionaje buceaba en el mundo de los negocios period¨ªsticos en tomo al editor de 'La Vanguardia'
Discurre el a?o 1991. Barcelona se halla bajo el sobresalto de las acciones del comando itinerante, que dirigen Jos¨¦ Luis Urrusolo y Juan Jes¨²s Narv¨¢ez Go?i. Un sujeto que dice llamarse Miguel Ruiz Mart¨ªnez logra entrevistarse con Javier de God¨®, presidente editor de La Vanguardia, que teme un atentado, seg¨²n personas de su entorno. Su interlocutor, lejos de tranquilizarle, le asegura que ser¨ªa v¨ªctima f¨¢cil de un atentado etarra. Sab¨ªa de lo que hablaba.En 1969 era infiltrado en la direcci¨®n de ETA por el Servicio Central de Documentaci¨®n (Seced) embri¨®n de lo que ser¨ªa el Cesid. El Lobo, tal era su apodo, entra entonces en contacto con los dirigentes etarras I?aki M¨²gica Arregui, Ezkerra, y Eduardo Moreno Bergareche, Pertur. ETA le encarga preparar la infraestructura de los comandos Madrid y Barcelona. Miguel Legarza Eg¨ªa, verdadera identidad del topo, se apresta a ello con doble celo: facilita hogar en ambas capitales a los etarras, pero los entrega al Seced.
Ambos grupos terroristas cayeron. "La operaci¨®n fue un ¨¦xito bastante notable, porque desarticulamos a todos los comandos, abortamos el intento de la primera fuga de Segovia y cantidad de acciones previstas, como el secuestro del conde de God¨®, propietario de La Vanguardia", relat¨® este topo a?os despu¨¦s.
Este ¨²ltimo dato refuerza su tarjeta de visita en 1991 ante el conde de God¨®. Un popular periodista radiof¨®nico de Antena 3, respalda la fiabilidad de El Lobo. "No es mi hermano, pero trabaja bien y me ha dado buenas informaciones", se?ala al propietario de La Vanguardia.
Antonio Herrero, actualmente en la COPE, tras sentirse aludido, ha manifestado a trav¨¦s de su propia emisora: "En este caso se refiere a un servidor, que conoci¨® a uno de los miembros de la red, apodado El Lobo, precisamente en una entrevista en Antena 3 Radio. Interior le abandon¨® a su suerte, y este singular¨ªsimo personaje, pues estaba ah¨ª, danzando sin oficio ni beneficio. Y a ra¨ªz de aquella entrevista, a cambio de su comparecencia en Antena 3 Radio, pidi¨® que se hiciera llegar una carta a Javier God¨® ofreci¨¦ndose como guardaespaldas, que fue como empez¨® a trabajar en La Vanguardia, ofreci¨¦ndose como hombre de seguridad, hombre capaz de manejar un coche, de sacar de un apuro a God¨®".
Contratos y despidos
El Lobo es contratado. Ese a?o es despedido del diario el abogado Alberto Garrof¨¦, que hab¨ªa sido introducido por Carlos Fajardo, director general de TISA, editora de La Vanguardia. Ambos est¨¢n relacionados con Llu¨ªs Prenafeta, ex secretario general de la Presidencia de la Generalitat de Catalu?a.
God¨® se siente v¨ªctima de una conspiraci¨®n. Sospecha de una quinta columna en su rotativo y ordena a El Lobo que le informe sobre las actividades del abogado despedido. Fuentes empresariales insisten en que se le ordena un seguimiento de las actividades del abogado, pero nunca le sugieren m¨¦todos il¨ªcitos para obtener la informaci¨®n.
Pero El Lobo no s¨®lo vigila sus movimientos. Tambi¨¦n graba sus conversaciones. Fuentes de La Vanguardia admiten haber recibido un informe sobre Garrof¨¦ y Fajardo, pero ignoraban la metodolog¨ªa utilizada. La conclusi¨®n era: Garrof¨¦ segu¨ªa en estrecho contacto con Fajardo, quien desde dentro del diario continuaba suministrando informaci¨®n interna al abogado despedido. "Eso es falso", se?ala uno de los citados.
Fajardo fue fulminantemente despedido por "deslealtad" en octubre de 1991. Meses despu¨¦s se comprueban sendos pinchazos telef¨®nicos en los domicilios de Fajardo y Garrof¨¦, lo que ha desencadenado esta operaci¨®n.
En febrero de 1992, Mario Conde llega a un acuerdo para constituir un holding por el que Banesto se hace con el 9% de La Vanguardia. En junio de 1992, God¨® rompe el acuerdo con Banesto. God¨® es apartado de la presidencia de Antena 3 Radio, aunque luego la recupera, y de Antena 3 Televisi¨®n,. donde entran Banesto, Rupert Murdoch y Antonio Asensio, de Zeta.
Seg¨²n fuentes empresariales, a primeros de ese a?o El Lobo presenta a God¨® al entonces coronel en activo del Cesid Fernando Rodr¨ªguez Gonz¨¢lez, a quien le recomienda como la persona id¨®nea para realizar un informe sobre la oferta de Mario Conde. El coronel se re¨²ne un par de ocasiones con God¨®, a quien le suministra su opini¨®n y datos sobre tal operaci¨®n, y concierta una entrevista entre un superior suyo en el Cesid y God¨®. A finales de junio, seg¨²n fuentes empresariales, el coronel es contratado como asesor de seguridad de La Vanguardia. Un mes m¨¢s tarde, el 27 de julio, pide la excedencia del Cesid.
El Lobo ya ha conseguido introducir en el rotativo a todos sus hombres, a trav¨¦s del contrato suscrito meses antes con su empresa, General de Consulting y Comunicaci¨®n, SL. Todos sus integrantes han sido detenidos.
La secretaria de God¨®, Gemma Guill¨¦n, interlocutora de todos ellos y redactora del contrato elaborado al ex coronel, asume la labor de solicitar informaciones a este red. Ella asegura que nunca pidi¨® que se utilizaran m¨¦todos ilegales.
Sin lealtades
La red, al margen de las ¨®rdenes que recibiera, pronto demuestra que no conoce lealtades. God¨® pasa de cliente a espiado. Le introducen una docena de micr¨®fonos en su casa, en su despacho, en su consejo de administraci¨®n. Su hijo Javier God¨® tambi¨¦n es objeto de constante seguimiento. Solicitan y obtienen matr¨ªculas de sus coches. Para ello cuentan con una red de funcionarios corruptos que facilitan datos reservados de archivos policiales. Fotograf¨ªan sus menores movimientos.
El jefe de seguridad de La Vanguardia, Luis Izquierdo Guill¨¦n, se encarga de que la red opere con impunidad en el edificio que deber¨ªa custodiar. No es el ¨²nico topo. Salvador Daroqui Gonz¨¢lez, ch¨®fer y escolta de God¨®, cubre lo que no cubre ning¨²n micr¨®fono: sigue los pasos del propietario de La Vanguardia. Eso le permite saber d¨®nde y con qui¨¦n se re¨²ne, come o cena y hasta sorprender conversaciones privadas.
A esto se a?ade el absoluto control de sus l¨ªneas telef¨®nicas,
desde el propio despacho en La Vanguardia del pretendido asesor de seguridad. Los oidos de El Lobo captan hasta la respiraci¨®n del conde. Nada se mueve sin su control. Accede a las conversaciones con destacadas personalidades, singularmente empresarios period¨ªsticos, y a sus proyectos. Esto pone en sus manos un material con un indudable valor, al que ellos ponen precio.En esto se hallaban, en buscar comprador de su mercanc¨ªa, cuando el pasado lunes la polic¨ªa asest¨® el golpe en Barcelona que desarticul¨® esta trama. Peros sus pinchazos ya hab¨ªan dado frutos. S¨®lo algunos son ya conocidos. Cobran a finales de 1992 en Madrid 15 millones de un directivo de Tele 5 tras grabar una conversaci¨®n con otro directivo de Antena 3 Televisi¨®n, y pretend¨ªan cobrar 20 de otras empresas tras robarles documentos. Al tiempo, se interesaban por jueces encargados de casos de corrupci¨®n para obtener informaci¨®n.
La detenci¨®n de un ex coronel del Cesid, de un topo hist¨®rico en ETA, de la secretaria de God¨®, disparan las alarmas en el Gobierno. Ning¨²n responsable de Interior, al contrario que en cualquier otra ocasi¨®n, tiene el coraje de felicitarse y asumir p¨²blicamente que la justicia y la polic¨ªa han coronado una ambiciosa operaci¨®n, no menos importante que una operaci¨®n anticorrupci¨®n en la polic¨ªa o en la Guardia Civil, o un ¨¦xito frente al narcotr¨¢fico.
El Ejecutivo desea pasar de puntillas sobre el caso. Quiere la m¨ªnima informaci¨®n, y no precisamente por temor a frustrar detenciones. S¨®lo alg¨²n juez, en privado, reconoce que la justicia y la polic¨ªa han reventado una poderosa hidra de m¨²ltiples cabezas. No se conocen todas sus conexiones. Y tampoco es la ¨²nica red de escuchas.
De la investigaci¨®n policial se ha desprendido hasta el momento que la trama de escuchas ilegales dirigidas por el teniente coronel en excedencia del Cesid ha espiado al menos a las siguientes personas: Javier God¨® y su secretaria, el hijo de God¨®, Alberto Garrof¨¦ y Carlos Fajardo, ambos ex directivos de La Vanguardia; al directivo de Antena 3 Televisi¨®n Javier Gimeno Priede y a Rafael Jim¨¦nez de Parga, abogado antiguamente vinculado a God¨®.
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