Manual para una guerra
Si estalla un conflicto ¨¦tnico entre albaneses y eslavos en la regi¨®n occidental de Macedonia, fronteriza con Albania, muchos macedonios eslavos ver¨ªan no ya como un mal menor sino como una ayuda real el apoyo armado del Ej¨¦rcito serbio. La capacidad de agentes exteriores, griegos o serbios, de desestabilizar este pa¨ªs son ilimitadas.El presidente serbio, Slobodan Milosevic, ya amenaz¨® abiertamente a Gligorov con inundarle el pa¨ªs con albaneses de Kosovo. Una operaci¨®n armada limitada en Kosovo, que Milosevic puede organizar con facilidad, provocar¨ªa la huida de decenas o centenares de miles de albaneses hacia Macedonia occidental y desatar¨ªa all¨ª el conflicto ¨¦tnico de forma imparable.
Todos los vecinos tienen formas de ejercer presi¨®n sobre esta peque?a rep¨²blica dirigida por el ex comunista Kiro Gligorov. Este ha demostrado la habilidad, la sensatez pol¨ªtica y el realismo que tanto se echa de menos en la regi¨®n. Pero es posible que todo el sentido com¨²n de Gligorov no sea suficiente para hacer frente a la escalada de la sinraz¨®n que se ha adue?ado de los Balcanes desde Atenas a Zagreb.
Macedonia no tiene m¨¢s razones de existir como Estado independiente que Bosnia-Herzegovina. Es un Estado joven que la historia ha dejado en sus actuales fronteras, ni mas justas ni menos que cualquier otras en esta regi¨®n, incluidas las de estados establecidos como Grecia, Turqu¨ªa, Rumania o Bulgaria.
En Serbia, el nacionalismo considera a los macedonios como serbios del sur y sus l¨ªderes m¨¢s radicales, como Vejislav Seselj y Zeljko Raznjatovic, alias Arkan, s¨®lo esperan el momento ale demostr¨¢rselo a estos supuestos serbios descarriados. Tambi¨¦n los b¨²lgaros consideran que los macedonios son connacionales suyos. Los griegos podr¨ªan haber hecho de Macedonia, a partir de 1991, un Estado sumiso y dependiente de Atenas de no haber ca¨ªdo en el frenes¨ª nacionalista y la agresividad contra el peque?o vecino. No lo hicieron, y ante la nueva realidad tambi¨¦n parecen convencidos de que sus vecinos ion serbios. Milosevic no necesita muchas m¨¢s justificaciones para poner en marcha el manual de guerra y conseguir la frontera com¨²n con Grecia.
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