La red ilegal de escuchas telef¨®nicas pose¨ªa informes internos del Cesid

Eduardo Navarro, titular del Juzgado n¨²mero 32 de Barcelona, avanza paso a paso para desentra?ar la madeja tendida por la red de escuchas ilegales desarticulada en Barcelona y cuya acci¨®n se extend¨ªa a otros lugares. Seg¨²n los ¨²ltimos datos, la trama contaba con un empleado de Telef¨®nica y pose¨ªa informes internos del Cesid, cuya trascendencia a¨²n no ha sido evaluada. Si se confirma su confidencialidad, ello agravar¨ªa el caso.

El juez citar¨¢ 0 consultar¨¢ con toda probabilidad a mandos del Cesid sobre la importancia de los documentos hallados y sobre su car¨¢cter, ya que, si fuera material clasificado, se complicar¨ªa notablemente la responsabilidad de sus poseedores. Son varias las hip¨®tesis que se barajan sobre la inquietante posesi¨®n por parte de miembros de esta trama de escuchas de documentos elaborados por el Cesid sobre ETA o sobre el narcotr¨¢fico, entre otros temas.Una de ellas, la m¨¢s veros¨ªmil, es que el coronel del servicio de inteligencia militar Fernando Rodr¨ªguez Gonz¨¢lez, al abandonar el Cesid (conocido en el argot como La casa), se llevara consigo material al que tuvo acceso por su privilegiado puesto lo que supondr¨ªa una grave violaci¨®n de su deber de custodia de tales documentos. La segunda hip¨®tesis, es que Miguel Ruiz Mart¨ªnez, El Lobo, o Manuel Mar¨ªa S¨¢nchez, ex miembro de La casa, recibieran la documentaci¨®n a t¨ªtulo personal merced a las fluidas relaciones que mantuvo en todo tiempo con funcionarios del servicio secreto militar.

La tercera de las hip¨®tesis es que se produjera un intercambio de informes entre la trama y funcionarios del Cesid en activo. Al margen de la v¨ªa de acceso a ese material, que ser¨ªa improbable que no figurara bajo el r¨®tulo de "confidencial" o "secreto" que llegan a aparecer en inocuos balances anuales del Cesid, parece fuera de toda duda el riesgo que supone que tales informes se hallaran en manos de una red que sol¨ªa poner precio a toda mercanc¨ªa, por delicada que fuera.

Entre las cintas telef¨®nicas intervenidas en los registros ninguna guarda relaci¨®n con el probado espionaje y control de las comunicaciones telef¨®nicas a Javier God¨®. Esto apunta, nuevamente, varias hip¨®tesis: primera, la red control¨® las conversaciones del presidente-editor de La Vanguardia -de ello hay evidencias-, pero no las grab¨®; segunda, s¨ª se grabaron las comunicaciones, pero esas cintas permanecen en un lugar oculto, y tercera, las casetes grabadas a God¨® han sido ya vendidas, aunque presumiblemente la red, en este ¨²ltimo supuesto, se habr¨ªa guardado copias por seguridad y para ulteriores reventas.

Las 100 horas de grabaci¨®n que contienen las cintas todav¨ªa no han sido examinadas a fondo por el juez, que tambi¨¦n se ve obligado a leer todos y cada uno de los documentos intervenidos. Hasta hoy, s¨®lo hay constancia material de conversaciones grabadas a los ex directivos de La Vanguardia Albert Garrof¨¦ y Carlos Fajardo, a Rafael Jim¨¦nez de Parga y a un periodista.

Un fleco menos relevante de esta trama es la presunta implicaci¨®n de dos polic¨ªas de Zamora que suministraron datos a la red: el inspector Ildefonso Rojo Miguel y el funcionario b¨¢sico Agapito F¨¦lix Cepri¨¢ Gajate, cu?ado de Miguel Ruiz Mart¨ªnez. El juez, conocedor desde hace semanas de su presunta implicaci¨®n, no les ha tomado a¨²n declaraci¨®n, aunque s¨ª la polic¨ªa. Su responsabiliad podr¨ªa acabar con una mera sanci¨®n por la Direcci¨¦n de la Polic¨ªa, que a¨²n no les ha abierto expediente.