El pudor de los fugitivos

Bernardo Fuster y Luis Mendo, es decir, Suburbano, son ya unos cl¨¢sicos en la m¨²sica popular de los ¨²ltimos a?os. Si como grupo no han tenido hasta el momento la repercusi¨®n que cabr¨ªa esperar, quiz¨¢s sea debido a un indefinido toque de dispersi¨®n y provisionalidad en su talante. Lo cierto es que son magn¨ªficos m¨²sicos y compositores, excelentes letristas, como ya hab¨ªan demostrado hace tiempo y ahora corroboran con su reciente disco Fugitivos, t¨ªtulo que incide en su imagen guadianesca y que recupera una carrera iniciada a finales de los 70, continuadora de exper¨ªencias anteriores.En directo, Suburbano suena magn¨ªficamente. Hay mucho oficio y hay canciones muy bellas que pod¨ªan ser grandes ¨¦xitos si el p¨²blico las conociera. Pero para eso es necesario un poderoso tinglado detr¨¢s. Eso lo saben muy bien Mendo y Fuster, porque alguna de sus canciones, interpretada por otros, ha permanecido largas temporadas en las listas de superventas.

Distinta

Su creaci¨®n de La puerta de A leal¨¢, compuesta por Mendo y Fuster, parece una canci¨®n distinta a la versi¨®n de Ana Bel¨¦n y V¨ªctor Manuel. Mientras ¨¦stos la cantan con aires ¨¦picomelanc¨®licos, Suburbano se acerca al tema con sibilino rubor agazapado tras la evidente sorna rockera. "Nosotros hicimos esta canci¨®n y por instinto anarquista la deshacemos", dijo Fuster. Fue un concierto sosegado pero vibrante. Aunque la sala no estaba abarrotada, el p¨²blico riel de Suburbano goz¨® con el reencuentro. "Esta noche te vas a acordar de m¨ª", cantaba Fuster al iniciarse la velada. Su advertencia fue tomada en serio por el respetable, que mantuvo un comportamiento ensimismado. La segunda parte estuvo dedicada principalmente a las canciones del nuevo disco, algunas de ellas ya conocidas, como La tierra se mueve o Que tengas suerte.En cuanto a su actitud esc¨¦nica, a veces parece que les da un pudor insalvable salir al estrado, sobre todo en el caso de Bernardo Fuster, autor de casi todas las letras de Suburbano. Da la impresi¨®n de que no puede controlar este pudor al exhibirse ante tanta gente. Muchos artistas han pasado desapercibidos por no tener suficiente cara dura y un morro bien puesto. Acaso a la imagen de Suburbano le sobre escepticismo y le falte ingenuidad. Acaso no est¨¦ muy claro que sean fugitivos.

A lo mejor, es que no tienen demasiado af¨¢n por estar en ese candelero que conocen despu¨¦s de una experiencia de un cuarto de siglo en la m¨²sica, lo cual es una pena para el gran p¨²blico, que tambi¨¦n tiene derecho a manjares exquisitos.