Jueces y fiscales aseguran que el juicio de Liverpool habr¨ªa sido imposible en Espa?a

'En Espa?a, los ni?os A y B nunca habr¨ªan sido sometidos a un proceso tan aterrador como el de Liverpool, pero, debido a la crueldad del caso, alg¨²n tipo de medidas s¨ª se habr¨ªan adoptado. A los padres se les habr¨ªa retirado la tutela y los ni?os habr¨ªan ingresado en una instituci¨®n de protecci¨®n". La juez de menores n¨²mero 2 de Madrid, Mar¨ªa Jes¨²s Coronado, explica que en nuestro siste ma de protecci¨®n de menores no hay un trasvase autom¨¢tico de la jurisdicci¨®n de menores a la justicia de los mayores, como en el brit¨¢nico. La juez cree que un caso como el del peque?o James Bulizer es "irrepetible".

En Espa?a, los ni?os mayores de 12 a?os y menores de 16 que cometen un delito o falta se someten a la jurisdicci¨®n de menores. Si el ni?o es menor de 12 a?os, la ley le encomienda a las instituciones de protecci¨®n de menores. Los fiscales de menores, que ahora tienen encomendada la direcci¨®n de las investigaciones ponen el ¨¦nfasis en que antes que castigar hay que educar: "No se trata de imponer una pena, sino una medida educativa" asegura F¨¦lix Pantoja, fiscal de menores de Madrid, que insiste en que todo el proceso est¨¢ orientado "a valorar el inter¨¦s del menor".Por la fiscal¨ªa pasan a diario los ni?os que detiene la polic¨ªa en Madrid. La primera medida que se adopta es pedir a un equipo t¨¦cnico -educadores, psic¨®logos o psiquiatras- un informe sobre la situaci¨®n psicol¨®gica, educativa y familiar y del entorno social del ni?o. Si la gravedad o la repercusi¨®n del delito lo aconsejan, el juez puede acordar su internamiento en un centro de primera acogida.

Un amplio chal¨¦ ubicado en Carabanchel es el centro de primera acogida de los ni?os delincuentes en la comunidad de Madrid, donde, seg¨²n ?ngel Mu?oz, tambi¨¦n fiscal de menores, "reciben un tratamiento fenomenal". Est¨¢n all¨ª un mes, por t¨¦rmino medio, mientras se emiten los informes. "Pueden hacer lo que quieran, desde participar en las actividades del centro hasta leer o ver la televisi¨®n. Incluso les dan un walkman para que escuchen su m¨²sica favorita", a?ade.

La ley prev¨¦ unas normas de procedimiento encaminadas a esclarecer los hechos y la adopci¨®n por los jueces de una serie de medidas de las que las m¨¢s frecuentes son la amonestaci¨®n, la libertad vigilada, servicios en beneficio de la comunidad, tratamiento ambulatorio, o ingreso en un centro de r¨¦gimen abierto, semiabierto o cerrado.

Alrededor del 70% de los casos se solucionan con una amonestaci¨®n o medidas de libertad vigilada. "Un caso t¨ªpico que se resuelve con una amonestaci¨®n es el del chaval que roba en el hipermercado el supernintendo porque sus padres no le dan dinero para comprarlo. Les coge el vigilante, vienen aqu¨ª custodiados, ven que la cosa va en serio y con la reprimenda suelen tener suficiente", explica Mu?oz.

Cuando la situaci¨®n del menor aconseja un control del juzgado se acuerda su libertad vigilada. En casos de ni?os desescolarizados, un educador social realiza informes peri¨®dicos sobre su asistencia a clase o vigila que asistan a talleres de aprendizaje.

Una medida que suele dar buenos resultados es proponer a los menores que pidan perd¨®n al perjudicado. "Se les afea su conducta y se les pregunta si ser¨ªan capaces de pedir perd¨®n", dice la juez Coronado, que lo ensaya incluso en casos de abusos sexuales entre ni?os. En las agresiones sexuales m¨¢s graves y en los casos de violaci¨®n, el problema es el rechazo de la v¨ªctima, que no quiere tener al menor enfrente.

El tratamiento ambulatorio suele aplicarse a los j¨®venes toxic¨®manos que en la banda de edad de los 14 a los 16 a?os conocen ya el efecto de la hero¨ªna o la coca¨ªna. Les env¨ªan a centros de atenci¨®n al drogodependiente, pero con escasos resultados porque la droga, aseguran los expertos, siempre altera todo el proceso educativo.

S¨®lo en casos muy graves o muy reiterados se acuerda el internamiento. Los cuatro juzgados de menores de Madrid atienden 1.200 hechos delictivos al a?o de los que dos terceras partes son cometidos por ni?os que delinquen por primera vez. Los ni?os internos en r¨¦gimen abierto o semiabierto no sobrepasan la treintena. En r¨¦gimen cerrado nunca suele haber m¨¢s de diez.