"Madrid ha perdido ese aire pueblerino y fant¨¢stico"
Pedro Mari S¨¢nchez es un torrente de ideas y de vitalidad. ?l se autodescribe: "Yo soy manchego, muy humilde y muy soberbio, las dos cosas a la vez". Ronda los 40, pero de su rostro no se han borrado los rasgos de ni?o. Desde el pasado jueves da vida al inefable Stanley Kowa en Un tranv¨ªa llamado deseo, pone en escena Jos¨¦ Tamayo. Con una seguridad pasmosa, explica que en un futuro quiere tener su propio teatro, y asegura que no dudar¨¢ en irse de Madrid, lugar del que abomina y al que ama al mismo tiempo si la ciudad le impide llevar a cabo sus proyectos.Pregunta. ?C¨®mo quiere que le llamen?, ?Pedro Mar¨ªa o Pedro Mari?
Respuesta. Soy Pedro Mar¨ªa. Pero como trabajo desde muy peque?o, todo el mundo me llama Pedro Mar?. S¨ª, es cierto que un d¨ªa con amigos un poco de broma, sumamos las letras que componen Pedro Mari, con esas cosas de la c¨¢bala, y vimos que sal¨ªa mi n¨²mero, con el que todo en mi vida es m¨¢s f¨¢cil que con la suma que da Pedro Mar¨ªa.
P. Va a dar vida a Stanley Kowalsky, personaje que todo el mundo identifica con MarIon Brando. ?Le obsesiona este hecho?
R. No, no. Yo soy un artista manchego muy humilde y muy soberbio, las dos cosas al tiempo. Respeto enormemente el trabajo de Marlon Brando. Su pel¨ªcula la vi hace muchos a?os, pero no soy persona de obsesiones.
P. El mes pasado ha representado el Don Juan en Alcal¨¢ de Henares, y ahora comienza con este personaje. ¨²ltimamente va de seductor, ?no?
R. Hombre, no (sonr¨ªe). Este hombre es el gallo del corral, pero m¨¢s que un seductor es un perdedor con todas las caracter¨ªsticas del ganador. Y con Don Juan me plante¨¦, y creo que consegu¨ª, hacer un Don Juan m¨¢s insondable. Un hombre con un grave conflicto existencial, que no disfrutaba de un modo vital con sus andanzas.
P. ?C¨®mo es la vida de un actor en Madrid?
R. Pues, je, no s¨¦ c¨®mo es, porque hace muchos a?os que en esta ciudad no existe una manera de relacionarse en lo que antes se llamaba la profesi¨®n. Antes ocurr¨ªa eso del encuentro. Pero ha desaparecido. Ahora la vida de un actor en Madrid se limita en parte a sobrevivir y a sufrir la tremenda dureza de una ciudad que quiere saber muy poco de cualquier cosa que est¨¦ relacionada con las personas.
P. ?Y antes c¨®mo la ve¨ªa?
R. La ciudad ha crecido terriblemente desde hace unos 15 a?os. Ya no nos podemos conocer, y es que por desgracia ya no importa. Yo recuerdo Madrid maravillosa, despierta. Antes hab¨ªa un aire pueblerino fant¨¢stico que se ha perdido.
P. ?Tiene rincones preferidos en la ciudad?
R. S¨ª, hombre. Hay uno que es el que va desde los Jardines del Moro hasta San Francisco el Grande. En toda esa franja se producen unos momentos de luz que hacen de Madrid un lugar privilegiado.
P. ?C¨®mo est¨¢ el panorama teatral en Madrid?
R. Complicado. Y los creadores de esto somos responsables por la falta de autoestima. Aunque tambi¨¦n las instituciones y los medios de comunicaci¨®n, que dan m¨¢s importancia a un actor karateka irrelevante, que a la gente de aqu¨ª que hace cosas importantes. El d¨ªa que yo tenga un teatro, nada de precios populares. Va a costar lo que cuesta: mucho. Tengo un proyecto precioso, con inversi¨®n privada en los cuarteles abandonados de Dao¨ªz y Velarde. Pero el Ayuntamiento ni me ha contestado.
Un tranv¨ªa llamado deseo. Teatro Bellas Artes. V¨¦ase Cartelera.
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