Eric Kraft publica la historia de dos fabricantes de artilugios er¨®ticos
El escritor estadounidense Eric Kraft pasea una apariencia de simp¨¢tico pero riguroso pastor protestante, realzada por su traje negro, y un jersey de cuello alto de ese mismo color. Nada que le identifique con el autor de Herb y Lorna, una divertida novela marcada tambi¨¦n por un juego de apariencias: Herb y Lorna son un matrimonio de fabricantes de artilugios er¨®ticos en la conservadora sociedad norteamericana de principios de siglo. El humor, como en las anteriores novelas de Kraft, juega un papel importante en Herb y Lorna, pero tambi¨¦n la cr¨ªtica social: "Las relaciones humanas son cada vez m¨¢s an¨®nimas; es uno de mis temas recurrentes: la falta de coraz¨®n de la gente".
" Cuando yo empec¨¦ a escribir lo que quer¨ªa era hacer grandes libros, y libros serios, pero fall¨¦. Ninguna de esas obras serias vio la luz, porque eran pretenciosas y pomposas", empieza a explicar Kraft cuando habla del humor.
En clave de humor
El humor se apoder¨® de su obra -Herb y Lorna contiene escenas hilarantes, como la descripci¨®n meticulosa de una secuencia de un filme de los Hermanos Marx- coincidiendo con el descubrimiento de un personaje imaginario: Peter Leroy, narrador de sus obras y que en esta novela que ahora traduce al espa?ol Destino es el supuesto nieto del matrimonio, que descubre, tras la muerte de su abuela Lorna, su dedicaci¨®n a la fabricaci¨®n de "art¨ªculos groseros"."Un buen d¨ªa apareci¨® Peter Leroy como personaje, con una enorme vis c¨®mica, y capaz de re¨ªrse de todo", explica Eric Kraft. "De hecho, ¨¦l puede decir cosas que yo no me atrever¨ªa a contar. Yo no hubiese podido escribir Herb y Lorna. Me tomo demasiado en serio".
Cuesta creerle, sobre todo porque Kraft r¨ªe durante toda la entrevista, y deja adivinar que, dejando aparte su aspecto serio y meticuloso, es capaz de inventarse una historia as¨ª: Herb, vendedor de art¨ªculos groseros, y Lorna, fabricante de estos mismos art¨ªculos, se encuentran y se enamoran. Dedicar¨¢n su vida a fabricar estos art¨ªculos: botones con escenas amorosas, cajas con tapaderas en las que aparecen hombres y mujeres desnudos, con mecanismos que les hacen inventar caprichosas posturas, y acabar¨¢n ense?ando su arte a todo el pueblo.
?De d¨®nde sale una idea tan descabellada? "Fue una sorpresa para m¨ª la aparici¨®n de estos personajes. Cuando empec¨¦ a escribir la novela, lo que quer¨ªa contar era la historia de dos personas normales, cuyas biograf¨ªas nunca iban a ser escritas", contesta el escritor.
Babelia
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