Droga y ciudadan¨ªa
LA LUCHA contra el narcotr¨¢fico pasa tambi¨¦n por la movilizaci¨®n de la sociedad contra quienes no renuncian a enriquecerse a costa del dolor y la desgracia ajenos. Y muy especialmente por la de quienes soportan m¨¢s directamente este estado de cosas (familias con drogodependientes, vecinos de barrios tomados por el peque?o trapicheo de la droga o poblaciones cuyo tejido social y econ¨®mico es feudatario del narcotr¨¢fico al por mayor). Estos colectivos no est¨¢n dispuestos a renunciar a aquellas iniciativas tendentes a llamar la atenci¨®n de los poderes p¨²blicos y a exigir que se apliquen los mecanismos legales existentes o que se arbitren otros nuevos.La manifestaci¨®n del pasado domingo en Vilagarc¨ªa de Arousa -la principal zona de actuaci¨®n de los capos gallegos de la droga- es una prueba de esta actitud social. En Galicia, adem¨¢s, ni este poder ni la amenaza que representa tienen nada de abstracto; son rostros y apellidos bien conocidos. De ah¨ª la importancia que tiene que 10.000 personas y todas las fuerzas pol¨ªticas representativas se hayan movilizado para expresar su repulsa all¨ª donde estos narcotraficantes tienen sus bases.
Es precisamente en Galicia donde alcanzan toda su fuerza peticiones tales como la incautaci¨®n de los bienes de los narcos y que sus beneficios se destinen a financiar la lucha contra la droga. Hace algunos a?os, el antiguo alcalde de Vilagarc¨ªa de Arousa, Jos¨¦ Sito V¨¢zquez, dio la voz de alarma sobre la necesidad de poner fin al creciente control econ¨®mico de la zona por el narcotr¨¢fico. Sus convecinos han dado el pasado domingo un paso importante para que este objetivo sea pronto una realidad.
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