Rostrop¨®vich, un maestro renovado

Con asistencia de la reina Sof¨ªa y ante un p¨²blico que abarrot¨® la gran sala del Auditorio Nacional, actu¨® Mstislav Rostrop¨®vich, con la Orquesta Filarm¨®nica de Dresde, dirigida por Christian Mandeal, a beneficio de la pol¨ªtica de becas que siguen las Juventudes Musicales de Madrid desde que Isabel Falabella se hizo cargo de su presidencia.Con fina sensibilidad, las Juventudes Musicales de Madrid dedicaron la importante sesi¨®n a la memoria de una de sus grandes pioneras, recientemente fallecida: Pilar Chao, sobrina de los profesores Eladio Chao y Carlota Dahmenn y seguidora apasionada de todo tipo de actividades musicales.

Rostrop¨®vich, en su condici¨®n radical de violonchelista situado en la historia entre los m¨¢s grandes de todas las ¨¦pocas, toc¨® una vez m¨¢s el Concierto en si menor, de Dvorak. Y como el genio -y Rostrop¨®vich lo es- renuncia siempre al conformismo, nos encontramos con una versi¨®n renovada de la que habitualmente hac¨ªa el concertista ruso. Quiz¨¢ se trate de la misma concepci¨®n modifica da, supermadurada y esencializada hasta el ¨²ltimo grado.

El supervirtuoso Rostrop¨®vich torn¨® ¨ªntima la voz de su violonchelo sin por ello disminuir la tensi¨®n que da vida a la continuidad musical.

Entonces, la infinita poes¨ªa que anida en los pentagramas del compositor checo qued¨® expuesta con tan singular belleza, tan ejemplar serenidad y un cierto sentido paisajista que domin¨® todos los recursos de la t¨¦cnica virtuosista de la que Mstislav Rostrop¨®vich es gran modelo.

Si tuvi¨¦ramos que resumirlo en pocas palabras, dir¨ªamos que lo que desde el comienzo de su carrera se detectaba en Rostrop¨®vich, es decir, la fusi¨®n de un gran m¨²sico y un gran instrumentista, se ha resuelto con el triunfo total del artista sobre el t¨¦cnico fabuloso. Una interpretaci¨®n as¨ª contar¨¢ siempre entre los m¨¢s cuidados recuerdos musicales de cuantos la escucharon en el Auditorio madrile?o.Originalidad arbitraria

La Orquesta Filarm¨®nica de Dresde es un conjunto de categor¨ªa, y su director en esta ocasi¨®n, el rumano Christian Mandeal, se muestra original hasta rozar lo arbitrario, pero posee finura de o¨ªdo, buen ritmo y declarado inconformismo. Christian Mandeal supo decimos cosas nuevas sobre Brahms, aunque su Primera sinfon¨ªa pareciese, todav¨ªa, una visi¨®n frescamente renovada que con el paso del tiempo adquirir¨¢ mayor serenidad y madurez.

El ¨¦xito de todos, orquesta, maestro y solista, fue de gran calado, y a las significaciones musicales y hasta sociales se a?ade el fin pr¨¢ctico y beneficioso de que unos j¨®venes m¨²sicos espa?oles puedan perfeccionar su pensamiento y su t¨¦cnica en principales centros pedag¨®gicos europeos y americanos.

?sta es la ¨²ltima raz¨®n de las audiciones extraordinarias de Juventudes Musicales y las que movieron al gran violonchelista Rostrop¨®vich a la hora de decidir su entusiasta y valiosa colaboraci¨®n.