La ¨²ltima copa, demasiado cara
El Valladolid despide a Walter Lozano por sus habituales andanzas nocturnas
Lleg¨® rodeado de pol¨¦mica y se va envuelto en un esc¨¢ndalo. Walter ?scar Lozano pag¨® a un precio muy alto sus habituales andanzas nocturnas y el Valladolid perdi¨® la paciencia. El futbolista no volver¨¢ a vestir la el¨¢stica, como ¨¦l dec¨ªa, blanquivioleta. Un conocido club de alterne y un horario poco adecuado para un deportista sirvieron como argumentos para la sentencia: despedido. "No he puesto 35 millones en el club para que t¨² te vayas de putas", le dijo un directivo al sorprenderle en el local y a punto estuvo de terminar todo en un combate cuerpo a cuerpo.Lozano no lleg¨® a encajar, pero se convirti¨® en el elemento m¨¢s querido de la pe?a vallisoletana m¨¢s significativa. Sali¨® de su Argentina con 21 a?os, dejando el olor a f¨²tbol del ambiente pr¨®ximo al Boca Juniors, para consolidarse en Europa. Estuvo escondido un d¨ªa entero en un hotel hasta que el Valladolid hizo p¨²blico su fichaje. Unos partidos en Primera Divisi¨®n bastaron para definirle como un defensa al m¨¢s puro estilo argentino: melena suelta, camiseta por fuera y una dureza temida por los delanteros. La entrega del campo la traspasaba a su vida diaria. Era irreconducible.
Con Pacho Maturana no lleg¨® a jugar. No encajaba en la concepci¨®n futbol¨ªstica del t¨¦cnico colombiano. As¨ª, Lozano comenz¨® un trasiego de cesiones: el Salamanca y el Lleida, donde reafirm¨® su condici¨®n de ¨ªdolo. Pero su car¨¢cter daba muestras de mantener una filosof¨ªa fiel. A¨²n no se hab¨ªa inventada la ruta del bakalao, pero ¨¦l recorr¨ªa muchos kil¨®metros. Una noche de Copa tom¨® su coche en L¨¦rida y se present¨® en Valladolid para saludar a su amigo Solari, que visit¨® el estadio Zorrilla con el Tenerife. A la ma?ana siguiente, se entrenaba a orillas del Mediterr¨¢neo con Man¨¦.
Volvi¨® al Valladolid en Segunda y fue fundamental en el ascenso. Prometi¨® cortarse su coleta si se sub¨ªa y en Palamos lo hizo. En la recepci¨®n oficial en el Ayuntamiento, portaba una bandera con los colores del club.
Se retras¨® en m¨¢s de una semana a los entrenamientos de esta pretemporada y el Valladolid le mult¨®. Adem¨¢s, le exigi¨® mayor celeridad en los tr¨¢mites de su nacionalizaci¨®n, aunque ¨¦l siempre dej¨® constancia de su escasa disposici¨®n a ello.
La guinda
La guinda lleg¨® con su escapada m¨¢s inocente. Acudi¨® a un club de alterne "a tomar la ¨²ltima", dijo, y le sorprendi¨® un directivo, Francisco Izquierdo, cuyas actividades tienen relaci¨®n con la hosteler¨ªa y que hab¨ªa sido alertado de su presencia: "Aqu¨ª tienes a tres de tu equipo".Lozano estaba muy bien acompa?ado. No s¨®lo por las animadoras del local, sino tambi¨¦n por tres j¨®venes futbolistas. Uno, Garrido, ni siquiera ha debutado en el primer equipo y juega en el filial de Segunda B. Otro, I?aki, disfruta de sus primeras oportunidades como titular en Primera. El club les ha sancionado, pero con Lozano ha ido m¨¢s lejos: se le acusa de incumplir horarios y de llevar por el mal camino a sus compa?eros.
El caso est¨¢ en manos de abogados que negocian la rescisi¨®n del contrato. Mientras tanto, se mantiene abierta la pol¨¦mica de su fichaje, calificado en su d¨ªa como un fraude por una presunta duplicidad de venta. Lozano es sin¨®nimo de controversia.
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