Garci termina de rodar un 'western' de sentimientos

A Mar¨ªa Luisa Ponte le pareci¨® una idea maravillosa volver a trabajar en la obra de Gregorio Mart¨ªnez Sierra Canci¨®n de cuna, un texto que ya hab¨ªa interpretado en el teatro. A Diana Pe?alver, una actriz de otra generaci¨®n, le pareci¨® ''una marcianada". Al final, ambas se vistieron de monjas, junto a Fiorella Faltoyano, Amparo Larra?aga y Virginia Mataix, y, ayudadas por el m¨¦dico del pueblo (Alfredo Landa), adoptaron a una ni?a (Maribel Verd¨²) que se cruzar¨¢ en la vida de Carmelo G¨®mez.

Jos¨¦ Luis Garci consigui¨® llevarles a todos a su terreno: "Canci¨®n de cuna es una pel¨ªcula en la que he apostado mucho por los sentimientos, por ponerlos sin rubor delante de la c¨¢mara, no es una pel¨ªcula de ¨¦poca, sino de otra ¨¦poca. Para m¨ª es un western de sentimientos". El filme se termin¨® de rodar en Madrid el s¨¢bado a ¨²ltima hora de la tarde, tras una maratoniana sesi¨®n de trabajo, en la que todos los int¨¦rpretes ten¨ªan que soltar unas lagrimillas. Garci ha querido hacer un melodrama con todas las de la ley.El director de Volver a empezar llevaba sin trabajar para el cine desde 1987, cuando estren¨® Asignatura aprobada. Decidi¨® regresar a la pantalla grande con una historia que llevaba rumiando desde hace a?os, cuando escuch¨® por primera vez la obra de Mart¨ªnez Sierra (los ¨²ltimos estudios han demostrado que fue escrita por su mujer, Mar¨ªa Lej¨¢raga) en una radionovela. "La escuch¨¦ un d¨ªa por la radio y siempre quise saber porqu¨¦ me emocion¨¦ tanto. Pero el melodrama es un g¨¦nero muy dif¨ªcil, quiz¨¢s el m¨¢s dificil. Por eso esper¨¦ para rodarla a -haber adquirido una mayor solidez de oficio, a saber valorar mejor las ausencias en los planos", se?ala el realizador.

Decidi¨® rodarla, a partir de un gui¨®n escrito junto a Horacio Valc¨¢rcel, a pesar de contar con muy poco apoyo econ¨®mico: una subvenci¨®n de 65 millones de pesetas sobre un presupuesto de 200 millones. La puesta de Garci es intentar atrapar al p¨²blico por donde m¨¢s le duele. "Vivimos en un mundo de desencanto continuo. Quise valorar un tipo de sentimientos que quiz¨¢s no est¨¢n de moda: la veracidad, la sinceridad, el amor".