"Hubiese sido taxista para conocer las pasiones"
La escritora Carmen Posadas, de 39 a?os, se prometi¨®, durante su infancia en Montevideo, aprovechar las mil y una oportunidades que su destino auguraba brindarle. Desde entonces ha hecho y deshecho la maleta de su vida por medio mundo. Ha vivido en Mosc¨², Londres y Madrid y, mientras perfeccionaba su escritura -alternando literatura infantil con libros como Manual del perfecto arribista o Yuppies, jet set, la movida y otras especies-, ha tenido dos hijas y dos matrimonios sonoros -el ¨²ltimo con el ex gobernador del Banco de Espa?a Mariano Rubio- Y tambi¨¦n de aprender a amar el anonimato y de erigirse en practicante de un principio: no juzgar jam¨¢s a nadie.Pregunta. ?La literatura es un viaje a alguna parte?
Respuesta. Son miles de viajes. Es la ¨²nica manera de vivir mil vidas, porque, cuando uno se sumerge en un libro, comienza a vivir otra vida, una capacidad que cada vez me cuesta m¨¢s encontrar, esa sensaci¨®n de inmersi¨®n. Es como los viajes. La gente que no ha viajado tiende a creer que todo es blanco o negro, es m¨¢s cuadriculada e intransigente; en cambio, quien conoce otros mundos es mucho m¨¢s tolerante.
P. El trabajo de su padre, diplom¨¢tico de carrera, la convirti¨® en n¨®mada desde peque?a. ?C¨®mo vivi¨® ese hacer y deshacer su vida de forma constante?
R. La verdad es que cuando era peque?a y ten¨ªa un problema pensaba: "No importa que la gente no me quiera o que no tenga amigos, porque me voy a vivir a otro sitio y ah¨ª voy a ser otra distinta". Yo creo que las ciudades y sus ambientes cambian a las personas, yo soy distinta persona en Montevideo que en Londres o Mosc¨².
P. Si es cierto que cambia de personalidad all¨¢ donde vaya, ?d¨®nde vive la m¨¢s divertida?
R. Sin dudarlo, en Londres. Fue una de las etapas m¨¢s felices de mi vida, aunque el clima no me gustaba; en Londres siempre a?or¨¦ la luz de Madrid. Por cierto, que en Madrid es donde est¨¢ la Carmen m¨¢s sensata y responsable.
P. ?Cu¨¢l es la m¨¢xima ambici¨®n de un creador?
R. El anonimato; crear un personaje de fama mundial aunque nadie reconozca a su autor. Eso ocurre con Pinocho, con Peter Pan. Es ser Dios.
P. Ya que lo cita, ?c¨®mo se conjuga religi¨®n y feminismo teniendo en cuenta que es practicante de ambas?
R. Yo no soy una persona religiosa en el sentido ortodoxo; al contrario. He pasado tantas cosas y le he dado tantas vueltas a todo que he terminarlo creando una religi¨®n propia. Para m¨ª, la necesidad de trascendencia es algo at¨¢vico que todos llevamos dentro. Soy, ante todo, una mujer de ritos tanto en la religi¨®n como en la literatura, en todo.P. Su ¨²ltimo libro, reci¨¦n publicado, trata de las relaciones- entre padres e hijos. ?Con qu¨¦ objetivo?R. La idea es que nos veamos desde el otro lado y que seamos capaces de re¨ªmos de lo que vemos. El libro est¨¢ hecho como si fuera un bestiario de todas las cosas horribles que hacen los padres a sus hijos adolescentes, y de todas las cosas desagradables que los adolescentes hacen a sus padres.
P. ?Hace suya la m¨¢xima vive y deja vivir?
R. Sin dudarlo un segundo. Aunque la frase est¨¢ muy usada, no es muy practicada. No se trata de despreocuparte de los problemas de los dem¨¢s, sino de evitar la obsesi¨®n por juzgar al pr¨®jimo que invade a mucha gente. He estado sometida a tal sobreexposici¨®n y me han juzgado tanto que he aprendido a no hacerlo nunca.
P. Usted escribi¨® que los idealistas de los sesenta se convirtieron en los materialistas de los ochenta. ?D¨®nde est¨¢n los idealistas de los noventa?
R. No sabr¨ªa decir exactamente. Estamos a punto de llegar al esperpento en muchos aspectos, en frivolidad, en humor negro, y yo creo que eso indica que se avecina un cambio y un retorno a la espiritualidad, a convencernos de que la raz¨®n no lo explica todo.
P. ?La suerte existe?
R. Yo creo que existe la mala suerte, pero la buena hay que salir a buscarla.
P. ?Qu¨¦ oficio le hubiera gustado probar?
R. Taxista, pero no es una frivolidad. Se trata de conocer las pasiones humanas en estado puro sin la intervenci¨®n de los afectos.
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