Ayuda al buen morir

EL SENADO holand¨¦s aprob¨® el pasado martes una ley reguladora de la eutanasia activa. O, dicho con m¨¢s propiedad, una legislaci¨®n que afecta a las decisiones m¨¦dicas sobre la finalizaci¨®n de la vida". Hace algunos a?os, cuando el debate sobre la eutanasia activa empezaba a suscitarse con apremio en Holanda, el primer ministro democristiano Rutid Lubbers tuvo que hacer frente a un problema principal: c¨®mo compaginar la invocaci¨®n creciente al derecho de un enfermo terminal a que un m¨¦dico le ayude a morir y, al tiempo, mantener cerrada la puerta a una pr¨¢ctica susceptible de degeneraci¨®n. Su decisi¨®n entonces fue no despenalizar la eutanasia activa, sino encomendar a los jueces y, sobre todo, a los m¨¦dicos la responsabilidad de sus actos.Ese esp¨ªritu prevalece en la nueva ley. No se suprimen ni alteran los art¨ªculos del C¨®digo Penal que tipifican y castigan la eutanasia y la ayuda al suicidio. Pero se establece un procedimiento que, si es respetado, constituye una especie de eximente de responsabilidad penal. El control judicial se ejercer¨¢ a posteriori. Y las autoridades sanitarias, junto con los jueces, deber¨¢n verificar si la actuaci¨®n m¨¦dica se ha atenido al procedimiento establecido. Los m¨¦dicos deber¨¢n someter un cuestionario en el que expliquen pormenorizadamente las circunstancias de cada caso, quedando n¨ªtidamente establecida la voluntad del enfermo de morir, el hecho de que los sufrimientos le eran insoportables y, por fin, la garant¨ªa de que se hab¨ªan agotado todas las v¨ªas alternativas.

La f¨®rmula holandesa abre el camino -una exploraci¨®n siempre arriesgada pero moralmente valiente- de una nueva legalidad. De ah¨ª que sea inevitable su influencia en las soluciones que otros pa¨ªses den a estos problemas.