"No le mat¨¦is, porque se est¨¢ convirtiendo al islam"
Una de las testigos implor¨® a los integristas argelinos por la vida del comerciante espa?ol asesinado cerca de Medea
"No le mat¨¦is, porque se est¨¢ convirtiendo al islam". Las palabras de esta mujer quedaron suspendidas en el aire, a la salida de una curva, en medio de la carretera que conduce de Or¨¢n a Anaba. Pero todo estaba ya decidido. Mientras los amigos de Manuel L¨®pez Bail¨¦n part¨ªan a bordo de un veh¨ªculo, el comando integrista ataba las manos del comerciante espa?ol, lo obligaba a entrar dentro de su propio coche y lo transportaba hasta un descampado cercano, al pie de una pista forestal. All¨ª lo asesinaron.Muri¨® de rodillas. Con la cabeza vuelta hacia la izquierda, como intentando descubrir por encima de su hombro el rostro de aquel hombre que le hab¨ªa colocado los ca?ones de la escopeta de caza en la nuca. Fue un gesto instintivo. Su ¨²ltimo. Lo trenz¨® en el mismo instante en el que son¨® el primer disparo. Las postas de plomo se le incrustaron en la mejilla. Luego volvi¨® a sonar un segundo tiro. ?ste fue m¨¢s certero. La muerte fue instant¨¢nea.
Manuel L¨®pez Bail¨¦n se convirti¨® as¨ª en el primer s¨²bdito espa?ol asesinado por el movimiento integrista armado argelino, tras el ultim¨¢tum dado el pasado 1 de noviembre por el GIA -Grupo Isl¨¢mico Armado- para que la comunidad internacional abandonara el pa¨ªs. Se hab¨ªa roto la tregua. Tras la muerte del comerciante de Elche sigui¨® el atentado contra el comerciante de coral italiano Agnello Cataldo y el asesinato de la s¨²bdita rusa Larisa Tolnya, una ama de casa madre de tres hijos.
Informe minucioso
El relato del secuestro y las hip¨®tesis sobre la forma en que los integristas radicales asesinaron a Manuel L¨®pez Bail¨¦n han quedado minuciosamente reflejados en un detallado y voluminoso informe, acompa?ado por varias fotograf¨ªas, que el Ministerio del Interior argelino hizo llegar a la encargada de negocios y embajadora de Espa?a en funciones, Almudena Mazarrasa.
El documento, calificado de confidencial y secreto, acabar¨¢ en las pr¨®ximas horas en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Madrid, despu¨¦s de un viaje por valija diplom¨¢tica. Aqu¨ª, en Argel, quiz¨¢s un d¨ªa este documento se convierta en el n¨²cleo de un voluminoso sumario judicial. Nada parece claro y definitivo, entre otras razones, porque la investigaci¨®n policial no ha hecho m¨¢s que empezar.
"Para m¨ª, la gran conclusi¨®n que se desprende de este documento es que Manuel L¨®pez Bail¨¦n muri¨® por ser extranjero", aseguraba ayer por la noche el embajador de Espa?a en Argel, Javier Conde, despu¨¦s de haber estudiado el informe. Se trataba de una frase tajante y rotunda, pronunciada con la firmeza de un diplom¨¢tico que conoce el valor de cada uno de los gestos y frases. No hubo ni una sola nota discordante. Al mismo tiempo, a la misma hora, esta vez en Madrid, un portavoz de la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica (OID) aseguraba: "Ha sido un asesinato pol¨ªtico".
Con esta lac¨®nica afirmaci¨®n, las autoridades y representaciones espa?olas en Argel salen al paso de algunas versiones con las que se intent¨®, en los ¨²ltimos d¨ªas, introducir serias dudas sobre el asesinato del comerciante espa?ol, llegando incluso a insinuar que era un contrabandista y que llevaba sobre s¨ª una importante cantidad de dinero, que alguien cifr¨® en 800.000 francos franceses, unos 20 millones de pesetas.
Horas despu¨¦s de entregado este informe, el Ministerio del Interior argelino se compromet¨ªa con los representantes comunitarios a reforzar las medidas de seguridad y detener a los responsables del hecho. Pero ninguna de estas promesas puede evitar el estremecimiento de la comunidad internacional en Argel. Nada ser¨¢ como antes.
Para empezar, los diplom¨¢ticos viven aislados en sus casas, sin m¨¢s salidas que las obligadas por sus funciones o las de su trabajo. Asediados en sus propias residencias, vivir¨¢n como viven millones de argelinos, esperando. El di¨¢logo nacional y la reconciliaci¨®n cada vez parecen m¨¢s dif¨ªciles y lejanos. Empieza a anochecer sobre Argel. Se acerca el toque de queda. Es la hora del silencio.
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