La Asamblea francesa aprueba por gran mayor¨ªa la negociaci¨®n sobre el GATT

El primer ministro franc¨¦s, ?douard Balladur, recibi¨® ayer un voto favorable de la Asamblea Nacional -466 positivos contra 90 negativos- a su plan de acci¨®n pol¨ªtica y al balance de su gesti¨®n. En su exposici¨®n no s¨®lo capitaliz¨® "un acuerdo comercial del GATT equilibrado" que "protege nuestros sectores b¨¢sicos como el autom¨®vil, el aluminio o la electr¨®nica", sino que adem¨¢s anunci¨® "diez reformas de conjunto".

La principal "esperanza del Gobierno es que se invierta la tendencia seguida hasta ahora por el paro", ya que "todos los medios financieros disponibles han sido dedicados a ello, todo lo que era posible hacer se ha hecho y s¨®lo nos queda esperar que esas medidas produzcan sus efectos". Entre las propuestas figura una "ley sobre la familia", una "promoci¨®n de la iniciativa individual" y la potenciaci¨®n "de las demasiado escasas empresas de tama?o medio", as¨ª como "el desarrollo de servicios que no est¨¢n expuestos a la competencia".

Balladur ayer no ped¨ªa un voto de confianza para su gesti¨®n sino que aspiraba a unir tras su figura una ampl¨ªsima mayor¨ªa de la que s¨®lo se desgajan algunos RPR agr¨ªcolas o los irreductibles antieurope¨ªstas del UDF. El voto en contra ayer de socialistas y comunistas no era ninguna sorpresa, aunque s¨ª alguno de los argumentos desplegados: "Nos dijo que no habr¨ªa acuerdo sobre algo mientras no hubiese acuerdo sobre todo", le recordaba el socialista Laurent Fabius, pero lo cierto es que "no tenemos garant¨ªas eficaces sobre nada", en referencia a los litigios pendientes de la aeron¨¢utica o al aplazamiento de la excepci¨®n cultural".

Valery Giscard d'Estaing, despu¨¦s de anunciar que votar¨ªa afirmativamente, reclam¨® "un proyecto nacional de crecimiento" para frenar el paro. Seg¨²n el ex-presidente conviene estudiar el por qu¨¦ "en Francia hay tan escaso numero de peque?as empresas" y sugiri¨® el hacer desaparecer las cargas sociales que gravan "los empleos poco cualificados". Jacques Chirac se convirti¨® de nuevo en el portavoz de los intereses agr¨ªcolas, de "unos campesinos que no tiene vocaci¨®n de vivir de subsidios sino que desean que sus ingresos procedan de su trabajo".