Ambulancia improvisada

Una tarde de viernes, con un horroroso tr¨¢fico y medio Madrid aparcado en doble fila, acudo con mi padre a la consulta donde nos ha citado su m¨¦dico. Mi padre tiene 85 a?os, ve muy poco y ha sido operado recientemente. Por esta raz¨®n, le llevo en mi coche al sanatorio Virgen de Loreto, hasta la misma puerta, ya que le resulta penoso andar. Por supuesto, no hay sitio cerca para aparcar, y despu¨¦s de varias vueltas a la manzana compruebo que toda ella se halla rodeada de coches en doble fila, que esperan la salida de los ni?os de un colegio.Apremia el tiempo, se nos pasa la hora de consulta y por fin consigo aparcar delante de la cl¨ªnica, en el hueco que deja otro coche. Claro que pone "prohibido aparcar excepto ambulancias", pero yo considero mi coche una ambulancia improvisada. Cuando terminamos nuestra visita me encuentro con la sorpresa de que la gr¨²a municipal se ha llevado mi coche, dej¨¢ndome sin medio de transporte para un enfermo. De acuerdo en que era un lugar prohibido, pero ?qu¨¦ ocurre con todos los coches que rodeaban la manzana en doble fila? ?Y los que ocupaban el carril-bus de toda la avenida de Reina Victoria? ?Y todos los que a todas horas atascan el tr¨¢fico en todo Madrid en la puerta de bares, restaurantes y cafeter¨ªas? Creo que se puede comprender que quien aparca en la puerta de una cl¨ªnica no lo hace por gusto ni capricho. Por lo menos podr¨ªan limitarse a una sanci¨®n, pero no dejar a la gente sin transporte.

Y, que conste, nunca he visto una gr¨²a llev¨¢ndose coches de donde realmente estorban, sino de donde toca seg¨²n los d¨ªas, sea racional o no. As¨ª no va a mejorar mucho el tr¨¢fico, pero s¨ª las finanzas del Ayuntamiento y de la empresa privada que gestiona la gr¨²a-