La noche de los placeres rotos
Deja un buen sabor de boca este espect¨¢culo. Su seriedad, entrega e intensidad trasmiten un deseo vivo de indagaci¨®n y superaci¨®n constantes. A¨²n son productos que no est¨¢n absolutamente independizados de cierta ret¨®rica y lugares comunes en lo coreogr¨¢fico, frases referenciales que recuerdan el ejercicio de taller o a otras voces, pero a eso tambi¨¦n hay que ir acostumbrando el ojo y el o¨ªdo en lo moderno, de la misma manera que ha sucedido anta?o con el ballet acad¨¦mico y neocl¨¢sico.Las dos nuevas piezas de 10 y 10 Danza versan sobre el amor, pero en ninguno de los casos es placentero o f¨¢cil, sino que discurre por sendas tragedias donde abunda el desgarro y las l¨¢grimas. La obra de M¨®nica Runde, m¨¢s breve y cohesionada, puede ser tildada de ligeramente fr¨ªa, pero esa impresi¨®n desaparece despu¨¦s del bolero y con sus chispazos de elegante humor. Los objetos esc¨¦nicos son efectivos y sugerentes (la cama-cuna es todo un hallazgo) y el rito frente a los elementos -agua, tierra, fuego- aporta una densidad casi triunfal con iron¨ªa y distancia del drama dom¨¦stico.
10 y 10 Danza / Haz de luz
A?os aguardando un gesto: M¨¢nica Runde / Pedro Navarrete; Amor a pedazos: Pedro Berdayes / Antonio Vivaldi y Etienne Schwarcz. Sala Olimpia, Madrid. 17 de diciembre.
Un ballet realista
En el amor despedazado de Pedro Berdayes hay, sin embargo, una acumulaci¨®n insensata de material, demasiadas lecturas que no se desarrollan, pero m¨¢s que surrealista, este ballet es realista: a veces la vida misma es as¨ª de enloquecida, y ni siquiera asombra encontrarse una gallina amaestrada. Hay tambi¨¦n en Amor a pedazos los dos momentos m¨¢s intensos de la noche: el solo de Tanguy Cochennec (verdadera revelaci¨®n con su baile emocionado y emocionante, siempre al borde del desamparo) y el d¨²o en regresi¨®n de Berdayes y el potent¨ªsimo Jos¨¦ Jim¨¦nez frente a la tarta de cumplea?os.La t¨¦cnica es alt¨ªsima y precisa en todos los integrantes, excelentemente vestidos por la barcelonesa Maribel Salvans, una figurinista muy imaginativa. Hay buenas luces y cuidada selecci¨®n musical. La escenograf¨ªa de Tono Carbajo hace gui?os on¨ªricos y tambi¨¦n se vuelve por momentos un homenaje a Susana Solano. El core¨®grafo da a las rejas un uso similar al del lisboeta Ruy Horta con sus persianas hace unos a?os. El efecto sigue siendo fort¨ªsimo, y el p¨²blico de la sala Olimpia se mostr¨® agradecido en los aplausos.
Debe seguirse tomando el pulso a la nueva danza espa?ola. El panorama es cambiante, el horizonte incierto, pero hay elementos y conjuntos que son una realidad constatada merecedora de toda nuestra atenci¨®n.
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